martes, 25 de noviembre de 2008

Zarzuela reconoce la participación del Rey Juan Carlos en la 'Operación Lukoil'


El Palacio de La Zarzuela reconoció ayer, a preguntas de este diario, la participación del Rey Juan Carlos en la aparición de la petrolera rusa Lukoil como potencial comprador del 20% que la constructora Sacyr-Vallehermoso posee en Repsol, aunque matizando que se trata de una situación normal en la tradicional política de apoyo del Monarca a las empresas españolas en el exterior. De acuerdo con distintas fuentes, habría sido el propio Juan Carlos I quien habría logrado cambiar la actitud de Rodríguez Zapatero, inicialmente contrario a la solución rusa, por el apoyo a la misma. El Gobierno sigue sumido en plena marejada, entre partidarios y opositores a Lukoil.

El responsable de relaciones con los medios de comunicación del palacio de la Zarzuela, Juan González Cebrián, aseguró ayer que “de acuerdo con una línea de conducta establecida con este y otros Gobiernos, el Rey ha estado apoyando las relaciones de España con Rusia, como lo ha hecho también con otros países, caso de Estados Unidos con los Gobiernos González o Marruecos con los de Aznar. Se trata de aprovechar la aportación diplomática de Su Majestad en la preparación de un clima propicio para la expansión de nuestras empresas. Todos los Gobiernos lo han utilizado en este sentido. El Rey abre relaciones como especialísimo embajador de España que es, y luego son las empresas las que hacen su trabajo”.

¿Cuál ha sido la participación concreta del Rey Juan Carlos en este episodio? “Obviamente no es que sea el Rey quien coge el teléfono y llama directamente a Putin o Medvédev para que se haga tal o cual operación. En este sentido, no ha tenido una participación directa. Su papel consiste en favorecer un clima de entendimiento entre ambos países, lograr un buen nivel de relaciones que luego pueda ser aprovechado por las empresas españolas. En suma, el Rey es quien posibilita unas buenas relaciones, lima posibles diferencias y, en definitiva, abre las puertas, para que detrás vengan las empresas y se aprovechen para hacer sus negocios”.

El futuro de Sebastián y los silencios de Solbes

¿Fue el Rey quien hizo cambiar de opinión a Zapatero respecto a Lukoil? “No me consta, aunque los contactos son frecuentes, porque prácticamente despachan todas las semanas, como es público”. El caso es que en el entorno del PSOE y del propio Gobierno sigue siendo un misterio el cambio de opinión del Presidente respecto a Lukoil. “Se trata de una opción muy personal, muy suya, que no apoya su entorno más tradicional”, señala una fuente conocedora de la situación.
Quien menos apoya es el ministro de Industria, Miguel Sebastián, quien, a pesar de la estrecha relación que le unía con Luis del Rivero, presidente de Sacyr-Vallehermoso, está enfrentado al presidente en un asunto en el que tiene todas las de perder. El futuro de Sebastián, que parece haber perdido influencia sobre Rodríguez Zapatero y su entorno, podría estar jugándose en esta partida. No menos llamativo resulta el estrepitoso silencio mantenido hasta ahora en esta pelea por el vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes.


Moncloa busca cómo salvar a Sacyr ante el recelo que provoca Lukoil en Repsol

El problema de Sacyr es una patata caliente para el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, que busca soluciones de urgencia para evitar el colapso de la constructora, y con él, las graves consecuencias para el sistema financiero español. Sacyr, agobiada por una deuda de más de 18.000 millones, se ha visto forzada a vender el 20% que tiene de Repsol. Pero la opción del grupo ruso Lukoil, uno de los candidatos, se ha topado con una tormenta política y numerosos problemas financieros.

En una parte del Gobierno (la más vinculada con el ministro de Industria, Miguel Sebastián), Lukoil produce urticaria, igual que en la oposición, que ha encontrado un filón perfecto contra Zapatero. Ayer, la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, dijo que con su comportamiento sobre la operación de Lukoil, el Gobierno "pone en riesgo el bienestar de las familias españolas".

Financieramente, la opción de Lukoil presenta numerosas dudas. Lukoil, que tiene los peores rating financieros de su sector (ver EXPANSIÓN de ayer), quiere comprar a crédito. Las entidades acreedoras de Sacyr –Santander, Caja Madrid, Citi, Calyon y otros 40 bancos– se reunirán hoy para seguir negociando las condici0nes por las que la empresa rusa podría quedarse con el préstamo de 5.200 millones que en su día recibió la constructora para entrar en Repsol.

