«2009 va a ser un año difícil», ha dicho también el presidente del Gobierno en su última aparición en público. ¿Habrá llegado él solo, sin la ayuda de ninguno de sus varios cientos de asesores, a tan mostrenca conclusión? Alguno de ellos, aunque solo fuere por justificar su sueldo, podría advertir a su magnánimo empleador que cuando no hay nada que decir resulta prudente permanecer en silencio. La vaciedad absoluta, en la que últimamente tanto se ejercita, confunde a la gente de buena voluntad y desorienta a los demás. Con la herencia que nos deja el 2008, ¿sería posible un 2009 facilón y sin problemas?
El paro es, según Zapatero, «el efecto más pernicioso» de la situación que padecemos; pero, dijo igualmente, «tenemos la esperanza razonable de que a partir de la segunda mitad de 2009, el horizonte será algo más favorable». Es decir, la esperanza de Zapatero circula con retraso sobre el horario previsto. Hace una semana nos aseguraba que en el próximo mes de marzo, para la primavera, crecería «un volumen estimable de empleo»; pero, al parecer, eso queda para julio, para el verano. Poco le duran los vaticinios a este hombre y debe señalarse en su contra que, por lo común, no suelen variar a nuestro favor.
Los datos que contempla Pedro Solbes, procedentes de la Síntesis de Indicadores Económicos de su Ministerio -¡tenemos de todo!-, «apuntan a una acentuación del debilitamiento». Eso, descriptado, quiere decir que esto no marcha. Los tecnócratas no mienten, enmascaran. Algo mucho más perverso y engañoso, pero más sostenible frente a los tecnócratas de la oposición que, por cierto, tampoco explicitan sus fórmulas para enfrentarse a la crisis. Hablar de reducción del gasto público sin entrar en detalles es tan vacuo e inane como lo del barco de Zapatero.
Dado que aquí nunca pasa nada, y ese el gran drama nacional, el IX duque de Medinaceli recibió como premio a su incapacidad para mandar galeras el nombramiento de virrey de Nápoles y entra en lo probable, más que en lo posible, que Zapatero, en 2012, vuelva a ser elegido para presidir el Gobierno de España. El espectáculo continúa.
ABC - Opinión
0 comentarios:
Publicar un comentario