viernes, 30 de julio de 2010

El test de estrés de ZP: Cataluña y presupuestos. Por José Antonio Zarzalejos

El Presidente del Gobierno tiene que pasar una ITV política similar a los stress test de las entidades financieras. Hasta el momento ha demostrado que en situaciones adversas sabe sobrevivir. Lo acreditó en el último debate sobre el estado de la Nación: en la más absoluta de las soledades parlamentarias no se da por aludido. Mientras, ha conseguido sacar adelante el techo de gasto para los Presupuestos Generales y las reformas para ajustar el déficit, la laboral y la de las Cajas. Ahora se prepara para afrontar la de las pensiones -que hábilmente ha diferido a la recepción de las conclusiones de la comisión del Pacto de Toledo-, que plantea problemas de viabilidad, y está encarando ya los dos episodios que pueden llevarle irremediablemente a segar la vida de esta legislatura u ofrecerle un balón de oxígeno: las elecciones catalanas y los Presupuestos Generales de 2011.

Parece bastante claro que la opción del PSC-PSOE para las autonómicas catalanas es la ministra de Defensa, Carmen Chacón. Su artículo, a pachas con Felipe González, publicado el pasado lunes en El País (“Apuntes sobre Cataluña”) lanzando un mensaje muy medido a la opinión pública catalana, permite aventurar que la ministra tirará de la lista socialista por Barcelona, lo que lleva a pensar en una remodelación del Gobierno en uno o dos meses.


Chacón es la única líder del PSC que no se ha empantanado con el debate sobre el Estatuto y ha logrado mantenerse a una cierta distancia del “lío de socialistas” (Aznar dixit) en que se ha convertido la tramitación, aprobación e impugnación de la norma autonómica. Las claves del artículo al alimón con Felipe González están encapsuladas pero muy al alcance del entendimiento de los más catalanistas de los socialistas del PSC y, en concreto, de los maragallistas, que habrán encontrado en las expresión “Nación de naciones” -así entienden los firmante a España- evocaciones del impulsor del Estatuto, Pasqual Maragall, firme partidario de esta expresión política de “las Españas” pergeñado por el historiador y ensayista socialista Anselmo Carretero.

"Cueste lo que cueste"

Si, pese a todo, las perspectivas no son alentadoras en las elecciones catalanas -el tripartito se desplomará según las encuestas- la negociación de los Presupuestos tampoco será un camino de rosas. CiU no los votará; la izquierda de IU, ICV, ERC tampoco, y ¿el PNV? Es posible, pero no seguro, y en todo caso a cambio de contrapartidas que pueden resultar tan exorbitantes que dejen en ridículo a Patxi López en Vitoria y tocado del ala el entendimiento entre el PSE y el PP vasco. Los nacionalistas vascos se están haciendo de rogar, quieren mantener como sea su poder local y asegurarse su papel de administradores de la autonomía vasca aun desde la oposición. ¿Está Zapatero dispuesto a darles todo eso? Es posible. Si lo hace, sacará los Presupuestos con daños colaterales muy graves en Euskadi; si no lo hace, habrá que prorrogar los actuales presupuestos y adelantar las elecciones.

Vamos a observar al Presidente en la coyuntura más adversa de cuantas parecen posibles. Será en otoño con la economía sin despegar, con una derrota electoral en Cataluña y con una negociación de los Presupuestos dramática. Test de estrés para Zapatero y su Gobierno que pronto no será el actual sino otro. Y lo peor que es que relativizando como acostumbra, virado como suele, contradiciéndose como es habitual, hasta es posible que pase la prueba de resistencia después de que ya esté descontada su ausencia septembrina en Rodiezmo, testimonio de su alejamiento de los sindicatos.

Si hasta el rabo todo es toro, hasta el último minuto no hay que dar por vencido a un Zapatero que hará “cueste lo que cueste” y lo que “le cueste” por continuar en el poder. Mensaje preocupante para Mariano Rajoy y el PP por muchas que sean las encuestas a su favor. La opinión pública española es volátil y, en muchas ocasiones, imprevisible.


El Confidencial - Opinión

1 comentarios:

Anónimo dijo...

los obispos tienen un problema; cataluña tiene un problema.....