sábado, 11 de julio de 2009

Mikel Buesa: “Rosa Díez quiere a todo amén

Hoy Mikel Buesa ya ni espera ni echa en falta una nueva conversación con Rosa Díez. “Yo ya no quiero conversaciones de nada”, explica. Y, por su parte, la diputada no quiere entrar en discusiones públicas y agradece a Buesa el trabajo realizado. Desde su blog aclara “a todo el mundo” que siente “mucho” la salida del hermano de Fernando Buesa (ex vicelehendakari socialista asesinado por ETA en febrero de 2000), y manifiesta que mantiene “intacto” el cariño hacia su ex compañero aunque no comparta sus decisiones que “nunca” va a comentar.

El promotor de UPyD, catedrático de Economía y ex presidente del Foro de Ermua, abandona la formación de Rosa Díez muy decepcionado por el “autoritarismo” de la dirección del partido. Con su salida se abre una nueva grieta en la pujante formación (los últimos sondeos les dan tres o cuatro escaños), que se suma a la polémica por los 14 expedientados críticos con la dirección, y a la reciente dimisión de su coordinador en Andalucía -entre otros conflictos internos-. El número dos en las listas al Congreso de esta formación en las pasadas elecciones generales abandona UPyD entre graves reproches sobre las formas y modos de proceder de Rosa Díez. En declaraciones a ÉPOCA señala sobre la líder de UPyD que “al final, es una política que se comporta como los demás políticos: antepone su interés de poder”.

El ex dirigente de UPyD explica los “siete meses de conflictos en la coordinadora” del partido en Madrid, donde su responsable, a juicio de Buesa, “ha pretendido y logrado prescindir del órgano del partido para ordenar y mandar”. Tras este tiempo, donde se suceden diversos episodios y contactos con la líder de esta formación, Buesa interpreta que el coordinador, Ramón Marcos, “tiene el apoyo total y absoluto de Rosa Díez” y anuncia su salida.

Buesa comenta que desde que comenzaron las fricciones en la delegación madrileña de UPyD, el pasado noviembre, “hago gestiones y hablo con Rosa para ver si la situación se arregla”. Sin frutos. Con la situación en vía muerta, el promotor de UPyD se cita en marzo con Díez, momento en el que “ella me pide que dejemos pasar el tiempo hasta después de las elecciones europeas y llegamos a un acuerdo por escrito según el cual todas las actividades del partido en Madrid se aprobarían en la coordinadora. No ha sido así”, sentencia Buesa. “Su respuesta fue ninguna”

El ex presidente del Foro de Ermua volvió a hablar por teléfono con Rosa Díez y quedaron en charlar más detenidamente. No hubo más contacto. “Parece que no tenía ningún interés en hablar conmigo”, apunta Buesa. Así, ya el pasado día 20 de julio, él y otras 51 personas -entre ellas siete miembros de los 17 que componen la coordinadora de Madrid- enviaron una carta a la líder de la formación “pidiendo el cese” del responsable de UPyD en Madrid. “Su respuesta fue ninguna”. Por último, en la última reunión de Buesa en su coordinadora, tal y como explica el afectado, su responsable “sometió a votación las actas desde enero” -independientemente de que, como indica Buesa, recogieran o no lo que él mismo había manifestado en otros encuentros-. En aquella reunión todo estalló por los aires. El coordinador de Madrid “en plan inquisitorial, se dirigió a mí de una forma que nunca he tolerado ni voy a tolerar”.

Mikel Buesa abandonó el encuentro del pasado martes 30 de junio, y a las 00.30 del miércoles 1 de julio envió un correo electrónico a Rosa Díez en el que le anuncia que “me voy de UPyD”. Asimismo, “le digo que he constatado” que el dirigente de UPyD en Madrid cuenta con su apoyo y le indica: “No estoy dispuesto a continuar en el partido en esas circunstancias”. Buesa añadía que a la vuelta de un par de viajes que tenía programados de antemano “le mandaría una carta formal expresándole mi dimisión y mi petición de baja” del partido. “A todo amén” Desde entonces tampoco han hablado. Díez “se quiere apoyar en un conjunto de personas que le dicen a todo amén”, concluye Buesa que también manifiesta que, de cara al próximo congreso, “da la sensación de que quiere unanimidad total”.

ÉPOCA se ha puesto en contacto con el portavoz de UPyD, Carlos Martínez Gorriarán, para que explicara su versión de los hechos. Gorriarán destaca que Buesa “todavía no se ha molestado en comunicar oficialmente nada al partido” al margen del correo electrónico que envió a Rosa Díez. Todo lo que saben ha sido “a través de los medios” e incide en que aún hoy “no sabemos nada de las razones de Mikel Buesa para marcharse”. ¿Qué ha pasado realmente entre Rosa Díez y Mikel Buesa? El ex dirigente de esta formación se remite a los hechos, incidiendo en que él ha “apoyado a Rosa Díez, pero nunca le he dado un apoyo incondicional”. De hecho, prosigue, “he sido el que más ha discutido con ella” en los órganos internos del partido. Incluso UPyD ha presentado iniciativas en el Congreso de los Diputados con las que Buesa no estaba de acuerdo, como por ejemplo “la de proponer la exigencia de un pacto de Estado para abordar los problemas económicos, en el que deberían estar las comunidades autónomas además de los agentes sociales”.

