jueves, 2 de julio de 2009

Lenguas contra Libertades. Por Antonio Martín Beaumont

El Parlamento de Cataluña ha votado no ya usar, sino abusar de su autonomía. Son los efectos de un recurrido Estatut aparcado en el Tribunal Constitucional. Una cosa es que las comunidades tengan competencias transferidas del Estado. Otra, que usen su autonomía para levantar barreras en España. Montilla ha decidido que la educación en Cataluña será distinta al resto del país. Lo de menos es a qué lengua beneficie. Lo grave es que se recorta la libertad. Con la nueva normativa del socialismo catalán desaparece la tercera hora de castellano para los niños catalanes. No se trata de una opción, sino de una exigencia. Durante la Transición los nacionalismos argumentaron que «sus» lenguas corrían peligro. Y fueron promocionadas. Ahora podría pensarse que en Cataluña el español, la lengua de todos, está en peligro, con menos horas en las clases que el catalán y el inglés. Sin embargo, no creo que peligre el castellano. Es la lengua más usada en Cataluña. Lo que Montilla pone en peligro -con Zapatero mirando para otro lado- es la libertad. ¿Por qué negar a las familias el derecho a decidir cómo educar a sus hijos? El PSC, apoyado por el nacionalismo catalán, muestra su rostro excluyente. El verdadero peligro no es para las lenguas, que por otro lado ni tienen derechos ni están para arrojárselas unos contra otros, sino para la libertad de los catalanes.

La Razón - Opinión

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