domingo, 24 de octubre de 2010

Madrid, motor de España

La Comunidad de Madrid y Esperanza Aguirre son las mejores cartas de presentación a los ciudadanos sobre la capacidad del PP en tareas de gobierno. Ése fue el principal mensaje de la Convención que el PP de Madrid ha celebrado este fin de semana y que ha supuesto un cierre de filas de los grandes líderes del partido en torno a la figura de la presidenta madrileña y una demostración de cohesión y unidad en torno al proyecto y al liderazgo nacionales que encarna Mariano Rajoy. El tono y las caras de los populares han reflejado la imagen de un partido en un buen momento, respaldado por las encuestas, que sabe a dónde va y dispone de un programa solvente para reconducir España en uno de sus peores momentos de los últimos años. Como acertadamente se ha puesto de manifiesto en la reunión, Esperanza Aguirre representa los valores de ese proyecto. Hoy ya nadie cuestiona, estadísticas en la mano, que la Comunidad de Madrid es la gran locomotora económica y social de España, y que cuenta con un eficaz equipo de trabajo representado por el vicepresidente Ignacio González. Madrid ha soportado mejor que ninguna otra región una crisis dura. Pero la región crece el doble de la media nacional y es ya la que ostenta el mayor Producto Interior Bruto (PIB) por habitante. La tasa de paro es un 3,7% inferior a la media española. También es la comunidad más competitiva del Estado, según Eurostat, y es indiscutible que su creciente proyección internacional la ha convertido en uno de los territorios más dinámicos del continente. Hasta el punto de que ha conseguido acaparar el 65% de la inversión extranjera que llega al conjunto del país. Estos datos, y algunos más, hablan de un trabajo muy positivo, con un importante componente social. Negar el gran salto adelante de Madrid en Sanidad, Educación o Dependencia es negar la realidad. Otro dato más: Familia y Asuntos Sociales ha duplicado su presupuesto en las dos últimas legislaturas.

¿La receta? Es la opuesta a la que han desarrollado las administraciones socialistas, en general, y el Gobierno de Zapatero, en particular. La dirección de Esperanza Aguirre está sustentada en cinco pilares: austeridad pública –el Presupuesto de 2011 ha sufrido un recorte del 10%–, liberalización económica, bajada de impuestos, seguridad jurídica y estabilidad institucional. Todo ello ha impulsado un marco de confianza favorable a la actividad económica y a la inversión, tanto nacional como extranjera. Con toda justicia, Rajoy elogió ayer la gestión de Aguirre e hizo hincapié en otro aspecto que sirve para valorar todavía más los resultados del Gobierno madrileño: la oposición de Zapatero y las trabas del Ejecutivo central al progreso de Madrid. La realidad demuestra que se ha querido asfixiar a Madrid, como prueba que la inversión del Estado en las comunidades creció un 40,38% en seis años, mientras que en Madrid bajó un 27,8%. A pesar de ello, el progreso de la región es la prueba de que las políticas de Aguirre no son castillos en el aire, sino que funcionan y son las mismas que también se están aplicando con éxito en Europa. Todo ello bajo la batuta de una presidenta capaz y rigurosa.


La Razón - Editorial

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