jueves, 23 de noviembre de 2006

Pecado de Juventud

Winston Churchill decía que "la política es más peligrosa que la guerra, porque en la guerra sólo se muere una vez". He recordado la frase cuando he escuchado a Albert Rivera, el joven y brillante líder de Ciutadans, tratando de explicar en la radio que nunca militó en el PP, aunque, como demuestran los papeles, se afilió hace tres años y sólo se dio de baja tres meses antes de convertirse en la sensación de las elecciones catalanas. ¿Era eso lo que escondía debajo del sombrero en el póster electoral? Lo ocultó tanto que ni sus propios compañeros de partido lo sabían.

Rivera afirma que nunca pagó una cuota, ni asistió a un acto ni "militó", pero eso no es un argumento. Las agrupaciones de los partidos se quedarían vacías si tuvieran que despedir a los afiliados que no pagan, no acuden a ningún acto y no ejercen. Es más, si tuvieran que vivir de las cuotas, todos los partidos estarían en quiebra. El problema no es haber sido militante del PP -aunque eso, hoy, en Cataluña es un estigma- sino haber mentido a propios y ajenos y haberse presentado como un advenedizo de la política, limpio de contaminación.

Podríamos citar el nombre de más de un revolucionario de hace tres décadas que hoy milita en el partido de la especulación. La ventaja es que, en política, como dice Churchill se puede morir y resucitar. Si las promesas electorales no tienen porqué cumplirse, como vendía Tierno Galván, los engaños electorales, tampoco deben pasar factura. Lo que ha hecho mal Albert Rivera es haber negado que le habían pillado.

Pero es que lleva poco tiempo en política y no sabe que los todos los políticos están encantados de haberse conocido, no hacen ninguna autocrítica y son capaces de seguir adelante sin mover un músculo, a pesar del mayor error. Tal vez hay una excepción. Blair, el primer ministro británico ha dicho públicamente que se equivocó en la guerra de Irak, algo que ya sabía la mayoría de los ciudadanos.

Pero no ha dimitido ni ha hecho nada para pagar su grave equivocación. Aquí las encuestas del CIS suspenden a todo el Gobierno y a toda la oposición y tampoco pasa nada. Mientras hablemos del carné de Rivera o del sexo de los ángeles -no es lo mismo- no lo hacemos de los problemas reales. En todo caso, nunca mejor dicho, lo del líder de Ciutadans es un pecado de juventud y no debe hacer mucho caso de ese proverbio judío que dice que "con una mentira suele irse muy lejos, pero sin esperanzas de volver". No siempre.


Francisco Muro de Iscar (Siglo XXI) (23/XI/06)

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