
El penúltimo en querer marcharse de UPyD ha sido el expedientado coordinador de Orense, Aser García, quién acusa a Díez de estar al frente de una "organización dictatorial".
Mientras Rosa Díez y los suyos, socorridos por Savater y Boadella, achican agua como pueden y venden unidad y compromiso político (progresismo, laicismo, redistribución de la riqueza y una España Federal) de cara al Congreso que la formación tiene previsto celebrar en Madrid el próximo mes de noviembre, desde diversos blogs de la red se acusa a algún dirigente de estar haciendo uso de una VISA oro y de un piso en Madrid... a cargo del partido. Además, se habrían puesto supuestas irregularidades contables cometidas por un "protegido" de Martínez Gorriarán en Aragón en conocimiento de la dirección y ésta habría, siempre según el autor de dicha bitácora, decidido mirar hacia otra parte.
Toda una guerra fratricida de imprevisibles consecuencias.
Guerra, por cierto, que está permitiendo a los Ciudadanos (otro partido sumido en batallas internas) consolarse con el mal ajeno.
España Liberal
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