martes, 7 de septiembre de 2010

El portavoz. Por Alfonso Ussía

El mundo solidario se ha estremecido y alborozado simultáneamente al saber que Guillermo –perdón, «Willy», que queda más británico–, Toledo, el mariscal de la Ceja, ha decidido convertirse en portavoz de la flotilla que zarpará de Canarias e intentará alcanzar las costas saharauis en el próximo otoño. No se habla de otra cosa. El insigne cómico no ha desvelado del todo sus planes, y ello ha creado también una corriente de inquietud. Me explico. No ha aclarado si su cometido se va a limitar a la portavocía terrestre o a la embarcada. No es lo mismo ser el portavoz de una heroica flotilla solidaria a bordo, que actuar como tal desde un despacho de Las Palmas. La flotilla se fletará con la denominación de «Flotilla de la Independencia» y su naviera será la ONG –mejor, la OSG–, «Observatorio de Derechos Humanos para los Territorios Ocupados del Sahara Occidental», es decir, una ONG u OSG con una razón social muy sencilla para los ayunos de memoria. El flete no es caro, por cuanto desde Las Palmas a las costas saharianas apenas media un centenar de millas. Para sorprender a las autoridades marroquíes, la organización ha anunciado sus intenciones con algunos meses de adelanto. De esa manera, no habrá posibilidad alguna de llegar hasta el puerto de destino, que es de lo que se trata. Se trata exclusivamente de hacerse publicidad a costa de los saharauis. Una pena que el eximio farandulero haya renunciado a navegar de portavoz solidario desde Florida a Cuba.

Los figurantes –ser actor es otra cosa–, viven de interpretar farsas, no de arriesgar sus vidas en acciones reales. Esta precipitación en anunciar el propósito no tiene otra justificación que asegurar su inmunidad. Van a seguir a la flotilla más periodistas que solidarios navegantes. Y los barcos marroquíes se limitarán a impedir el paso del guateque navegado, y se acabó la historia. Porque de existir una posibilidad entre mil de que Marruecos decida abordar los barcos flotilleros ante los medios de comunicación, el de la farándula no se mueve de su hotel canario. Farsa sobre farsa, que es lo suyo. Después viene la película subvencionada, el documental para las cadenas de televisión, las entrevistas, las noticias de prensa y el aumento inmediato de las condiciones económicas para seguir interpretando. Todo muy antiguo. Pero en un barco fletado por los terroristas de Hamas y con destino Gaza, el cómico no se embarca. Porque a Israel le importa un bledo la presión de la prensa cuando se defiende de los terroristas. Marruecos, al fin y al cabo, más menos que más, forma parte del mundo árabe occidental, y a los Estados Unidos no les interesa un escándalo en el Sahara. Les tomarán unas fotos, los filmarán un poco y de vuelta a casa con el deber cumplido. Así es portavoz de una flotilla hasta el menda.

Toledo se erige en portavoz del nuevo sistema estratégico de sorprender al enemigo. Gila no lo hubiera hecho mejor. Anunciar con meses de antelación una acción de esta índole, no tiene otro objetivo, insisto, que asegurar su fracaso político y su triunfo propagandístico. Triunfo o popularidad que sólo beneficiará al portavoz, que no a los tontainas occidentales de buena voluntad reclutados al efecto. Pero vuelvo a la pregunta inicial. Ser portavoz significa hablar en nombre de otros. ¿Tiene previsto el señor portavoz embarcarse junto a los portavoceados?


La Razón - Opinión

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