miércoles, 28 de julio de 2010

Taurinos y antitaurinos a la sombra del frenazo al Estatut. Por Antonio Casado

El Parlamento de Cataluña decide hoy si mantiene o si prohíbe la celebración de corridas de toros en esta Comunidad Autónoma. Aunque parecen mayoritarias las posiciones de los antitaurinos, nadie se atreve a aventurar un desenlace cuando las dos principales fuerzas políticas, los nacionalistas de Artur Mas (37) y los socialistas de José Montilla (48), han dado libertad de voto a sus diputados.

Solo el PP (14) y Ciudadanos (3), como taurinos, y ERC (21) e ICV (12), como antitaurinos, tienen decidido su voto, con clara ventaja de los segundos. Más difícil es anticipar la decisión de los 85 diputados integrados en el bloque de la centralidad, formado por la suma de CiU y PSC. Las ausencias y las abstenciones pueden inclinar la balanza por pocos votos hacia un lado o hacia otro. Muchos actuarán condicionados por el malestar que dicen sentir tras los recortes decretados por el Tribunal Constitucional en el texto del Estatut.

Los medios de comunicación más importantes del mundo (France Presse, CNN, The Times, BBC, Reuters, Le Figaro,etc.) están pendientes del Parlament. Quieren conocer la suerte de una iniciativa popular que reclama la prohibición de las corridas de toros en Cataluña y ha llegado al final de su tramitación parlamentaria. Pero levantar acta del resultado en los medios internacionales siempre será insuficiente para trasladar el verdadero sentido de la controversia.


Contrariedad por el varapalo al Estatut

La controversia, por supuesto, desborda el ámbito catalán e implica al conjunto de España. Exactamente lo mismo que los inacabables debates sobre el hecho diferencial y el encaje de Cataluña en el Estado. Por tanto, no es ningún disparate relacionar el debate sobre la llamada Fiesta Nacional -ojo a las palabras, que las cargan los enredadores-, con el reciente frenazo del Tribunal Constitucional a las aspiraciones “nacionales” de esta Comunidad Autónoma. Los dos asuntos se han cruzado en el calendario. Más que un cruce es una colisión.

Quienes han sentido la sentencia del Constitucional como un agravio a Cataluña o quienes, como Montilla, creen que es “casposo” insistir en que al menos en el plano jurídico sólo existe una nación, la española, hoy tienen una ocasión de desquitarse. Les bastará recordar a los diversos personajes que, en estos últimos meses, han comparecido en el Parlament para defender la fiesta de los toros como un signo de la identidad española bien adherido a nuestra tradición y nuestra cultura.

¿Nuestra? Ahí le han dado, como dicen los castizos. Si el nacionalismo catalán se alimenta de la diferencia respecto al resto de España, la coincidencia en el tiempo de los dos debates, el de los toros y el de la sentencia, les da la oportunidad de rematar a puerta vacía. Como ya hizo ayer el Parlament al rechazar un homenaje a los siete jugadores catalanes de la selección española. Me cuesta creer que se hubiera rechazado en otras circunstancias, a la contra de los miles de catalanes que el 11 se julio se echaron a la calle para celebrar el triunfo de la Roja.

Pero esta vez sus señorías, con excepción del PP y Ciutadans, están bajo los efectos de un ataque de contrariedad por el varapalo al Estatut. Eso influyó ayer en la negativa a festejar con los Pujol, Piqué, Xavi, etc. Y me temo que influirá hoy a la hora de decidir si se prohíbe o no la fiesta de los toros en Cataluña.


El Confidencial - Opinión

1 comentarios:

observador subjetivo dijo...

Os invito a leer este post que publiqué hace algunas semanas en mi blog:

http://observadorsubjetivo.blogspot.com/2010/04/no-me-gustan-los-toros.html