Usabiaga fue puesto en libertad cuando volvían a oírse las patrañas de que había que ayudar a los «moderados» del mundo batasuno a hacerse con el control de la izquierda abertzale.
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EN abril pasado, Garzón puso en libertad al dirigente proetarra Rafael Díaz-Usabiaga porque tenía que cuidar de su madre, en supuesta situación de dependencia. En el auto, Garzón advertía de que se consideraría reincidencia delictiva «cualquier participación o actuación relacionada con el complejo terrorista liderado por ETA». De poco sirvió que todas las evidencias apuntaran a un auténtico fraude procesal y un engaño a la Justicia. Usabiaga fue puesto en libertad cuando volvían a oírse las patrañas de que había que ayudar a los «moderados» del mundo batasuno a hacerse con el control de la izquierda abertzale. ABC trae a portada la prueba de que Usabiaga, cuide o no de su madre, sí ha retomado sus andanzas filoterroristas. En la foto, del día 4 de este mes, aparece en un acto de «Adierazi EH», títere proetarra al que la Audiencia Nacional prohibió una manifestación. Ya está tardando la vuelta de Usabiaga a prisión.
ABC - Editorial
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