La Caixa, que también quiere vender parte de su 12% en Repsol, se ha sumado a las negociaciones y está dispuesta a ser financiador de Lukoil. El problema es que las entidades que prestaron a Sacyr exigen garantías adicionales a Lukoil, y no están dispuestas a dar más dinero al margen de la subrogación de los 5.200 millones.

El Gobierno busca opciones políticamente más viables, como algún candidato de la UE

En principio, Lukoil, que quiere llegar al 29,9% de Repsol, necesitaría al menos otros 4.000 millones adicionales, si se mantiene el precio de 27 euros por acción que se baraja para la operación de compra. Esos 5.200 millones, por otra parte, no sólo pesan sobre Sacyr. Más de la mitad de las 40 entidades que sindicaron ese préstamo (y más de la mitad de su volumen), son bancos y cajas españolas.

Moncloa teme que la agonía de Sacyr arrastre al sistema financiero español. De ahí que Zapatero busque una solución a la desesperada. Si no fuera por las ampollas que genera Lukoil, la opción rusa le parecería bien. El temor al desgaste político, sin embargo, le ha obligado a sondear otras opciones, en especial dentro de la UE.

El grupo francés Total también ha estado mirando la compra de Repsol. Pero no se conformaría con el 20% y, ni mucho menos, pagaría 27 euros por una acción de Repsol que en bolsa vale 14 euros.

Algunas fuentes cercanas al Gobierno indican que Zapatero podría haber invitado al Gobierno de Nicolas Sarkozy (con el que tiene una deuda incalculable por haberle dejado un hueco en la reunión del G-20), a que anime al grupo Total a lanzar una opa sobre Repsol.

Total ha estado mirando el cuaderno de venta del 20% de Repsol, pero quiere todo el grupo

De hecho, en los mismos bancos que renegocian la deuda de Sacyr se espera una especie de subasta internacional de Repsol, como ocurrió con Endesa. Desde el ámbito sindical se animó ayer a que sea el Estado el que compre a Sacyr. De hecho, la opción de que sea la Sepi la que se haga cargo de ese 20% de Repsol vuelve a aparecer como mal menor.

Por otra parte, Jesús Fernández de la Vega, hermano de la vicepresidenta primera del Gobierno, ha sido nombrado presidente de la Fundación Repsol, confirmaron a Efe fuentes de la petrolera.

Repsol y Sebastián niegan el veto político a Lukoil en 2006
Repsol YPF aseguró ayer que el presidente del grupo, Antonio Brufau, no recibió "indicación alguna" por parte de "ninguna persona ni de instancia externa a la compañía" para oponerse a la entrada de Lukoil en la compañía hispano argentina a comienzos del año 2007.

La compañía respondió así a informaciones que aseguraban que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, vetó en 2006 la entrada de la empresa rusa. "Repsol descartó en enero de 2007 un posible acuerdo con Lukoil", que incluía un cruce accionarial y compartir reservas, por la "inoportunidad de modificar la estructura accionarial de la empresa", tras la incorporación al accionariado de Sacyr Vallehermoso. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, también negó ayer el veto del Gobierno, y aseguró que la entrada de Sacyr en Repsol fue "voluntaria" y "estrictamente empresarial". El ministro insistió en que "el Gobierno en absoluto participó en esa decisión". Sebastián también negó conocer el interés de la francesa Total por la empresa española.

Una relación que se remonta a hace cinco años
- 2003. Las relaciones entre Repsol YPF y la que puede convertirse en su nuevo socio estratégico se remontan a 2003, cuando la empresa española tanteó el mercado ruso para penetrar en los gigantescos yacimientos petrolíferos y de gas del país. El objetivo era asociarse en proyectos exploratorios en el mar Caspio. Pese a las reuniones que mantuvieron en Moscú directivos de ambas empresas, los contactos no fructificaron.

- 2006. Repsol reabre su oficina en Moscú para intentar, de nuevo, hacerse un hueco en el mercado energético del país. El objetivo de Repsol era llevar Gas Natural Licuado (GNL) ruso de Yamal (Siberia) a su proyectada planta regasificadora de Canaport (Canadá).