Buesa añade que el conflicto de Madrid no es un caso aislado. “Se coloca en los órganos de dirección regionales a gente que sólo tiene una motivación: ocupar un cargo público. Todo lo que no les da protagonismo les molesta”, aunque, como aclara el ex promotor de UPyD, “también hay mucha gente en el partido a la que le dan igual los cargos”. Al respecto, y preguntado sobre otras críticas internas, el portavoz de UPyD matiza argumentando que “en el partido hay gente ocupando cargos internos porque quiere ocuparlos. No podemos obligar a nadie. Además aquí no pagamos a nadie”.

lanacion.es

Se recrudece la guerra interna en UPyD

Entre fuertes acusaciones y sonoros portazos se recrudece la guerra desatada, de forma abierta después del anuncio de marcha de Mikel Buesa, entre el sector crítico y la dirección del partido. Son ya más de cien los militantes que han solicitado su baja y cada día aparece un nuevo blog en la red que causa algún disgusto a la dirección magenta. Blogs como éste.

El penúltimo en querer marcharse de UPyD ha sido el expedientado coordinador de Orense, Aser García, quién acusa a Díez de estar al frente de una "organización dictatorial".

Mientras Rosa Díez y los suyos, socorridos por Savater y Boadella, achican agua como pueden y venden unidad y compromiso político (progresismo, laicismo, redistribución de la riqueza y una España Federal) de cara al Congreso que la formación tiene previsto celebrar en Madrid el próximo mes de noviembre, desde diversos blogs de la red se acusa a algún dirigente de estar haciendo uso de una VISA oro y de un piso en Madrid... a cargo del partido. Además, se habrían puesto supuestas irregularidades contables cometidas por un "protegido" de Martínez Gorriarán en Aragón en conocimiento de la dirección y ésta habría, siempre según el autor de dicha bitácora, decidido mirar hacia otra parte.

Toda una guerra fratricida de imprevisibles consecuencias.

Guerra, por cierto, que está permitiendo a los Ciudadanos (otro partido sumido en batallas internas) consolarse con el mal ajeno.

España Liberal

Encantador. Por Alfonso Ussía

El nuevo Gobierno vasco ha decidido limpiar de imágenes de asesinos los muros más orinados de la tierra vasca.

El dirigente del partido paleto, Íñigo Urkullu, es el paradigma de la simpatía social. Se supera a sí mismo día tras día, y con creces. Lo que se dice un hombre encantador. Se le advierten brotes de preocupación en su retorcido tronco. Su última reflexión hablada merece un estudio detenido que no me propongo analizar por lo mucho que me aburre. Son encantadores pero muy aburridos. Excesivamente persistentes en la amabilidad. Decir que «se están cometiendo excesos con la orden de retirar pintadas o carteles relacionados con ETA» podría haber sido contestado con una indignada sentencia de la sociedad años atrás. En la actualidad no es más que el chiste malo y negro de un patoso tostón. Se han quedado sin la esperanza de Estrasburgo, para colmo de males. Porque estos paletos son mucho menos si no tienen detrás a sus sobrinos descarriados.


Y sin negarles esa adorable simpatía que esparcen por todos lados, en sus palabras hay un algo que deja intuir la existencia de un problema insalvable. Que nadie interprete mi escrito como un señalamiento de que el PNV está hermanado con la ETA. Pero es cierto que sin la ETA, sin Batasuna, sin los barrios amigos del terror, el PNV jamás se habría mantenido en el Gobierno vasco durante treinta años. Eso, el árbol y los frutos. Unos lo menean y otros recogen la cosecha. No lo digo yo, que Arzallus se encargó de buscar, idear y hacer pública la simpática metáfora. Para el encantador Urkullu «se están cometiendo excesos» con la ETA. El nuevo Gobierno vasco ha decidido limpiar de imágenes de asesinos los muros más orinados de la tierra vasca. Y eso, a un nacionalista se le antoja un exceso. Adorables, pero sin remedio. Muy boronos y jebos. Sólo de allí, aldeanos por vocación. Estrasburgo les queda muy lejos, y Madrid aún más. Han conseguido que Miranda de Ebro, Laredo o Ezcaray se hallen en otro continente. Porque, simpatía aparte, su capacidad analítica ha alcanzado un nivel de perversidad cimarrona y necia que a la gente normal le suena a inalcanzable. Para esa gente normal a la que me refiero, los que han cometido excesos desde hace cuarenta años son los terroristas de la ETA. Excesos de sangre, que son peores que otros abusos.
En un Estado de Derecho, y es bueno que lo sepa el simpático Urkullu, no es habitual ni lógico ni normal que los rostros de decenas de asesinos se expongan en las plazas y calles de las ciudades y pueblos. Esa villanía sólo le puede parecer normal a quienes son anormales, en el sentido que viven fuera de la normalidad, lejanos a la lógica y envenenados anímicamente por las circunstancias. Sucede que han sido tantos los exabruptos emitidos por los dirigentes del nacionalismo paleto que hoy sólo pueden ser analizados desde el más profundo hastío. Lo siento por mis lectores. El estado de ánimo del que escribe es el que llega y contagia a los lectores. Y hoy les he soltado un rollo descomunal, porque estos nacionalistas, aunque sean muy simpáticos y graciosos como Urkullu, no es que hayan terminado con nuestra paciencia, sino con la resistencia normal de la sociedad sana. Y dicen una barbaridad como la pronunciada por Urkullu y no nos deja otra salida que el aburrimiento. Así, que al menos, voy a intentar ser divertido al final. ¡Cataplás, porompompero,chimpón! Ni eso.

La Razón - Opinión