miércoles, 13 de diciembre de 2006

El peor camino es ponerse en inferioridad frente a Batasuna


Cada día que pasa crece la impresión de que el Gobierno está perdiendo irremisiblemente las riendas del llamado proceso de paz, si es que alguna vez las tuvo. El robo de las armas por parte de ETA en Francia y el recrudecimiento de la kale borroka, así como las inasumibles exigencias políticas de la ilegalizada Batasuna parecen haber pillado al Gobierno por sorpresa, lo cual evidencia -cuando menos- un grado de ingenuidad preocupante en los actuales gobernantes.

Además, en los últimos días, el Ejecutivo y la dirección del PSOE se han visto obligados a salir al paso de las declaraciones del dirigente del PSE José Antonio Pastor en las que dijo que el Gobierno quiso mantener una reunión con ETA en agosto y la banda terrorista se negó. De ahí las inasumibles condiciones previas planteadas en el último Zutabe. Mientras, los máximos dirigentes de Batasuna se pasean por el País Vasco exponiendo sus exigencias y augurando un próximo naufragio del proceso. La formación ilegalizada aseguró ayer en un comunicado que si el futuro de Navarra no figura en la negociación de la mesa de partidos no será posible la consecución de la paz.

Unas declaraciones de Txema Montero, ex dirigente de Batasuna y ahora presidente de la fundación Sabino Arana (PNV), en las que aseguraba que ETA suspenderá la tregua en diez días y dará un plazo al Gobierno para después volver a matar si no se aceptan sus exigencias, han puesto increíblemente nervioso al Ejecutivo. Hasta el punto de que el ministro del Interior se puso en contacto con el presidente del PNV para pedir explicaciones por esas palabras de Montero. Después de esta conversación, Rubalcaba anunció ayer que Montero hablaba a título personal. La pérdida del habitual aplomo de que hace gala el ministro del Interior -que ha reconocido ya que la banda terrorista no ha acreditado su voluntad de abandonar la violencia- resulta sintomática e indica que el Gobierno está perdido en un laberinto del que no sabe cómo salir.

Y el peor camino de salida es el que han tomado los socialistas vascos. EL MUNDO publica hoy que el PSE ha pedido ayuda al PNV para reanudar sus contactos secretos con Batasuna, interrumpidos tras el robo de las armas, por la pretensión de los proetarras de incluir a Navarra en la negociación de la mesa de partidos. Las negociaciones políticas se han venido desarrollando a tres bandas -PSE, PNV, Batasuna-, pero desde el pasado 15 de noviembre sólo los nacionalistas vascos se reúnen con ambos por separado.

La actuación de los socialistas vascos, mendigando encuentros con un partido ilegalizado que apoya la violencia, no puede ser más decepcionante. El estrambote a esta situación lo puso ayer el inefable presidente extremeño al decir que si Zapatero «no gana» su apuesta por el proceso de paz, «alguno morirá». ¿Busca ya endosar las hipotéticas víctimas del futuro a quienes no comparten la gestión que el Gobierno está haciendo de esta tregua?

Editorial de El Mundo, 13-12-2006

0 comentarios: