lunes, 6 de septiembre de 2010

La pseudotregua. Por José Carlos Rodríguez

Zapatero ha caído tan bajo que ni la ETA se lo toma en serio. Le pide todo a cambio de nada. Bienvenidos a la pseudotregua.

ETA ha anunciado la tregua de otoño-invierno que estábamos todos esperando. Lo sabíamos desde el 30 de diciembre de 2006, con el atentado en Barajas de ETA que acabó con la tregua anterior. Jaime Mayor Oreja, el hombre que siempre dice la verdad, lleva meses explicando los perfiles del alto el fuego que la banda iba a anunciar este domingo. Estaba cantado. Zapatero no tiene otra brocha de la que colgarse.

Pero hay algo sorprendente. No es ya que la negociación del Gobierno con ETA que pueda salir de este anuncio fracasará, como lo han hecho los anteriores y como no puede ser de otro modo. Es que el alto el fuego, en los términos anunciado por los tres encapuchados con txapela, no tiene ni la pretensión de llegar a ningún acuerdo. Por un lado, mantiene los objetivos de la banda, que pasan por la secesión de las provincias vascas (y de paso erigirse en el ejército permanente, aunque eso no lo dicen).


Por otro, ni se molestan en mencionar un abandono de las armas o una cesión en algún sentido que diese contenido a una negociación. De lo más que hablan es dejar de "llevar a cabo acciones armadas ofensivas", es decir, matar. Pero el terrorismo no es sólo matar, es también amenazar con hacerlo. Dado que no ha renunciado a volver a cometer un crimen en cuanto lo considere oportuno, ¿qué alcance tiene el alto el fuego? ¿Cuál es la diferencia con el día antes del anuncio de la tregua? Si al menos se comprometiese a no atentar en un año en ninguna circunstancia, sí podríamos pensar que hemos cambiado en algo, pero nada de ello ha habido.

Es más, no renuncian ni a financiarse por cualquier medio o a rearmarse. Por eso sorprende la discusión sobre la verificación o no de la tregua de ETA. ¿Qué es lo que se quiere verificar? Que esto no es la tenencia de armas de destrucción masiva, que ellos no están dispuestos a entregar las armas, que han planteado la pseudotregua como una cesión unilateral por parte de Zapatero mientras ellos se rearman y se aferran a las dádivas del erario público municipal. Si rompen el llamado alto el fuego ya lo comprobaremos sin necesidad de que venga Brian Currin o cualquier otro hombre del maletín.

Pero sí le exigen cesiones al Gobierno del caso Faisán. En el comunicado exigen que se les permita presentarse a las elecciones municipales de 2011, lo que llama "los mínimos democráticos necesarios para emprender el proceso democrático", que en sus palabras es la autodeterminación. Zapatero ha caído tan bajo que ni la ETA se lo toma en serio. Le pide todo a cambio de nada. Bienvenidos a la pseudotregua.


Libertad Digital - Opinión

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