Una campaña de casi "dos millones de euros"
El Plural.Com: En el origen de Ciutadans-Partido por la Ciudadanía (C-PC) se encuentra el “rastro profundo” del ideario de Jiménez Losantos, que ya en 1980 promovió un proyecto político “inmigrante y castellano” en Cataluña. Así lo expone el historiador Culla i Clarà.
Joan B. Culla da un toque de atención a los miembros del partido que se estrena en el Parlamento catalán. Les pide a los intelectuales de C-PC que acepten las críticas y el examen público como el resto de los partidos políticos, ya que “no es lo mismo ejercer de intelectual divino que de político de faena”.
Ciudadanos de Losantos
Jiménez Losantos reconocía en 1981 haber impulsado un proyecto de carácter “genéricamente inmigrante y castellano” en Cataluña que no cuajó, 25 años antes de que apostara por la candidatura de Ciutadans en las recientes elecciones autonómicas en las que la nueva formación consiguió tres escaños.
El proyecto de Losantos
El historiador Culla i Clarà expone en el artículo “Caperucitas y lobos”, publicado ayer por El País, que existe un “rastro profundo” que enlaza las ideas y objetivos políticos de aquel proyecto y el actual de Ciutadans. Así, Clarà recurre a extractos literales de una carta de 1981 en la que Losantos confesaba al ex presidente de la Generalitat Tarradellas que él había intentado impulsar en Cataluña un proyecto “genéricamente inmigrante y castellano” que pudiese atraer a “toda la masa inmigrante y españolista demócrata”.
Contra el PSC y Pujol
El proyecto de Losantos consistía en presentar un programa que tenía que “cubrir lo que el PSC descubre y lo que la UCD tapa, es decir, la cuestión lingüística”, así como combatir un “PSOE catalanista-marxista” y el “nacionalismo tronado de Pujol”. Este partido sería “una candidatura inmigrante, castellana, española y de centro-izquierda” y le concedía un potencial de seis a ocho escaños. “
No se consiguió”
La plataforma de este intento sería el Partido Socialista Andalucista (PSA) de Rojas Marcos, al que había que otorgar componentes de otra inmigración, como la aragonesa y la castellana en general. Losantos explicaba que el proyecto contó con el apoyo de “un núcleo de la UCD en Cataluña” pero que finalmente “no se consiguió”, si bien le cabía “la tranquilidad de haber hecho lo que pude, y algo más, por intentarlo”.
Aceptar las críticas
Después de establecer estos vínculos, Joan B. Culla da un toque de atención a los miembros del partido que se estrena en el Parlamento catalán. Les pide a los intelectuales de C-PC que acepten las críticas y el examen público como el resto de los partidos políticos, ya que “no es lo mismo ejercer de intelectual divino que de político de faena”, para que acepten los mismos escrutinios “que sufren diariamente las restantes fuerzas políticas en nuestro sistema democrático”.
Respuesta al “victimismo”
El historiador, cercano al mundo nacionalista de CiU, alude directamente a Félix de Azúa por un reciente artículo de éste en las mismas páginas de El País. Clará expone que “un folletinesco” y “truculentro” De Azúa ha vendido una imagen de “desvalimiento, victimismo e indefensión” de Ciutadans, que sin apenas campaña, dinero ni apoyos habría conseguido tres escaños.
El Plural.Com: En el origen de Ciutadans-Partido por la Ciudadanía (C-PC) se encuentra el “rastro profundo” del ideario de Jiménez Losantos, que ya en 1980 promovió un proyecto político “inmigrante y castellano” en Cataluña. Así lo expone el historiador Culla i Clarà.
Joan B. Culla da un toque de atención a los miembros del partido que se estrena en el Parlamento catalán. Les pide a los intelectuales de C-PC que acepten las críticas y el examen público como el resto de los partidos políticos, ya que “no es lo mismo ejercer de intelectual divino que de político de faena”.
