miércoles, 22 de noviembre de 2006

Ciutadans, la derecha extrema y la extrema derecha

Parece meridianamente claro que la alternativa Ciutadans tiene más del eje COPE-El Mundo que de proyecto propio y, en ese caso, muy poco de socialdemócrata. Decían los promotores del Partido de la Ciudadanía que su empresa se basaba en combatir esa negación que representan el resto de partidos en Cataluña: el rechazo a España, supuestamente. Lo que ocurre es totalmente lo contrario: Ciutadans se basa precisamente en eso, en la negación del panorama existente; este rechazo es su sustrato y única manera de existir.

No podría ser de otro modo, pues el eje mediático que lo sustenta –y que ha influido muchísimo en los tres escaños conseguidos en Cataluña-, se erige también sobre la negación de toda realidad posible: negación de la situación política actual (de ahí un 11-M paralelo en el que el PSOE habría comprado acciones); negación del “proceso de paz” (como proceso de rendición o pago de los socialistas a las acciones compradas en el 11-M); negación de todo tipo de alternativa propuesta por el Ejecutivo y, por supuesto, de todo tipo de avance en la organización territorial –con un Losantos opuesto al mismísimo Estado de las Autonomías de 1978-. Y es que Federico Jiménez Losantos vive de esa revolucionaria protesta, ese vanguardismo que requiere estar siempre en la postura más radical posible, suponga lo que suponga. No se puede, por tanto, esperar mucho de un partido que se asienta sobre esas bases y se deja apoyar por ciertos personajes.

Interesante en un principio, con unos ideales supuestamente socialdemócratas y cercanos al ciudadano, huele cada día más a otra cosa... Y no hace falta ser el protagonista de la novela de Süskind, El Perfume, para darse cuenta de ello. El interés de ciertos medios por meter la mano directamente en la política queda claro hoy más que nunca.

Se trata de una estrategia mediática que cuenta con el apoyo de la derecha más extrema y que supone una injerencia inédita en nuestro país. Pero, aparte de este intento de radicalizar definitivamente al PP, el surgimiento de esta plataforma populista debería hacernos reflexionar sobre la posibilidad de la génesis de un importante partido de extrema derecha, que espera la cuenta atrás en nuestro país, dados los fenómenos que están sucediendo en Europa.

No quiero decir con esto, que Ciutadans sea ese exponente, ni mucho menos. Lo que pretendo es llamar la atención sobre el riesgo que corremos actualmente: el de que una plataforma similar, con portavoces inteligentes y con influencia, sobre la base de una crítica a la corrupción, a la suciedad de la política actual, a los nacionalismos y a la inmigración, capte rápidamente votos entre distintos estratos de la población. Ciutadans, con un discurso no de extrema derecha pero sí sumamente populista, lo ha conseguido con facilidad en Cataluña.

En nuestra mano está, por tanto, además del respeto a las instituciones de la democracia –fundamental para mantener el sistema-, la misión de evitar el surgimiento y el reforzamiento de este tipo de formaciones. Ciutadans no es una de ellas, pero sí la demostración de la facilidad con que un discurso populista puede entrar en política. Mientras la derecha radical cierra filas e intenta constituirse como una sola voz en el PP, nuevas voces aparecen en la política nacional. Y no serán las últimas que conozcamos.

Andrés Villena Oliver
El Plural.com (10/XI/2006)

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