- Mayo de 2006. Repsol consigue entrar en la compañía Too Zambai, en Kazajistán, con un 25% del capital. Sus socios son KMG (KazMunaiGas, la compañía nacional) con un 50% y Lukoil con el 25% restante.

- Octubre de 2006. Repsol se asocia de nuevo con Lukoil y KMG para la investigación de dos bloques exploratorios en el Caspio.

- Finales de 2006. La petrolera española inicia negociaciones con Lukoil para darle entrada en su capital con el 20% del capital a cambio de un paquete accionarial o de activos petrolíferos. El objetivo de los gestores de la empresa española era aumentar sus reservas de crudo accediendo a los campos de la petrolera rusa.

- Enero de 2007. Repsol rompe con Lukoil. La empresa rusa quería adquirir un 20% del capital de la compañía española a cambio de menos de un 12% de sus acciones.

- Septiembre de 2008. Lukoil vuelve a cruzarse en el camino de Repsol. El grupo Sacyr Vallehermoso pone a la venta su participación en la empresa española por sus problemas financieros y llama a la puertas de la petrolera rusa por su conocido interés en la compañía presidida por Antonio Brufau.


elEconomista.es: El Gobierno echa el freno a la venta de Repsol ante la presión diplomática

El Gobierno ha decidido echar el freno a la operación de compra de Repsol por la rusa Lukoil. La presión recibida durante este fin de semana por parte de la diplomacia internacional hizo que ayer destacados miembros del Ejecutivo comenzarán a dar señales de que la venta del 20% de la petrolera podría haber entrado en una vía muerta. Fuentes cercanas a la petrolera también confirmaron que "ya es muy difícil que la operación salga adelante".

La Caixa, que fue la primera en confirmar "el principio de acuerdo" con Lukoil, no está dispuesta a dar el primer paso en la venta. La entidad financiera no necesita colocar su participación y, por lo tanto, quiere que sea Sacyr la que le ponga el cascabel al gato, es decir, la que dé el primer paso para cerrar la operación.

La operación tardará días

El director general de la entidad, Juan María Nin, ya aseguró el sábado que la operación podría tardar días o semanas en cerrarse, si es que se cerraba. Para La Caixa la venta supone un apunte contable de una participación con importantes plusvalías, ya que no recibiría un euro, pero con garantías muy complicadas, ya que se considera que podría ser muy difícil reclamar a la petrolera rusa cualquier activo en el caso de que se produjera un impago.

Las entidades acreedoras de Sacyr (SYV.MCSACYR) tienen previsto mantener hoy una reunión en la que se pueden dar pasos muy significativos: o cerrar un acuerdo para financiar la compra del 20% de Repsol, o dar casi por muerta la operación.

Por el momento, ambos escenarios están aún abiertos, pero todo apunta a que sin el visto bueno político la entrada de Lukoil comienza a estar condenada al fracaso.

Prueba de ello fueron algunas de las declaraciones que se realizaron ayer desde el Gobierno. El secretario de estado de Economía, David Vegara, aseguró que la operación con Lukoil está en un estado muy inicial y que se tendrá que analizar para ver cómo puede afectar a la garantía de suministro.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, volvió a insistir en que su departamento "prefiere" que Repsol sea un grupo español, pero "no interfiere" para que sea así. No obstante, preguntado por si el Gobierno tomaría cartas en el asunto si Lukoil toma una participación significativa en la petrolera, afirmó que "es diferente una participación que una gran participación", y añadió que "el tamaño también es importante".

Sebastián indicó que el objetivo a partir de ahora es encontrar una fórmula para "casar que Repsol sea española con el respeto a las reglas del mercado". En todo caso, insistió en que "se habla de una operación que no existe y de los deseos de compradores y vendedores de hablar para llevar a cabo una operación".

"Al menos, yo no conozco la operación", añadió, pese a que la Caixa confirmó a la CNMV un acuerdo de principio con Lukoil y a las reuniones mantenidas por el propio ministro con importantes representantes de los vendedores en las últimas semanas.

El ministro recordó que España no sólo ha sido un país "inversor en el exterior", sino también "receptor" pero es verdad que "hay sectores estratégicos que tienen un tratamiento especial", advirtió.

Sebastián hizo además una distinción entre países como España o Reino Unido, donde se vetó la entrada de Lukoil, y en los que los grupos energéticos quedaron privatizados, y "algunos países europeos en los que buena parte de las empresas energéticas están en manos públicas".


Finanzas.com: Nueva reunión de los bancos para salvar la operación Lukoil

La Caixa y las entidades acreedoras de Sacyr --Santander, Caja Madrid, Citigroup y Calyon-- se reunirán hoy para negociar las condiciones del préstamo a Lukoil para que la petrolera rusa pueda hacerse con el 20% de Repsol en manos de la constructora, informaron en fuentes del sector financiero.

La Caixa y las entidades continuarán así la reunión que celebraron el pasado viernes para estudiar las maneras de reformular el crédito de la constructora y adaptarlo a las condiciones de Lukoil con vistas a su entrada en el accionariado de Repsol.

El encuentro del viernes se centró en estudiar las garantías que habría que pedir a Lukoil y cómo se podría estructurar el préstamo, en el actual escenario de dificultades de financiación ante el cierre de los mercados mayoristas. La Caixa, que anunció la celebración de este encuentro entre entidades para analizar la financiación de la entrada de Lukoil en Repsol, está dispuesta a vender parte de su participación indirecta en la petrolera a través de Criteria, condicionado al cierre del acuerdo de venta entre Sacyr y Lukoil.

En la actualidad, la Caixa controla un 14,123% de la petrolera, en la que también participan la aseguradora Axa (4,2%) y Pemex (3%). La caja catalana articula su participación a través de su sociedad conjunta con Caixa Catalunya, Repinves, (6,1%) y de Criteria (9,1%).

Repsol subió ayer un 7,84% en bolsa, Criteria se anotó avances del 5,16% y Sacyr Vallehermoso, por contra, se dejó un 4,95% a la espera de noticias sobre el interés y las negociaciones de Lukoil para hacerse con casi un 30% del capital social de la petrolera.

Las firmas involucradas en el eventual movimiento corporativo en torno a la empresa que preside Antonio Brufau registraron esta tendencia en bolsa en una jornada en la que el Ibex 35 se disparó un 8,13%, anotándose la cuarta mayor subida del año.

Por su parte, los títulos de Lukoil se anotaron una subida del 9,19% en la Bolsa de Moscú y cerraron a 30,90 dólares (24 euros), mientras que las acciones de la compañía rusa que se negocian en el parqué de Londres terminaron la jornada en 24,21 euros, lo que significa una subida del 8,66%.

Sacyr financió la compra del 20% de Repsol YPF con un préstamo sindicado en el que participan 48 bancos que a cierre del pasado mes de septiembre presentaba un saldo de 5.143 millones de euros. El plazo de vencimiento es de cinco años.

En virtud de las condiciones pactadas con dichas entidades, Sacyr debe aportar garantías adicionales a los bancos si, además de otros distintos ajustes, durante tres días consecutivos el ratio entre el valor de mercado de las acciones de Repsol (que Sacyr puso como garantía de la financiación) y el saldo vivo de la deuda del grupo constructor relacionada con la petrolera desciende del 105%. A partir de este próximo mes de diciembre no deberá ser inferior al 115%.

Dados los descensos de la bolsa de los últimos meses, recientemente el grupo que preside Luis del Rivero reconoció que tuvo que volvió a pignorar (hipotecar) parte del capital social de Testa, su filial de patrimonio, para aportar garantías adicionales.


CincoDías.com: La entrada de Lukoil en Repsol se complica por las dificultades financieras y políticas

La compra de un 30% de Repsol por parte de Lukoil se enreda. La decisión de la rusa de no aportar otras garantías que no sean las acciones de la petrolera no convence a los 48 bancos acreedores de Sacyr que van a traspasarle un préstamo de 5.175 millones. Además, las presiones políticas europeas y las disidencias en el Gobierno no favorecen el desenlace que desean los partidarios de la venta.

Los ánimos comienzan a enfriarse en torno a Repsol: los dos principales accionistas, Sacyr Vallehermoso y La Caixa, que habían acordado vender a la rusa Lukoil casi un 30% de la petrolera, veían ayer cómo se desinflaban sus expectativas. Por un lado, por las dificultades para un acuerdo sobre la financiación de la operación, cuyas negociaciones dirige la propia entidad catalana y, por otro, por las disidencias internas del Gobierno, de La Caixa y de la propia Repsol, así como las presiones crecientes de otros países europeos para que se frene la entrada de la compañía rusa.

