domingo, 29 de agosto de 2010

Recortar los recortes. Por José María Carrascal

Ante un otoño políticamente dramático, el Gobierno recorta los recortes y reaviva las dudas sobre su plan de ajuste.

LA mejor receta para superar la crisis se la he oído a Carlos Ocaña, subsecretario de Estado de Hacienda: «Vivir de acuerdo con nuestras posibilidades». Lo malo es que el gobierno del que forma parte sigue gastando en obra pública, pese a tener ya más autovías que ningún otro país de Europa tras Alemania y ser el primero en líneas de alta velocidad.

Que los españoles hemos venido viviendo por encima de nuestras posibilidades es ya un lugar común en los medios financieros. Yo lo he constatado en cada viaje a Alemania y Estados Unidos, dos países con mucho más desarrollo, tecnología y recursos que el nuestro. Sin embargo, el alemán y el norteamericano medio se permiten menos lujos que nosotros. No comen tantas veces en los restaurantes, ni pasan tantas horas en el bar, ni tienen tantos días libres, ni están tan protegidos contra el despido. Me refiero, naturalmente, a los españoles con empleo fijo. Los demás, tienen que apañarse con el subsidio, el apoyo familiar y el trabajo negro. Pero eso no incrementa la riqueza general. La disminuye.


Nada de extraño que nuestra crisis sea más difícil de atajar que la de los países de nuestro entorno. Pues lo más grave es que si los españoles venimos viviendo por encima de nuestras posibilidades, nuestras tres Administraciones, a nivel municipal, autonómico y nacional, han sobrepasado hace mucho las suyas.

Si queremos superar la crisis, esas ínfulas de nuevo rico deberán acabarse. Tanto a nivel personal como gubernamental, tendremos que empezar a vivir de acuerdo con nuestras posibilidades, y lo primero que hay que preguntarse es si un país como el nuestro puede permitirse tantos funcionarios, festejos, autovías, aeropuertos, pabellones de deportes, palacios de congresos, filarmónicas, subvenciones, premios, concursos y trenes de altísima velocidad. ¿Saben ustedes lo que cuesta no ya el tendido, que es astronómico, sino el mantenimiento de la vía del AVE? Pues 100.000 euros por kilómetro al año, que se convierten en 180.000 si es en túnel. ¿Puede España permitirse tales lujos? Yo pienso que no y sospecho que el señor Ocaña tampoco. De ahí su advertencia. Que no ha servido, al parecer, de mucho.

En la primavera, Europa obligó al Gobierno español a recortar drásticamente sus gastos, ya que estaba poniendo en peligro el propio euro. Ante un otoño que se presenta políticamente dramático, sin embargo, el Gobierno ha recortado los recortes, con lo que reaviva las dudas sobre su plan de ajuste. Pero a Zapatero sólo le importan las elecciones. El resto es «intendencia», algo que no preocupa a quienes, como él, nunca han tenido el problema de cómo llegar a fin de mes.


ABC - Opinión

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