viernes, 8 de diciembre de 2006

La candidatura ciudadana/ciutadans


Celebradas las elecciones catalanas y reeditado el tripartito, un aspecto me ha llamado la atención, el surgimiento de un nuevo partido “candidatura de ciudadanos/ciutadans”.

Debo decir, que el surgimiento de nuevos partidos o movimientos es positivo en el lánguido sistema político español basado en el bipartidismo. Cada vez más teatrero e irreal, al que se le añaden algunas adherencias, como es el caso de los nacionalismos e Izquierda Unida.

Sistema político que no permite una correcta representación democrática y que además es apoyada por la ley D´Hont, que todavía hace más difícil la representación de estas minorías. Prima artificialmente a las corrientes mayoritarias (PSOE, PP).
En este sentido, todo aquello que surja como nuevo y que venga a romper el bipartidismo me parece bien. Esta nueva candidatura viene avalada por un grupo de intelectuales y gente de renombre dentro de Cataluña que le da más prestancia.
¿Por qué surge esta candidatura? Es una reacción al modelo nacionalista en la que ha estado sumergida durante tanto tiempo Cataluña con el gobierno de Jordi Pujol

La realidad política de Cataluña resulta sorprendente, veamos. En la actualidad alrededor del 50% de su población no ha nacido en Cataluña o sus padres son inmigrantes ya sean nacionales o del extranjero. Es lo que los catalanes llaman “charnegos”. Este dato es importante para entender porque el nacionalismo catalán lo considera como una invasión Esta situación la viven como un riesgo de verse sumergidos en la pérdida de identidad propia y diluirse en una marea multicultural.
Esta población no nacida en Cataluña tiene un comportamiento electoral diferente según sean elecciones autonómicas o generales del Estado. Mientras que en las autonómicas participan más los originarios del país, en las estatales aumentan la participación de los no nacidos en ella.

Resulta curioso comprobar, como de los 58 consejeros del gobierno de la Generalitat, que formo Jordi Pujol (1980-2003), sólo tres no eran autóctonos. Con Maragall sucede lo mismo, con la excepción de Carretero o del propio Carod_Rovira que su primer apellido es aragonés.

Si está clara la falta de representación en el gobierno catalán de los no autóctonos, podemos preguntarnos ¿qué ha pasado con el Parlament? De los 489 diputados elegidos en el periodo de gobierno de Pujol sólo 47 parlamentarios, menos del 10% eran “charnegos”.

Estos datos son reveladores de la situación política catalana, donde el pensamiento nacionalista ya sea de derechas o de izquierdas, impregna todo. En este periodo, se ha producido un reduccionismo el cual ha impedido liberar la potencialidad creativa que a lo largo de su historia han desarrollado los catalanes y supieron asumir y asimilar lo que otras culturas le han dado. Ese proceso se ha paralizado (por la dirección unidireccional del nacionalismo identitario).

La candidatura de los Ciutadans ha intentado aglutinar a esa población haciendo del idioma castellano un instrumento de lucha o de ariete político para enfrentarse al catalán.

La candidatura de los ciutadans a mi modo de entender sitúa la batalla política en dos variables, nacionalismo catalán versus nacionalismo español y lengua catalana versus castellano.

Es un error lo miremos por donde lo miremos y su futuro es más bien escaso. En su intervención en el Parlament, el representante de ciutadans basó todo su discurso en la política lingüística. Esto nos retrotrae a partidos antiguos más propios del siglo XIX que al siglo XXI.

Todos los nacionalismos como doctrinas surgidas de movimientos burgueses, a finales del XIX (catalán, vasco), se basan en principios identitarios como lengua, bandera, raza, símbolos, etc., pero como movimientos burgueses que son aunque se denominen de izquierda no tienen problemas para apoyar al capitalismo puro y duro.

Está última afirmación se puede comprobar a lo largo de la historia, como por ejemplo en el apoyo que un sector mayoritario del nacionalismo catalán dio al dictador Primo de Rivera, en la década de los veinte para que machacara al moviendo de la izquierda catalana a través del ejército español.

Al nacionalismo si se le quiere combatir ideológicamente porque se le considera una ideología superada se debe hacer desde el debate de las ideas y programas pero en todos los ámbitos y de todas las formas, y no contraponiendo a un nacionalismo otro igual o más trasnochado.

El legado de Jordi Pujol ha sido muy pobre. Sus políticas sociales han sido muy escasas, en política económica ha seguido los dictados más retrógrados del neoliberalismo donde Cataluña ha ido perdiendo peso en todos los ámbitos. Pujol ha practicado una política cultural reduccionista, basado todo en una serie de gestos, banderas, idioma y poco más, al mismo tiempo, que practica una política fundamentalista de corte neoliberal en lo económico y social. Casi ha matado a esa Cataluña dinámica, creadora, brillante todo por mantener los principios identitarios, es decir, ha empobrecido a Cataluña a unos niveles difíciles de entender.

Puedo seguir con críticas a la labor de Pujol pero intentar contraponer a la señera la bandera española es de una simpleza y de una torpeza sublime por parte de los instigadores de esta candidatura.

Al nacionalismo se le vence desde posiciones de progreso, exigiéndole políticas sociales, políticas educativas, sanitarias, etc, que consigan restablecer el papel dinámico y brillante de Cataluña y no en batallitas estériles y absurdas.

Con todo mi respeto a muchas de las personas que han apoyado a esta candidatura, creo que se equivocan y más cuando han sido apoyados y jaleados por prohombres del nacionalismo español más rancio, como Jiménez Losantos a la cabeza, junto a El Mundo, la COPE, Libertad Digital, etc.

Como dice Ortega y Gasset, el conflicto de las nacionalidades no tiene solución, así que sólo tenemos una alternativa que la llama la “conllevación”, es decir, convivir lo mejor posible, porque si atizamos el problema llegaremos al enfrentamiento y nos encontraremos con situaciones parecidas a la de la antigua Yugoslavia, llevándonos al debate de la autodeterminación y las consecuencias que ello conlleva.

El futuro pasa por el Estado imperfecto, por la convivencia entre todos y que nuestras energías las dediquemos a crear y no a enfrentar, a trabajar por el ser humano y a no discriminar realizando políticas de igualdad, respeto y derechos humanos.

Edmundo Fayanás Escuer (ElPlural?) (08/XII/06)

C´s#: ¡¡So(ez)-lamento ataca de nuevo!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

tienes toda la razon, por ese motivo no se porque no hablamos todos aleman; estos americanos que se meten donde no les llama, con lo bonito que son los getos y los doberman

aunque no se; aqui lo que hay es un nazionalismo pueblerino al que hay que pararle los pies y obligarles a devolver lo que han robado

esto no es yugoslavia. y charnegos aqui salvo el montilla no hay ninguno. todos somos aunque no nos guste "catalanes" sometidos al naZionalismo pueblerino e interesado y repugnante de unos burgueses a los que habria que cortarles la cabeza

Anónimo dijo...

un charnego es aquel que nacido fuera de cataluña, renuncia a su cultura y habla catalan; en los getos de los judios tambien habian charnegos judios al servicio de las SS

los que son nacido fuera de cataluña y estan empadronados aqui son catalanes y sus hijos son catalanes; no son hijos de charnegos