domingo, 28 de diciembre de 2008

Parte de la droga vertida a los ríos llega al agua potable

Un estudio de la Universidad de Barcelona revela que las concentraciones de las dos drogas "duras" de mayor abuso en nuestro país, cocaína y éxtasis, en el agua que llega a las plantas de tratamiento alcanzan los niveles más altos tras las celebraciones de Nochebuena y Año Nuevo.

La Universidad de Barcelona revela que las concentraciones de las dos drogas "duras" de mayor abuso en nuestro país alcanzan los niveles más altos tras las celebraciones de Navidad.

"Las drogas, una vez consumidas, son excretadas y llegan inalteradas o en forma de metabolitos a las plantas de tratamiento de aguas residuales, pero incluso después, aparecen en las aguas tratadas que se vierten a ríos y lagos", explican a SINC Maria Teresa Galcerán y Maria Huerta, autoras del estudio e investigadoras del Departamento de Química Analítica de la UB.


Los resultados del estudio reflejan, por ejemplo, que durante las navidades de 2006-2007 se superaron los 400 nanogramos por litro (ng/l) de la suma de cocaína y su principal metabolito (la benzoilecgonina), durante el día de Navidad, y los 350 en Año Nuevo. En el caso del éxtasis las concentraciones fueron de 90 y 80 ng/l, respectivamente, "lo que podría indicar un posible incremento en el consumo de las drogas durante esas fechas".

En un primer estudio, confirmaron la presencia de concentraciones "relativamente elevadas" en las aguas de entrada de 42 depuradoras, hasta 4.7 microgramos/litro (µg/l) de cocaína y 7.5 de benzoilecgonina. Los valores de anfetamínicos (éxtasis, anfetaminas y MDA) alcanzaron hasta 688 nanogramos.

Los científicos comprobaron que los tratamientos aplicados en las depuradoras no eliminan completamente las drogas, por lo que decidieron evaluar los niveles de estas sustancias en las aguas vertidas para conocer la magnitud del problema. Para ello, entre mayo de 2006 y abril de 2007, realizaron un muestreo secuencial del río Llobregat, en el cual vierten gran parte de las depuradora de Cataluña.

En estos estudios se puso de manifiesto que en zonas próximas a la desembocadura, donde se encuentra la mayor concentración de población, el río lleva cargas estimadas de entre 1 y 15 g/día de cocaína, de 1 a 8 g/día de éxtasis y de 0.08 a 4 g/día de anfetamina. No se detectó LSD. En verano y en invierno las concentraciones son más elevadas que en primavera y otoño, con los niveles máximos en las fiestas navideñas.

El agua del río Llobregat también es utilizada para la producción de agua potable, pero los investigadores confirmaron que "todas las drogas se eliminan completamente durante el proceso de potabilización" y no fueron detectadas en el agua final de distribución. Únicamente el metabolito inactivo de la cocaína es capaz de sobrevivir al tratamiento y se encuentra en el agua de salida, a unos niveles de concentración del orden de los 45 ng/l.

Este no es el primer estudio de este tipo que se realiza en España. Ya hace dos años, diversos análisis arrojaron datos alarmantes: en el Ebro a su paso por Zaragoza y el Turia en Valencia se vierten aproximadamente 57 y 43 kilos de cocaína al año. No en vano, nuestro país es uno de los mayores consumidores de esta droga a nivel mundial, y el primero de Europa, de acuerdo con los últimos datos del Observatorio Europeo contra las Drogas y el Plan Nacional sobre Drogas.

El Imparcial

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