Miramos más al pasado que al presente, por no hablar del futuro, que ni lo olemos, y así nos va.

SON mucho, por no decir la inmensa mayoría, los que opinan que la traducción simultánea en el Senado es completamente superflua. Yo diría que lo superfluo es el Senado, los senados mejor dicho, pues hay que contar los autonómicos, todos ellos con sus presidentes, senadores, secretarias, chóferes, pensionistas y, ahora, intérpretes, son cámaras redundantes, pues la función legislativa la llevan los parlamentos, quedando ellos como mero adorno. «Es que son la expresión de la España plural y de las deudas históricas» se nos dice. No; son la expresión de la España de los partidos, los mayores creadores de puestos de trabajo —es un decir— redundantes en nuestro país. Mientras lo de las deudas históricas es el mayor timo. ¿Qué deuda histórica tiene España con Andalucía? ¿La de haberla librado de ser hoy una nación musulmana? Yo diría que la deuda es a la inversa, pero sobre gustos no hay nada escrito. ¿Y con Cataluña, que deuda tenemos el resto de los Españoles? ¿El haber sido el mercado de los productos de su revolución industrial? ¿El cederles los Juegos Olímpicos del 92, que expandieron Barcelona más allá del Tibidabo y la dieron una dimensión universal? Otro tanto puede decirse del resto de las «deudas históricas». Vamos a dejarnos de cuentos y a poner los pies en la realidad. De lo ocurrido en España somos responsables los españoles, y ni Cataluña puede pedir un trato fiscal preferente por aportar más, es decir, por ser más rica, ni Andalucía puede pedirlo por ser más pobre, ya que esas condiciones se las han creado ellas.
«El país de los antepasados», nos llamaba Kant. Miramos más al pasado que al presente, por no hablar del futuro, que ni lo olemos, y así nos va. Pocas cosas hay más anacrónicas que unos senadores escuchándose por pinganillo, más, cuando lo que tienen que oír tanto da que se oiga o no. Esos miles de millones de déficit que Mas ha encontrado en las cuentas catalanas ¿son también deuda histórica? ¿Se los tendremos que aportar el resto de los españoles, como a Andalucía, seguir financiándole el PER? ¿Es qué va a parar esto? ¿Dónde está la responsabilidad individual y colectiva? ¿Dónde esta el sentido común?
Porque responsabilidad y sentido común, son los fundamentos de la democracia, que viene a ser algo así como la edad adulta de las naciones y de los Estados. Pero por lo que estamos viendo, España no ha alcanzado todavía su madurez democrática, sigue todavía en la infancia o en la adolescencia, años en que se cometen toda suerte de ingenuidades y locuras. O, dicho de otro modo: que nuestra democracia es más bien un simulacro de ella. Quien quiera comprobarlo que pierda una tarde yendo al Senado. O que oiga a nuestro presidente.
Porque responsabilidad y sentido común, son los fundamentos de la democracia, que viene a ser algo así como la edad adulta de las naciones y de los Estados. Pero por lo que estamos viendo, España no ha alcanzado todavía su madurez democrática, sigue todavía en la infancia o en la adolescencia, años en que se cometen toda suerte de ingenuidades y locuras. O, dicho de otro modo: que nuestra democracia es más bien un simulacro de ella. Quien quiera comprobarlo que pierda una tarde yendo al Senado. O que oiga a nuestro presidente.
ABC - Opinión
1 comentarios:
Llevo un rato pensando que cntestarle al Sr. Carrascal respecto a lo que dice de la deuda histórica y Andalucía. Al final he decidido no decirle nada porque supongo que se deberá a cosas de la edad o problemas con el Alzheimer, ya que se supone que tiene la suficiente cultura para saber lo que era Al-Andalus ¿ o no? lo cual sería más grave porque pondría en evidenccia su enorme sectarización y parcialidad, cosas ambas, que lo descalificarían como informador desde el principio de su carrera.
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