viernes, 29 de junio de 2007

Ciutadans afronta su Congreso dividido en como mínimo cuatro grupos que aspiran a la presidencia

Sólo las candidaturas del actual presidente, Albert Rivera, y del profesor de Ciencia Política Luis Bouza-Brey parecen tener posibilidades reales de triunfar el próximo domingo en el hotel Hesperia de L'Hospitalet.

El Congreso de Ciutadans -que se celebrará este fin de semana- promete ser movidito. Como mínimo se presentarán cuatro candidaturas para ocupar la presidencia del partido, aunque sólo dos de ellas -la de Albert Rivera, actual presidente, y la de Luis Bouza-Brey- tienen posibilidades de triunfar.

Bouza, que es profesor de Ciencia Política de la Universidad de Barcelona, tiene un objetivo muy claro: que Ciutadans se convierta en la federación catalana de un partido de ámbito nacional, tras fusionarse con la formación que promueven miembros de la plataforma ¡Basta Ya! como Rosa Díez, Fernando Savater o Carlos Martínez Gorriarán.

«Es necesario crear un nuevo partido español que rompa con la dinámica de descentralización constante del Estado, que se produce porque los grandes partidos se ven obligados a pagar el apoyo que les prestan las fuerzas nacionalistas en el Congreso», explicó ayer Bouza. En su opinión, esta nueva fuerza política serviría de «bisagra» y podría apoyar al PP o al PSOE, según las circunstancias, dejando a los nacionalistas en segundo plano.

Según Bouza, entre Albert Rivera y ¡Basta ya! hubo contactos que «no funcionaron» de cara a la posible fusión. Además, el principal rival de Rivera aseguró que éste no ha invitado a los miembros de la plataforma a participar en el Congreso de Ciutadans.
Sin embargo, fuentes cercanas a Rivera desmintieron ayer este extremo. Afirman que se ha cursado invitación a Díez, Savater, Gorriarán y también a Nico Gutiérrez, aunque todavía no se sabe si podrán asistir al encuentro, que se celebrará en el hotel Hesperia de L'Hospitalet.
Las mismas fuentes indican que Rivera también es partidario de la fusión con ¡Basta Ya! y que Bouza «está utilizando» a la plataforma para lograr más apoyos. En cualquier caso, Bouza dejó ayer claro que las diferencias entre su candidatura y la de Rivera no son ideológicas.

Los partidarios de Bouza son críticos con Rivera porque consideran que su gestión ha sido «inadecuada», que el partido sufre «una parálisis de ideas» y una «falta de proyecto común» y que el «personalismo» del actual presidente ha perjudicado a la formación no nacionalista.

Los cerca de 500 delegados que participan en el Congreso tendrán que elegir entre Bouza y Rivera, pero también se presentarán otras candidaturas, si consiguen los 75 avales que marcan los estatutos. Voces de Ciutadans se define como «una candidatura no oficialista» integrada por «afiliados de a pie». Esta lista se muestra preocupada «ante la falta de debate interno y la ausencia de voz de los militantes en los órganos de dirección».

Ciudadanos de Ciudadanos-Plataforma de las Bases, la cuarta de las opciones, da por sentado que tanto Rivera como Bouza provocarán «la desaparición de nuestro proyecto político». Esta corriente es partidaria de iniciar «un proceso constituyente de refundación del partido, basado en una estructura totalmente distinta a la actual».
No es descartable que antes del sábado se presente alguna otra candidatura, aunque fuentes del partido opinan que todas las opciones distintas de las de Rivera y Bouza podrían fusionarse en el último momento en una única lista, de tal manera que, al final, serían tres las candidaturas presentadas.

Los ciudadanos no sólo elegirán líder en su Congreso. También decidirán su ideario político y su sistema de funcionamiento interno. Una comisión de estatutos y otra de idearios debatirán durante toda la jornada del sábado sobre cómo debe presentarse el partido ante la sociedad y sobre cuál debe ser el sistema para elegir a sus órganos de dirección.

Rivera es partidario de mantener las listas cerradas, previstas en los estatutos actuales, pues considera que los equipos que se elijan a través de este mecanismo estarán más cohesionados.Bouza, por su parte, defiende las listas abiertas para escoger a los miembros de la Ejecutiva de Ciutadans. Este debate se cerrará el mismo sábado, y el domingo se elegirá al nuevo presidente de acuerdo con lo que haya decidido la mayoría de los delegados.

Mientras, la comisión de ideario tratará de acabar con las especulaciones y dar una definición sobre la ideología de Ciutadans, un partido que, por su transversalidad, ha sido acusado de pertenecer a la extrema derecha y a la extrema izquierda. Bouza es partidario de que Ciutadans «integre a liberales progresistas y socialdemócratas» y cree que su proyecto puede atraer a «socialistas que se sientan estafados, los no extremistas, y demócratas en general».

El equipo de Rivera quiere definirse como de «centro izquierda».Uno de los hombres del actual presidente, el catedrático de Derecho Constitucional Francesc de Carreras, ha redactado una enmienda a la totalidad del proyecto de ideario elaborado por la ponencia, que considera «largo y farragoso». La alternativa de De Carreras aboga por definir Ciutadans como un partido «que se nutre de las tradiciones liberal, democrática y socialista».

Entre todos estos entresijos y tras la pérdida de 23.000 votos en las pasadas municipales, Ciutadans afronta un Congreso, el segundo de su corta historia, del que dependerá en buena medida su futuro, ya sea como fuerza política catalana, ya sea como partido estatal.

LEONOR MAYOR
El Mundo, 29-06-2007

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