El señor Peña finalmente alarma, porque es claro que cuando pide "más Europa" no está pidiendo más libertad y menos impuestos, y su última frase revela totalitarismo: habla efectivamente del Gobierno como si fuera la sociedad misma.
El presidente del Consejo Económico y Social, Marcos Peña, declaró a Expansión: "Todos los países se han visto abocados a compaginar sus políticas de austeridad con los estímulos económicos, y en este caso, España ha optado por el masoquismo fiscal... hace falta más Europa para salir de la crisis... España tiene que saber de qué quiere vivir en el futuro, para pensar de dónde sacar los ingresos capaces de resolver el problema del déficit público".
Si cuando el señor Peña dice España se refiere a los españoles, entonces es patente que se equivoca, puesto que todo indica que los españoles no experimentan ningún gozo al ser maltratados o humillados.
Si cuando el señor Peña dice España se refiere a los españoles, entonces es patente que se equivoca, puesto que todo indica que los españoles no experimentan ningún gozo al ser maltratados o humillados.
La propensión colectivista, habitual en los socialistas de todos los partidos, podría haber llevado a don Marcos a hablar de España cuando en realidad quiere decir su Gobierno. En este caso hay que decir que también se equivoca aludiendo al masoquismo de Zapatero y sus secuaces, que están muy lejos de disfrutar sufriendo, y cuyas medidas no se derivan de ningún masoquismo sino de su propia falta de escrúpulos y de responsabilidad al haber emprendido con anterioridad políticas expansivas insostenibles.
El señor Peña finalmente alarma, porque es claro que cuando pide "más Europa" no está pidiendo más libertad y menos impuestos, y su última frase revela totalitarismo: habla efectivamente del Gobierno como si fuera la sociedad misma, y en ningún caso, aquí tampoco, aludió a la posibilidad de que la coacción fiscal pueda disminuir.
Ilustró bien sus ideas en El Mundo: "La huelga no es el único derecho que tienen los españoles, y todos deben conciliarse". Es verdad: todos los derechos deben conciliarse, pero la única forma de lograrlo en una sociedad abierta es recurrir al principio liberal básico que don Marcos rechaza de plano: dejar a todos en paz.
El señor Peña finalmente alarma, porque es claro que cuando pide "más Europa" no está pidiendo más libertad y menos impuestos, y su última frase revela totalitarismo: habla efectivamente del Gobierno como si fuera la sociedad misma, y en ningún caso, aquí tampoco, aludió a la posibilidad de que la coacción fiscal pueda disminuir.
Ilustró bien sus ideas en El Mundo: "La huelga no es el único derecho que tienen los españoles, y todos deben conciliarse". Es verdad: todos los derechos deben conciliarse, pero la única forma de lograrlo en una sociedad abierta es recurrir al principio liberal básico que don Marcos rechaza de plano: dejar a todos en paz.
Libertad Digital - Opinión
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