miércoles, 25 de noviembre de 2009

Sostenible

El lunes tuvo lugar en el Hotel Castellana Intercontinental de Madrid un interesante encuentro de Zapatero con doscientos empresarios. Un desayuno. Mientras Zapatero hablaba de economía, la mayoría de los empresarios asistentes abría la boca. En los desayunos se abre la boca para ingerir bollos y churros, pero aquellas bocas se mantenían estáticas, sin proceder a la masticación. Eran bocas abiertas a caballo entre el sueño y el estupor. Lo que en España se ha llamado siempre «boca de tonto».

Entiendo a los boquiabiertos economistas. Hay que reconocerle a Zapatero una insuperable capacidad para hablar de lo que ignora completamente. Creo que en conocimientos de economía está a mi altura, y le agradezco su solidaridad, pero mi altura no supera las uñas de mis dedos meñiques. Zapatero daba una lección de economía a los malvados empresarios, los culpables de todo, según los mansos y subvencionados sindicatos. Él no tiene culpa alguna de que vayamos a alcanzar la moderada cifra de cinco millones de parados, camino de los seis. Cuando Zapatero anunció que España había salido de la crisis si bien no podía aventurar con qué fuerza, al empresario sito en la segunda mesa a la izquierda en su zona frontal se le cayó el churro de la boca. No fue una caída de churro sosegada, sino una expulsión de churro a chorro.


Pero Zapatero domina el lenguaje de la nada, y los empresarios, que desayunaban de gorra, no se atrevieron –ninguno– a incorporarse de la mesa, avanzar hacia el conferenciante, propinarle una colleja y llamarle embustero. La economía sostenible. En Europa se ríen. La economía sostenible de Zapatero se aventura como algo sostenible que no se puede sostener. Más o menos como las tetas de Yola Berrocal. No hay sostén que pueda sostener tanta abundancia en trance de desmoronamiento. Y así estaban los empresarios, con la boca abierta, con o sin churro, y la imaginación perdida en sus problemas y sinsabores. Tuvo un detalle Zapatero digno de ser agradecido. No se refirió ni a la «optimización de recursos» ni a los «flecos de la negociación». Pero está con su economía sostenible tan pesado como con la Alianza de Civilizaciones, su más famosa chorrada. Vuelvo a la expresión de los empresarios presentes. Se miraban los unos a los otros con gestos de educado asombro. Una empresaria, muy cercana al PSOE, resumió su intervención: «No ha estado muy convincente, pero es un sol». Y eso es lo que nos pasa. Que es un Presidente del Gobierno desastroso, pero los que le conocen, dicen que en privado es un sol. Un solete. Un sol solete con cinco millones de parados en la calle, los gastos públicos por las nubes, las subvenciones por la estratosfera, los sindicatos comiendo de su mano y con la economía española, según él, saliendo de la crisis pero no se sabe cómo, aunque prometió explicarlo el próximo viernes, que me pregunto yo por qué el viernes y no ahí en ese momento. Quizá porque de lunes a viernes la economía española va a dar un estirón y no hay que precipitarse. En mi caso, satisfacción y orgullo. Ha crecido mi autoestima. Si Zapatero, con su ignorancia, ha conseguido ser el Presidente del Gobierno, yo, humildemente y sin intención de fastidiar a Rato, me postulo como candidato idóneo a la presidencia de Cajamadrid. Optimizaré recursos y negociaré los flecos que sean precisos para sostener el desastre.

La Razón - Opinión

2 comentarios:

hija ZP, asi tenemos lo que tenemos en el pais dijo...

http://www.lavozlibre.com/userfiles/image/25%20de%20noviembre%20de%202009/Hija-ZP-3.jpg

Anónimo dijo...

Habla en inglés con ellos la economía en inglés