Está dispuesto a sortear una sentencia con el fin de contentar a una minoría, los nacionalistas catalanes, ampliados con los dirigentes del PSC.
Zapatero parecía el presidente de Cataluña y no el presidente de todos los españoles, resumió un oyente de Punto Radio el debate del Estado de la Nación. Resumen muy atinado al que añadiría un matiz. Zapatero parecía el presidente de los nacionalistas catalanes, ni siquiera de Cataluña.
Es la otra cara de la insumisión socialista a la sentencia del Constitucional. La que da una idea más clara aún de la grave degradación de nuestro sistema democrático en manos de este presidente. No sólo está dispuesto a encontrar maneras de sortear una sentencia. Pretende hacerlo, además, con el fin de contentar a una minoría de españoles, los nacionalistas catalanes, ahora ampliados con los dirigentes del PSC. Con lo que el gobierno de las mayorías, esencia de la democracia, se convierte en gobierno de las minorías. Y no en la protección de los derechos de las minorías, propia también de una democracia, sino en imposición a las mayorías de las exigencias de las minorías.
Es la otra cara de la insumisión socialista a la sentencia del Constitucional. La que da una idea más clara aún de la grave degradación de nuestro sistema democrático en manos de este presidente. No sólo está dispuesto a encontrar maneras de sortear una sentencia. Pretende hacerlo, además, con el fin de contentar a una minoría de españoles, los nacionalistas catalanes, ahora ampliados con los dirigentes del PSC. Con lo que el gobierno de las mayorías, esencia de la democracia, se convierte en gobierno de las minorías. Y no en la protección de los derechos de las minorías, propia también de una democracia, sino en imposición a las mayorías de las exigencias de las minorías.
El fondo del asunto, una gobernación nacional condicionada por los nacionalistas, no es un problema nuevo de nuestra democracia. Pero sí es nuevo que un presidente asuma como mensaje político central en el debate sobre el Estado de la Nación una oferta a los nacionalistas catalanes para darles aquello que les ha negado una sentencia del Constitucional. De espaldas y en contra de la inmensa mayoría de los españoles. Y en un abierto fomento de la insumisión a toda nueva sentencia del Constitucional. ¿Por qué no van a poder burlar una sentencia los demás españoles si el presidente fomenta que lo hagan los nacionalistas catalanes?
No contento con todo esto, Zapatero remata la maniobra con un disparate político y constitucional asegurando que Cataluña es una nación política, exactamente lo que es España y únicamente puede ser España. Una profunda ignorancia corona la insumisión y la desfachatez.
No contento con todo esto, Zapatero remata la maniobra con un disparate político y constitucional asegurando que Cataluña es una nación política, exactamente lo que es España y únicamente puede ser España. Una profunda ignorancia corona la insumisión y la desfachatez.
ABC - Opinión
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