Prestigio sí, rentabilidad económica y rédito político para Zapatero no. A pesar de la euforia desatada por el triunfo en el Mundial, los españoles son realistas. Eso indica la encuesta que ha realizado NC Report para LA RAZÓN sobre las consecuencias que tendrá la victoria de la selección española en el Mundial. Según un 75,6 por ciento de los encuestados no creen que nuestra condición de Campeón del Mundo de fútbol tenga efectos en la recuperación económica de España. Una abrumadora mayoría, un 90,1 por ciento de los encuestados, sí que está convencida que nuestro prestigio va a aumentar en el extranjero. Sin duda la imagen de esfuerzo, talento y nobleza que han mostrado nuestros jugadores les convierten en nuestros mejores embajadores en el mundo. Sobre la posibilidad de que esta victoria sea un balón de oxígeno para el presidente del Gobierno son más que escépticos. Un 59,7 por ciento desdeña esa posibilidad. El triunfo de la selección no revertirá en la percepción que se tiene de este Ejecutivo.
Es evidente que, aunque la victoria en el Mundial será un recuerdo imperecedero, en los próximos días –coincidiendo con el Debate sobre el Estado de la Nación–la situación política y económica que atraviesa España irá recuperando protagonismo. Así las cosas, este éxito deportivo no se va a convertir en un aliado de Zapatero hasta el punto de reforzar su imagen ante el electorado.
Según la encuesta de NC Report, si se celebraran elecciones generales en estos momentos, el PP lograría el 45,22 por ciento de los votos, 4,84 puntos más que en 2008, y rozaría la mayoría absoluta, al lograr entre 173 y 175 diputados. Por contra, el PSOE retrocedería 8,57 puntos y bajaría al 35,79 por ciento de los votos validos, que se traducirían en entre 137 y 139 diputados.
Es evidente que el electorado castigaría a Zapatero por su gestión de la crisis económica. A pesar de todas las medidas que está tomando, éstas no terminan de convencer a los electores, bien porque consideran que han sido tomadas demasiado tarde, bien porque consideran que están siendo insuficientes. Lo cierto es que el presidente del Gobierno ha perdido numerosas oportunidades para insuflar confianza tanto a los mercados financieros como a los ciudadanos. Las cifras del paro pesan como una losa en el debe de Rodríguez Zapatero. También le ha pasado factura la sensación de que el Gobierno se ha movido a golpes de improvisación sin que tuviese un proyecto sólido y estructurado.
Así, va cobrando fuerza la convicción de que Mariano Rajoy y el Partido Popular son la gran alternativa que este país necesita. Durante estos meses el líder del PP se ha mostrado mucho más convincente que Rodríguez Zapatero. Y hay hechos para constatarlo. En numerosas ocasiones Rajoy le ha recordado al jefe del Ejecutivo que las medidas que ha asumido por recomendación de la Unión Europea y otros organismos internacionales eran las mismas que él le iba proponiendo en los sucesivos debates parlamentarios. Indirectamente, la UE ha avalado las fórmulas para salir de la crisis que Rajoy ha expuesto en la Cámara Baja. Es evidente que los ciudadanos piden otro escenario político y que, hoy por hoy, el PP es el único partido capaz de ofrecérselo.
Según la encuesta de NC Report, si se celebraran elecciones generales en estos momentos, el PP lograría el 45,22 por ciento de los votos, 4,84 puntos más que en 2008, y rozaría la mayoría absoluta, al lograr entre 173 y 175 diputados. Por contra, el PSOE retrocedería 8,57 puntos y bajaría al 35,79 por ciento de los votos validos, que se traducirían en entre 137 y 139 diputados.
Es evidente que el electorado castigaría a Zapatero por su gestión de la crisis económica. A pesar de todas las medidas que está tomando, éstas no terminan de convencer a los electores, bien porque consideran que han sido tomadas demasiado tarde, bien porque consideran que están siendo insuficientes. Lo cierto es que el presidente del Gobierno ha perdido numerosas oportunidades para insuflar confianza tanto a los mercados financieros como a los ciudadanos. Las cifras del paro pesan como una losa en el debe de Rodríguez Zapatero. También le ha pasado factura la sensación de que el Gobierno se ha movido a golpes de improvisación sin que tuviese un proyecto sólido y estructurado.
Así, va cobrando fuerza la convicción de que Mariano Rajoy y el Partido Popular son la gran alternativa que este país necesita. Durante estos meses el líder del PP se ha mostrado mucho más convincente que Rodríguez Zapatero. Y hay hechos para constatarlo. En numerosas ocasiones Rajoy le ha recordado al jefe del Ejecutivo que las medidas que ha asumido por recomendación de la Unión Europea y otros organismos internacionales eran las mismas que él le iba proponiendo en los sucesivos debates parlamentarios. Indirectamente, la UE ha avalado las fórmulas para salir de la crisis que Rajoy ha expuesto en la Cámara Baja. Es evidente que los ciudadanos piden otro escenario político y que, hoy por hoy, el PP es el único partido capaz de ofrecérselo.
La Razón - Editorial
0 comentarios:
Publicar un comentario