Ciudadanos de Losantos
Jiménez Losantos reconocía en 1981 haber impulsado un proyecto de carácter “genéricamente inmigrante y castellano” en Cataluña que no cuajó, 25 años antes de que apostara por la candidatura de Ciutadans en las recientes elecciones autonómicas en las que la nueva formación consiguió tres escaños.
El proyecto de Losantos
El historiador Culla i Clarà expone en el artículo “Caperucitas y lobos”, publicado ayer por El País, que existe un “rastro profundo” que enlaza las ideas y objetivos políticos de aquel proyecto y el actual de Ciutadans. Así, Clarà recurre a extractos literales de una carta de 1981 en la que Losantos confesaba al ex presidente de la Generalitat Tarradellas que él había intentado impulsar en Cataluña un proyecto “genéricamente inmigrante y castellano” que pudiese atraer a “toda la masa inmigrante y españolista demócrata”.
Contra el PSC y Pujol
El proyecto de Losantos consistía en presentar un programa que tenía que “cubrir lo que el PSC descubre y lo que la UCD tapa, es decir, la cuestión lingüística”, así como combatir un “PSOE catalanista-marxista” y el “nacionalismo tronado de Pujol”. Este partido sería “una candidatura inmigrante, castellana, española y de centro-izquierda” y le concedía un potencial de seis a ocho escaños. “
No se consiguió”
La plataforma de este intento sería el Partido Socialista Andalucista (PSA) de Rojas Marcos, al que había que otorgar componentes de otra inmigración, como la aragonesa y la castellana en general. Losantos explicaba que el proyecto contó con el apoyo de “un núcleo de la UCD en Cataluña” pero que finalmente “no se consiguió”, si bien le cabía “la tranquilidad de haber hecho lo que pude, y algo más, por intentarlo”.
Aceptar las críticas
Después de establecer estos vínculos, Joan B. Culla da un toque de atención a los miembros del partido que se estrena en el Parlamento catalán. Les pide a los intelectuales de C-PC que acepten las críticas y el examen público como el resto de los partidos políticos, ya que “no es lo mismo ejercer de intelectual divino que de político de faena”, para que acepten los mismos escrutinios “que sufren diariamente las restantes fuerzas políticas en nuestro sistema democrático”.
Respuesta al “victimismo”
El historiador, cercano al mundo nacionalista de CiU, alude directamente a Félix de Azúa por un reciente artículo de éste en las mismas páginas de El País. Clará expone que “un folletinesco” y “truculentro” De Azúa ha vendido una imagen de “desvalimiento, victimismo e indefensión” de Ciutadans, que sin apenas campaña, dinero ni apoyos habría conseguido tres escaños.
Atención “constante y desmesurada”
Clará replica a estos argumentos señalando que la campaña “sin dinero” del C-PC podría haber costado “casi dos millones de euros” y también niega que se pueda hablar de boicot informativo cuando tres periódicos generalistas les han dedicado “una atención constante y desmesurada” antes incluso de su alumbramiento y “un trato sin parangón con el que haya tenido cualquier otra fuerza extraparlamentaria pasado o presente”. También recuerda que C-PC ha contado con el respaldo de la COPE, de Libertad Digital y de Grupo Intereconomía. El historiador concluye irónicamente su respuesta a De Azúa diciéndole que una cosa “es que comparados con usted seamos unos plebeyos sin cuna y otra bien distinta es que nos chupemos el dedo”.
Mensaje a Boadella
El artículo lanza otro mensaje para la intelectualidad de Ciutadans y recuerda a Boadella que él ha utilizado “burlas, parodias e insultos contra sus adversarios ideológicos o políticos” por lo que ahora le sorprende que reaccionen “como novicias sonrojadas” anta los sarcasmos o las ironías ajenas. Por último, Clarà anima a Ciutadans a que se implanten a nivel nacional y que acepten que las críticas no tienen que ser “necesariamente" benévolas, ya que “no es lo mismo ejercer de intelectual divino que de político de faena”.
"El Plural" (16/XI/06)
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