domingo, 6 de marzo de 2011

Menos «planes» y más eficacia

El Ejecutivo debería hacer cuentas sobre el coste económico de su ineficacia ante la nevada de la madrugada del sábado en Madrid.

EL viernes por la mañana el Consejo de Ministros aprobaba un nuevo plan de ahorro energético, mediante la yuxtaposición de una serie de ocurrencias de dudosa eficacia. Por la noche, miles de madrileños quedaban atrapados sin remedio a 22 kilómetros de la capital ante la incapacidad de Fomento para hacer frente a las secuelas de una nevada intensa, pero de escasa duración. El Gobierno anunció a bombo y platillo el ahorro de 2.300 millones de euros, a costa de invertir 1.100 en eficiencia, pero de momento todo se reduce a discutir sobre nuevas subvenciones a las comunidades autónomas para que bajen durante cuatro meses el coste de las cercanías y a ofrecer planes de apariencia ecológica, pero muy discutibles en cuanto a su efectividad. Lo que no es virtual sino una realidad patente, es el espectáculo del caos provocado en la A-6 —entre los kilómetros 22 y 36— ante la inoperancia de las máquinas quitanieves. Las escenas de coches y camiones atrapados provocaron una lógica indignación entre los afectados, víctimas de la falta de previsión del departamento que dirige José Blanco y de la nula capacidad de reacción ante un evento climatológico anunciado con anterioridad.

La imagen de las máquinas bloqueadas (10 de las 14 quitanieves en servicio) es la mejor prueba de una gestión desafortunada que convirtió las proximidades de Madrid en una ratonera para los usuarios de una de las vías principales de acceso a la capital. En lugar de tantos planes sin contenido, el Ejecutivo debería hacer cuentas acerca del coste económico de su ineficacia ante la nevada de la madrugada del sábado. Incapaces de avanzar un solo metro, los vehículos consumían gasolina de forma improductiva y los conductores eran conscientes del sarcasmo que supone anunciar que baja el límite de velocidad cuando el problema es que el coche está paralizado. Rodríguez Zapatero insiste en una retórica vacía a la vez que los servicios públicos funcionan cada día peor, incluyendo la ausencia clamorosa de algunos responsables, como fue el caso de la delegada del Gobierno en Madrid. Con otra nevada como ésta y otro fracaso en la gestión ministerial no hay ahorro que valga, aunque se llenen unas cuantas páginas del BOE.

ABC - Editorial

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