Al lector que sigue habitualmente las páginas de información política no le habrá pasado desapercibido el terremoto de intensidad moderada provocado por el acuerdo alcanzado esta misma semana entre Esquerra Unida y el Bloc para concurrir en coalición a las elecciones autonómicas de mayo de 2007.
Voces autorizadas de todo el espectro político se han apresurado a realizar unas primeras valoraciones sobre un pacto cuya principal objetivo es –no lo digo yo, lo dicen sus protagonistas- “desalojar al PP del Gobierno valenciano”.
El objetivo, a qué negarlo, resulta ambicioso y, según qué opiniones, temerario, a la luz de las encuestas que hemos ido conociendo en los últimos meses y que arrojan, con apenas matices, un nuevo triunfo electoral del PP por goleada; es decir, por mayoría absoluta, único resultado que, a fecha de hoy, garantiza a Francisco Camps seguir al frente de la Generalitat, dada la previsible ausencia de potenciales socios de gobierno como en su día lo fuera la Unión Valenciana de Vicente González Lizondo . Está por ver qué dará de si en las urnas Ciutadans per Valencia, la réplica valenciana del partido sorpresa de las elecciones catalanes, Ciutadans, que, contra todo pronóstico, ya está presente en el Parlamento catalán con un grupo parlamentario propio integrado por tres diputados.
Ciutadans per Valencia es, de momento, una enorme incógnita trufada de rumores que, en su mayoría, ponen el acento en la identidad de quienes aquí lo están promoviendo. Una vez más, el nombre del conseller de Sanidad, Rafael Blasco , a quienes sus aquilatados enemigos han convertido en una mezcla de Rasputín/Maquiavelo, ¡casi nada!, encabeza el ranking de supuestos promotores en la sombra de esta iniciativa política a la que, desde las filas de la izquierda valenciana –al igual que sucedió en Cataluña- se trata de desacreditar desde la consigna de “partido satélite del PP”. El tiempo lo dirá.
Pero estábamos con las reacciones que el alumbramiento del pacto EUPV/Bloc había ocasionado. Yo creo que desde el PP valenciano se han pasado veinticinco pueblos tratando de establecer semejanzas entre la coalición que resulta del pacto que nos ocupa y ese batiburrillo de siglas que se esconden bajo la marca paraguas de Herri Batasuna…Exabruptos de ese calado no sólo no se corresponden con la realidad, sino que se vuelven en contra de quien los lanza, y en política el efecto boomerang debe tenerse muy en cuenta para no acabar noqueado por tu propio golpe.
Herri Batasuna es, por encima de cualquier otra consideración, un partido ilegal por antidemocrático, en su más amplio sentido, que ha servido de sostén a una organización terrorista responsable de cientos de asesinatos y mutilaciones. No creo que nadie pueda acreditar, a la contra, los principios democráticos y el respeto a la legalidad establecida que defienden todos aquellos que militan en EUPV o el Bloc.
Por lo que respecta a la valoración que sobre el pacto que nos ocupa se ha llevado a cabo desde las filas socialistas valencianas, en mi modesta opinión ha sido excesivamente optimista y no creo que en las direcciones de EUPV y del Bloc se hayan recibido con demasiado entusiasmo las declaraciones de Joan Ignasi Pla , secretario general del PSPV-PSOE y candidato a la presidencia de la Generalitat, postulándose como líder de un potencial gobierno de coalición tras la jornada electoral del 27 de Mayo. Declaraciones de ese jaez convierten en simples comparsas a quienes, si las urnas así lo deciden, deberán tener un papel algo más vistoso en un hipotético gobierno autonómico de izquierdas. Demasiadas prisas.
Hacia el mes de marzo conoceremos los resultados de una macro encuesta cuyo trabajo de campo será realizado por encargo del PSPV-PSOE a lo largo del mes de febrero. Los resultados de dicho estudio permitirán tener una visión más ajustada de cómo el pacto entre EUPV/Bloc puede incidir en un importante sector del electorado y, también, si la estrategia socialista de movilizar a las bolsas de sus votantes abstencionistas está siendo o no la correcta y acertada. Demasiadas incógnitas como para ir vendiendo la piel del lobo antes de haberle dado caza.
La maldad: la designación del diputado y ex conseller de Cultura valenciano Ciprià Ciscar como coordinador del programa electoral del PSPV-PSOE, ha generado más cautelas en la filas de los propios socialistas que en otros ámbitos de influencia como la Universidad o el propio empresariado. Para los empresarios y para el mundo universitario el nombre de Ciscar es garantía de trabajo bien hecho.
Ahora hay que observar hasta que punto el ex conseller está dispuesto a implicarse en la campaña socialista, sobre todo para evitar que si los resultados electorales son adversos para el PSPV-PSOE el dedo acusador no se vuelva, además de contra otros, contra su persona.
Amparo Tórtola (Las Provincias) (02/XII/06)
C´s#: Según información de ÚLTIMA HORA, el día 2 de diciembre de 2006, han quedado constituídas las AGRUPACIONES DE VALENCIA Y MURCIA. Nuestra enhorabuena. Adelante Ciudadanos!!
domingo, 3 de diciembre de 2006
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