jueves, 2 de septiembre de 2010

'Paracaidistas': memoria amarga del socialismo madrileño. Por Antonio Casado

La mala noticia para la ministra Trinidad Jiménez y sus costaleros (Blanco, Rubalcaba, Hernando, Pedro Castro…) es que deciden los militantes. Y los militantes de Madrid tienen memoria amarga del paracaidismo político (estrellas invitadas), asociado a nombres tan ilustres como Fernando Morán, Cristina Almeida, Miguel Sebastián…

O la propia Trinidad Jiménez, que ya se estrelló una vez en la Alcaldía (municipales de 2003, frente a Gallardón) y ahora intenta repetir el salto en la Comunidad, previo paso por las primarias del PSM (Partido Socialista de Madrid), por encargo del estado mayor de Rodríguez Zapatero.

El líder de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, candidato por escalafón frente a la candidata por encargo, sólo contempla la hipótesis de la doble victoria. En las primarias del 3 de octubre sobre Trinidad Jiménez, con el apoyo mayoritario de una militancia que se despierta al ruido de urnas, y en las municipales de 2011 sobre Esperanza Aguirre, por recuperación del poder para el PSOE, que en realidad no consistiría en una derrota del PP sino en la pérdida de su mayoría absoluta.


Pueden ser las cuentas de la lechera. También los equipos de Trinidad Jiménez, con Miguel Barroso en la trastienda (Barroso es, recuerden, ex secretario de Estado de Comunicación y esposo de la ministra Carmen Chacón), hacen las suyas. Con el mismo o parecido convencimiento de que los socialistas madrileños optarán por la ministra.

Lealtad a Zapatero

Después de lo ocurrido en abril de 1998, con la inesperada desafección de la militancia respecto al candidato del aparato central (Borrell ganó a Almunia contra todo pronóstico), es un misterio inescrutable saber como van a reaccionar los casi 20.000 afiliados con derecho a voto. Más de la mitad de los mismos militan en el pasotismo y el desistimiento, a raíz del caso Tamayo, aquel gol en propia meta del PSM en 2003, a mayor gloria de Esperanza Aguirre. Ojo al dato: han estado pasotas pero no dejarán de votar el 3 de octubre ¿Al candidato del escalafón, que se lo ha currado durante estos tres últimos años, o a la candidata de las encuestas de Blanco?

Demasiado pronto para hacer conjeturas cuando aún se está cubriendo el trámite de la presentación de avales. Un elemento nuevo de fácil verificación: durante las últimas semanas se ha disparado el índice de conocimiento de Tomás Gómez. El propio Gómez me contaba ayer en la distancia corta que hace dos meses nunca hubiera soñado que The Economist o Washington Post se ocuparan de él como figura política emergente. Por haberle plantado cara a Zapatero.

Es doctrina Rubalcaba: “El único activo de Tomás Gómez es haberle dicho no a Zapatero” ¿Y le parece poco? Sin embargo, Gómez no quiere cargar con ese sambenito, absolutamente alejado de su confesadísima lealtad al presidente del Gobierno y secretario general del PSOE. Y si alguien desde dentro insiste en colgárselo, él lo considerará juego sucio. Eso me dice.


El Confidencial - Opinión

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