jueves, 21 de mayo de 2009

CAMPS: TARDIAS PERO VERIFICABLES EXPLICACIONES

El presidente de la Comunidad Valenciana no debería haber tardado tanto en dar las explicaciones con las que respondió a las preguntas del juez.

FRANCISCO CAMPS declaró ayer ante el Tribunal Superior de Justicia de Valencia en medio de una gran expectación, tres meses después de aquella comparecencia en la que, rodeado de su equipo, calificó de falsas las informaciones que le acusaban de haber aceptado trajes como regalo de Álvaro Pérez.


Camps no debería haber tardado tanto en dar las explicaciones con las que respondió a las preguntas del juez y que la oposición le había pedido en reiteradas ocasiones. En síntesis, el presidente de la Generalitat aseguró ayer que él había devuelto cuatro trajes a Milano y pagado otros cuatro con dinero en metálico.

Según su testimonio, él desembolsó personalmente 2.400 euros en la tienda de Forever Young en Madrid que le había confeccionado los trajes. Ese dinero habría salido de la caja de la farmacia de su mujer, puesto que, según sus palabras, él no utiliza casi nunca tarjetas de crédito y acostumbra a pagar en efectivo.

Su declaración es fácilmente comprobable, ya que Forever Young debería guardar alguna constancia documental de la entrada de ese dinero si es que no hay algún empleado que recuerde haber recibido esos pagos en metálico del presidente de la Generalitat.

Damos por supuesto que el juez se dirigirá a Forever Young para confirmar la versión de Camps, pero sus afirmaciones encajan tanto con lo que él ha venido manteniendo en público como con la grabación en la que Álvaro Pérez niega que regalara trajes al presidente valenciano. Ayer mismo, El Bigotes ratificó ante el juez que él nunca ha regalado prendas a Camps.

Hasta ahora, todo lo que se ha filtrado en los medios arrojaba una apariencia incriminadora contra Camps, pero el estado de la opinión pública podría haber sido distinto si se hubieran difundido grabaciones como la que recoge el pasaje en el que El Bigotes niega que regalara trajes a El Curita.

En cualquier caso, nuestro ordenamiento jurídico reconoce la presunción de inocencia y corresponde a los que acusan demostrar que el presidente de la Generalitat no está diciendo la verdad, que en este caso parece comprobable.

Por otra parte, aun en el supuesto de que Camps hubiera aceptado unos trajes como regalo de una persona a la que consideraba «su amigo del alma», sería muy difícil de argumentar jurídicamente que hubo delito en esa conducta y, por ello, el caso debería ser archivado.

Otra cosa es que se probara que el presidente realizó gestiones, influyó u ordenó a los funcionarios de la Generalitat que contratara a las empresas de Álvaro Pérez. Ello sí sería muy grave y tendría consecuencias penales y políticas. Pero de momento no existe indicio alguno de que Camps actuara en ese sentido.

El tribunal ha citado la semana que viene a 35 funcionarios de diferentes departamentos que tendrán que responder si recibieron indicaciones para favorecer a las empresas de Pérez. Ello será determinante para saber si esta investigación penal debe seguir o tiene que ser archivada.

Si finalmente la indagación judicial acaba de manera favorable al presidente de la Generalitat, serán los electores valencianos los que tendrán que valorar su conducta política en este asunto y si su imprudencia al relacionarse con personas como Álvaro Pérez merece o no el castigo de las urnas. Pero de momento lo más importante es que la Justicia corrobore el testimonio de Camps, que dejaría desarmados a sus detractores si se probara que pagó esos trajes.

El Mundo - Editorial

0 comentarios: