martes, 19 de julio de 2011

La izquierda contra Zapatero. Por Edurne Uriarte

Entre unos, Zapatero, y otros, Rubalcaba, la decisión final la tomará la prima de riesgo instalada en más de 300 puntos.

PRISA es al liderazgo intelectual de la izquierda española lo que el PSOE al liderazgo político. La gran referencia periodística sin cuyo apoyo es altamente complicado el desempeño de los líderes políticos socialistas. Por lo que la exigencia del ayer de El País a Zapatero de la renuncia inmediata al poder y la convocatoria urgente de elecciones anticipadas coloca al presidente al borde de su final. Al borde, pero no al final. La diferencia entre ambos puntos la marca la figura de Rubalcaba.

Sin Rubalcaba de candidato y sin Rubalcaba de aspirante al control del partido, el posicionamiento de El País habría significado la rendición segura de Zapatero. Pero el candidato Rubalcaba, apoyado por Prisa, introduce algunas complicaciones en el diagnóstico de lo que pueda hacer en los próximos días y semanas el presidente. Y es que no sólo asistimos al enfrentamiento entre Zapatero y Rubalcaba por la convocatoria de elecciones anticipadas. También a su lucha por el control posterior del partido y el reparto de responsabilidades tras la más que posible derrota electoral. De ahí que El País añadiera también ayer la petición de un Congreso del PSOE anterior a las elecciones, cabe suponer que para asegurar la secretaría general de Rubalcaba ante lo que pueda pasar después.


Pues, después, lo que puede pasar es una derrota estrepitosa del PSOE que Zapatero tiene intención de endosar a Rubalcaba, el candidato que iba a salvar al PSOE y resultó ser peor que Zapatero. Y, a continuación, maniobrar para colocar al frente del PSOE a uno de los suyos, Chacón, por ejemplo. En ese contexto, el supuesto interés general que defiende Zapatero en su defensa del agotamiento de la legislatura es ante todo el interés personal de asegurar la mejor posición postelectoral para la lucha interna en el Partido Socialista que se desatará.

Y todo lo anterior, unido a la confusión y vacilaciones internas de un PSOE poco seguro de las posibilidades futuras de Rubalcaba, puede llevar al presidente a continuar con su huida adelante y el aferramiento al poder. Contra todos, contra la derecha y la izquierda, contra el candidato de su partido, contra una parte del PSOE. Atrincherado en La Moncloa con sus fieles para ganar tiempo y madurar estratagemas para la propia supervivencia postelectoral. Eso que algunos llaman inmolación, sacrificio supremo por el bien de España, y que izquierda mediática sentenció ayer como irresponsabilidad.

Entre unos, Zapatero, y otros, Rubalcaba, la decisión final la tomará la prima de riesgo instalada en más de 300 puntos, si bien para entonces puede haberse inmolado Zapatero, pero también la economía española.


ABC - Opinión

0 comentarios: