lunes, 16 de agosto de 2010

Ministro, ¿de dónde?. Por José María Carrascal

¿Qué puede esperarse de un gobierno que ha venido dando todo tipo de facilidades a Gibraltar para que alcance su sueño de miembro de pleno derecho en la CE?

INDEPENDIENTEMENTE de los derechos seculares de España sobre Melilla, siento envidia de la actitud marroquí en el contencioso. Ellos creen que la ciudad les pertenece y buscan por todos los medios anexionársela. Sin que haya la menor fisura en su actitud. Rey y pueblo, Gobierno y oposición respaldan esa postura y avanzan sus peones por todas las vías a su alcance, incluidas las ilegales. Podrá tachárseles de transgresores, pero no de antipatriotas.

¡Qué diferencia con nuestra actitud ante Gibraltar! En Gibraltar, quienes vienen transgrediendo la legalidad desde el momento mismo de su ocupación son los ingleses y los gibraltareños. Durante dos siglos y medio, España utilizó todas las armas a su alcance para recuperar la Roca, logrando que la ONU reconociese sus derechos sobre ella. Pero en el último medio siglo no ha hecho más que ceder posiciones, hasta convertirse hoy en la principal defensora de los intereses de los colonialistas, esto es, en enemiga de los suyos, pese a las injurias, escarnios y expolios que continúa sufriendo por parte de aquéllos.

Fíjense en lo que está ocurriendo en La Línea. El alcalde, para compensar las pérdidas que le supuso el bloqueo de la carta económica de 2003, intenta establecer un peaje al paso por la ciudad de los vehículos camino del Peñón. Eso, naturalmente, dañaría la economía gibraltareña, por lo que sus autoridades han puesto el grito en el cielo. Lógico. Lo ilógico es que el Gobierno español les apoye y trate de impedir el peaje. Aunque ¿qué puede esperarse de un Gobierno que ha venido dando todo tipo de facilidades a Gibraltar para que empiece a vivir por su cuenta y alcance su sueño de miembro de pleno derecho en la Comunidad Europea? Un Gobierno que ha reconocido de facto a sus autoridades, al aceptarlas en la mesa de negociaciones sobre la Roca, aunque la ONU sólo señala como interlocutores a Londres y Madrid. Un Gobierno que ha enviado a su ministro de Exteriores en viaje oficial a la colonia y viene cerrado los ojos ante el expansionismo de la misma por tierra, mar y aire, a nuestra costa, naturalmente. Pues ¿saben ustedes qué transportan esos camiones que cruzan La Línea, que el alcalde intenta gravar? Pues no sólo los alimentos que alimentan la colonia, sino también escombros con los que se está ampliando el Peñón hacia el Este, para construir un gran centro turístico en aguas nunca cedidas por España. O sea que están ampliando un Gibraltar no español con tierra y piedras españolas. A veces me pregunto de dónde es ministro de Exteriores Moratinos, de Cuba, de Venezuela, de Marruecos o de España.
Ahora comprenderán mi envidia de Marruecos al respecto.


ABC - Opinión

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