En cuanto a la refinanciación del crédito de 5.175 millones que Sacyr mantiene con 48 bancos y, que según lo acordado, se traspasará a la rusa, existe un importante escollo: ésta pretende, como es el caso de la constructora, avalar el préstamo con las propias acciones de Repsol (pignoración) pero, a diferencia de aquélla, se niega a aportar garantías añadidas en el caso de una depreciación de la cotización. Fuentes financieras aseguran que, en ningún caso se subrogará este préstamo (que implica la firma de un contrato con nuevas condiciones) sin avales que respalden la posible caída en Bolsa.

La cuestión no deja de ser llamativa, pues si Lukoil compra a unos 28 euros por acción, cuando ayer cerró a 15 euros, tras repuntar un 7,8%, el nivel a partir del cual deben aportarse dichas garantías debe situarse por debajo de este precio, que está muy alejado del que pagaría finalmente.

En cualquier caso, las mismas fuentes señalan que una de las entidades más desanimadas es la propia Caixa, que, además, sería la financiadora de los más de 4.000 euros que le restarían a Lukoil para financiar hasta el 30%. 'Es muy difícil que siga adelante una operación en la que el comprador está dispuesto a pagar el doble sin poner dinero', añaden. Hoy está previsto que los bancos acreedores se reúnan para acordar una propuesta que, en principio, entregarán esta semana al grupo ruso.

También las presiones políticas y las disensiones en el Gobierno podrían dar al traste con la entrada de Lukoil. Además de los ataques persistentes del Partido Popular y otras formaciones de la oposición, fuentes próximas al Ejecutivo aseguran que el presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, que hasta ahora había apoyado la operación estaría reconsiderándola a la vista de que otros miembros de su Gabinete no la ven con buenos ojos. Y, pese a la suave posición de Bruselas, Zapatero también habría recibido presiones de otros países europeos para que frene al grupo ruso.

El ministro de Industria, Miguel Sebastián, insistió ayer en que Repsol 'debe seguir siendo española' y negó haber desempeñado ningún papel en la entrada de Sacyr en Repsol en 2006. El titular de Industria reiteró que el Gobierno 'no se mete en operaciones empresariales'. Por su parte, el secretario de Estado de Economía, David Vegara, advirtió que la entrada de Lukoil en Repsol está en una fase 'muy inicial, que está dando los primeros pasos', por lo que 'no se conocen bien ni están cerrados los detalles. Vegara insistió en que una de las preocupaciones del Gobierno 'es la garantía de suministro' y eso es algo que 'se tendrá en cuenta en su momento', informa Europa Press.

Nombramiento

Reino Unido es el país comunitario que más reticencias ha mostrado hacia Rusia. Frente a éste, otros como Alemania, Francia, Italia y la propia España son partidarios de estrechar lazos con el gigante europeo y pasar página por el conflicto de Georgia.

La petrolera negoció un cruce de participaciones

Repsol desveló ayer en un comunicado que a finales de 2006 mantuvo negociaciones con Lukoil para un intercambio de participaciones accionariales y un acuerdo sobre reservas de petróleo. De esta manera, la empresa española podía anotarse las reservas correspondientes a su capital en la rusa y compensar las suyas, que ese año tuvo que recortar en un 25%.

Frente a informaciones que achacaban ayer al Gobierno la ruptura de estos contactos en enero de 2007, Repsol aseguró que éstas se suspendieron por decisión de la propia compañía para evitar que Sacyr Vallehermoso, que acababa de comprar el 20% de Repsol, quedase diluido en la nueva estructura. Según el comunicado, se consideró oportuno romper las negociaciones y no 'modificar la estructura accionarial'.

Salvo en reservas, donde Lukoil mantiene una gran ventaja a Repsol (15.700 millones de barriles frente a 2.600), el tamaño de ambas compañías es similar. Hasta el punto de que el canje pactado para el citado cruce de acciones era de 13 sobre 10. El líder del PP, Mariano Rajoy, va a preguntar mañana en el Congreso a José Luis Rodríguez zapatero si sus colaboradores más directos han tenido una participación activa en la operación.


Cotizalia

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