sábado, 15 de enero de 2011

Un tiro en la pierna. Por Rafael M.-Simancas

Sólo desde el suicidio político y la cerrazón se entiende que el PSM mantenga a Trinidad Rollán como responsable de organización en Madrid. Papelón el de Maru Menéndez diciendo que una sentencia que inhabilita para ejercer cargo público no es «la muerte civil» de una persona, (no claro, pero cuándo uno es político es lo que más se acerca a ese concepto de muerte súbita). No deja de ser paradójico que quién tiene como misión confeccionar las listas no pueda presentarse a las elecciones. Además, elimina cualquier corriente crítica interna, quien ose dudar de la presencia de Rollán puede ser laminado.

Estamos ante lo que en teoría política se llama «un tiro en la pierna», pero en lugar de taparse el boquete se presume de sentencia y se reta al futuro con cierta temeridad torera que puede provocar disgustos en las urnas. Demasiada ventaja para el enemigo, tanta que ni siquiera ha hecho sangre. Al PP le ha bastado con la rueda de prensa de Trinidad Rollán que, (para mayor INRI), fue sin preguntas. Ni dándose con la cabeza en el quicio de la puerta del Ayuntamiento de Torrejón conseguirían hacerse más daño.

La encuesta que publicaba ABC esta semana le daba una amplia ventaja al PP con respecto al PSM; después de la resolución del TSJM podría decirse que todo queda «sentenciado». Los socialistas se quedan sin argumentos para lanzar contra el PP en cuánto a higiene política. Mal momento para recordarle a Tomás Gómez aquella lista de presuntos corruptos, (entre ellos un ciudadano difunto y un militante socialista). Entonces Gómez pidió la dimisión de Esperanza Aguirre, ahora por tanto en el PP podrían exigir lo mismo pero en la sede de Callao, 4. El tiro en la pierna procede de un disparo que a su vez es «disparate».


ABC - Opinión

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