Por primera vez en los últimos años ha descendido el consumo esporádico de cannabis, que se comienza a contemplar como una droga peligrosa, y también ha bajado el número de fumadores diarios (del 37,1% de 2003 al 32,8% actual). Sin embargo, el consumo de cocaína prácticamente se ha duplicado desde 1999, según un estudio del Ministerio de Sanidad, que lo atribuye al descenso de precios.
La titular de este departamento, Elena Salgado, ha presentado hoy la Encuesta sobre Alcohol y Drogas para el periodo 2005-2006, llevada a cabo a partir de 27.869 entrevistas en hogares españoles a personas de entre 16 y 65 años. La ministra ha mostrado su preocupación por los resultados del estudio, realizado cada dos años y desde 1995 por la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.
Las sustancias psicoactivas más usadas son el alcohol, el tabaco, el cannabis y la cocaína. El consumo se concentra en los menores de 35 años, excepto en el caso de los sedantes que no requieren de receta médica, usados sobre todo por mujeres de entre 35 y 65 años. Salgado ha destacado que en los últimos dos años ha aumentado la percepción de riesgo asociado a todas estas sustancias (excepto los sedantes); es llamativo el aumento de la percepción de riesgo del cannabis, que pasó del 59,5% en 2003 al 62,4% en 2005-2006. “Este incremento refleja la eficacia de los mensajes de prevención que desde el Ministerio de Sanidad venimos impulsando en esta legislatura”, ha asegurado Salgado.
Cocaína. Sanidad estima que en torno a 475.000 personas han consumido cocaína en el último mes en España; de ellos, 350.000 tienen menos de 35 años. El 7% de la población la ha probado alguna vez, el 3% lo ha hecho en el último año, y el 1,6% en el último mes. Así las cosas, tanto el consumo experimental como el esporádico se ha duplicado desde 1999, y el uso en el último mes ha pasado del 0,9% al 1,6%.
Esta droga acapara el 40% de las peticiones de tratamientos de desintoxicación, frente al 38% de la heroína y el 12% del cannabis. Es por ello que el ministerio está preparando un plan de actuación para frenar el consumo de cocaína, que cree ligado al descenso del precio. El 43% de los entrevistados considera que es fácil o muy fácil conseguir drogas ilegales, sobre todo cannabis (el 55,9% cree que es sencillo) y cocaína (42,8%).
Tabaco. Desciende el número de fumadores diarios (del 37,1% en 2003 al 32,8% actual), sobre todo entre los ciudadanos de 35 a 64 años. Los que más fuman son los hombres (37%, frente al 28,6% de las mujeres). El consumo medio de cigarrillos diarios en el último mes es de 14,5.
Alcohol. Más del 75% de la población bebe alcohol esporádicamente; el 64,6% es consumidor habitual y el 14,9% lo hace a diario. La ingestión de esta sustancia aumenta de forma considerable durante los fines de semana, cuando se bebe, sobre todo, cerveza, vino y combinados de alta graduación (por este orden). En cambio, en los días laborables la bebida más consumida es el vino, seguido por la cerveza. La encuesta revela que el 19,7% de los ciudadanos se ha emborrachado alguna vez en el último año, sobre todo los hombres (27,2%, frente al 12% de las mujeres) y los jóvenes de 15 a 34 años (30,9%).
Cannabis. Es la droga ilegal de mayor consumo en España. El 28,6% de los ciudadanos la ha tomado alguna vez en su vida, y el 11,2% lo ha hecho en el último año. Pero por primera vez se ha incrementado de forma general la percepción del riesgo que comporta su uso, y se ha roto la tendencia creciente en la incorporación de nuevos consumidores.
Éxtasis, anfetaminas y alucinógenos. El consumo de estas tres sustancias permanece estabilizado o en descenso. En el caso del éxtasis, no aumenta desde 2001; el 4,4% lo ha probado alguna vez, y el 1,2% en el último año.
Heroína. Menos de un 1% ha consumido esta droga a lo largo de su vida, y menos del 0,1% en el último año.
El País (13/XII/06)
C´s#: ¿Cuánto se ha gastado en campañas de prevención de consumo de cocaína?. ¿Quiénes han dirigido las campañas?. Ante el fracaso manifiesto, la Comisión Nacional del Plan Antidrogas debe de presentar su dimisión. Qué se pague la eficacia, no el abrigo económico a los amigos.
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