sábado, 29 de enero de 2011

El Pacto del Lunes Negro: ¿a qué -o quién- le tiene miedo el PP?. Por Federico Quevedo

El pasado domingo, durante la Convención del PP en Sevilla, me acerqué un momento al diputado popular y portavoz en la Comisión de Cultura, José María Lasalle, para informarme sobre cómo iban las negociaciones con el Gobierno respecto de la Ley Sinde y si iba a producirse algún acuerdo. “Yo estoy aquí”, me dijo, dándome a entender que había pocas probabilidades para el pacto mientras el Gobierno no se aviniera a las condiciones que, aparentemente, estaba poniendo el PP, que no eran otras que la garantía de una tutela judicial absoluta en todo el proceso y la supresión del canon digital o ‘compensación por copia privada’, que es como muy eufemísticamente llaman el Gobierno y los cuatreros de la SGAE a este impuesto preventivo, que parte de la base de que todos los que compramos tecnología somos unos ladrones y lo hacemos para estafar a los autores.

Eso era el domingo, y más o menos seguía siendo así el lunes por la mañana, según mis fuentes en el PP, aunque ya entonces estaban haciendo efecto las presiones que sobre el Partido Popular venían haciendo editores, autores y productores para que cambiara de postura y aceptara la Ley Sinde. Quiero recordarles a ustedes, para que a nadie se le olvide que, por ejemplo, la supresión del canon digital fue un compromiso adquirido personalmente por el propio Mariano Rajoy, líder del PP y candidato a presidente del Gobierno en las próximas elecciones generales.


De hecho, en la enmienda que el Partido Popular presentó a la Ley de Economía Sostenible en la que iba anexa la disposición sobre el cierre de páginas web también conocida como Ley Sinde, el PP exigía la supresión, sin condiciones, del Canon Digital. En aquel momento lo que el Partido Popular pretendía era que se negociara otro mecanismo de compensación, porque lo que no tenía, ni tiene, sentido era que al penalizar la copia privada y privar, por lo tanto, al usuario de ese derecho, se mantuviera vivo este impuesto preventivo que engorda las arcas nada transparentes y sí muy sospechosamente corruptas de la SGAE y los amigos de Teddy Bautista. Sin embargo, entre los partidarios de la Ley Sinde, es decir, de cerrar páginas web sin tutela judicial y seguir cobrando el canon, se encontraba en aquel entonces el presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia. Pero después de que el Congreso rechazara, con los votos del PP y de los nacionalistas, la Ley Sinde y ‘apeara’ esa disposición de la Ley de Economía Sostenible, comenzaron las presiones a los partidos políticos por parte de los editores y productores y, sobre todo, por parte de la Embajada de Estados Unidos ya que lo que más se descarga en nuestro país es producto americano cien por cien.
«El caso es que Álex de la Iglesia comprendió que las razones de los internautas eran de peso, y mientras él se acercaba a las posiciones de un colectivo de millones de personas, en el Partido Popular se empezaba a recorrer el camino contrario.»
A su vez, De la Iglesia se reunía con los internautas en un intento por comprender sus posiciones, que no eran otras que la garantía de que no se pudiera cerrar ninguna página web sin que la tutela judicial estuviera presente a lo largo de todo el proceso, de principio a fin, lo que dejaba fuera del mismo a la Comisión Administrativa prevista en la Ley por tratarse de un organismo de clara significación política y sospechoso de actuar de modo arbitrario, y la supresión del canon digital hasta que se pudiera encontrar otro mecanismo que compensara a los autores sin que eso significara tratar a todos los ciudadanos como delincuentes en potencia. El caso es que Álex de la Iglesia comprendió que las razones de los internautas eran de peso, y mientras él se acercaba a las posiciones de un colectivo de millones de personas, que es verdad que resulta difícil de coordinar fuera de la Red, pero que en Internet puede ser muy activo y, si quieren, peligroso, en el Partido Popular se empezaba a recorrer el camino contrario. ¿Por qué? ¿Qué hay de fondo en este cambio de postura?

Porque, seamos sinceros: una vez leída la enmienda conjunta PSOE-PP con detenimiento, hay que concluir que el PP se la ha envainado, como se dice popularmente, y se ha dejado llevar al terreno en el que se mueve como pez en el agua la ministra de Cultura, facilitándole a ésta una victoria que nunca debería de haberse producido, y ofreciendo los populares, sin embargo, la imagen de una bajada de pantalones sin precedentes, y sin que nadie entienda a cuento de qué. Y es que donde antes decía digo, ahora el PP dice Diego y se ha quedado tan pancho: la tutela judicial es de risa porque, al final, la batuta del proceso sigue quedando en manos de una Comisión Administrativa cuyos integrantes va a nombrar el Gobierno, y donde antes pedía que se retirara el canon digital ahora se limita a darle tres meses al Gobierno para que lo modifique, supuestamente adaptándolo a la sentencia de los tribunales europeos, pero tampoco eso queda claro. O sea, que el único partido con posibilidades de hacer naufragar la intención del Gobierno de practicar y aplicar la censura previa, de vulnerar el artículo 20 de la Constitución y de llevarse por delante la inviolabilidad constitucional de la propiedad privada, se ha bajado del caballo y se ha subido al carro de los enemigos de la libertad. ¡Manda huevos!, que diría Trillo.

¿Tenía algo que ver el Pacto del Lunes Negro con la entrevista que ese mismo día, por la noche, le iba a hacer -y le hizo- Gloria Lomana a Mariano Rajoy en Antena 3? No lo sé, eso dicen por ahí, pero si es así no llega ni a plato de lentejas y se queda en un aperitivo de kilos. Lo que me pregunto es por qué el PP siempre se deja seducir por los mismos… ¿Qué tienen los editores? ¿Qué tienen los de la FAPE? ¿Qué tienen los de la SGAE? ¿Por qué les dan tanto miedo al PP? ¿De verdad piensa Mariano Rajoy que este pacto le va a dar un solo voto de quienes nunca jamás van a votarle ni a él ni al PP? ¿Por qué la derecha siempre cede ante los mismos, por qué lo hizo Aznar con PRISA, y por qué lo hace ahora Rajoy con Lara y sus amigos editores, productores y autores?

Me consta que lo ocurrido el pasado lunes ha generado mucho malestar en el PP, porque una gran parte de los dirigentes, y ya no digamos de los militantes, de ese partido no lo entienden. Por eso, desde estas líneas, y dado que todavía queda tiempo en la tramitación parlamentaria, animo a todos ellos a que exterioricen ese malestar para que el PP de marcha atrás y vuelva a la senda de la que nunca debió haber salido y que, aunque no lo crea, puede causarle un serio disgusto.


El Confidencial - Opinión

0 comentarios: