domingo, 11 de marzo de 2007

Especial 10M: El hombre que quería comprar la Tour Eiffel

"Mucho me temo que ni siquiera el éxito de la espectacular manifestación de ayer, en definitiva la mayor reprobación ciudadana a un presidente en 30 años de democracia al margen de las urnas, haga rectificar a Zapatero. Al contrario, cada pancarta sujetada por un español de derechas, cada grito de un manifestante conservador, cada línea del texto leído por Rajoy supondrá para él un honroso latigazo más que poder exhibir heroicamente en el carné de penitente que presentará la próxima vez que sus delegados se reúnan con ETA y Batasuna. El caso De Juana ha sido, de hecho, su de perdidos, al río. La primera vez que un presidente del Gobierno ha pagado el impuesto revolucionario. Y lo trágico del caso no es que el precio haya sido mayor o menor, más amargo o digerible, gravemente infame o sencillamente injusto, sino que -se ponga como se ponga nuestro fantasioso presidente- la Torre Eiffel no ha estado ni estará en ningún momento en venta. "

André Poisson era un hombre cargado de buenas intenciones. Por algo tenía nombre de inocentada, pues nuestro 28 de diciembre es en Francia el poisson d'abril. Sabía que como industrial chatarrero no le sería fácil pasar a la Historia, pero exactamente eso es lo que pretendía. Y cuando, una mañana de la primavera de 1925, fue convocado por el Director General Adjunto del Ministerio de Correos y Telégrafos a una reunión de carácter confidencial en una suite del selecto Hôtel de Crillon de París pensó que su gran oportunidad había llegado.
Otros cinco empresarios del sector asistían a la reunión en la Plaza de la Concordia. Poisson, relativamente nuevo en esas lides, miraba a sus colegas de reojo, mientras escuchaba con atención a su interlocutor. «Caballeros, les he citado aquí por la naturaleza altamente reservada del asunto que quiero poner en su conocimiento», explicó el alto funcionario de nariz prominente, bolsas en los ojos y una característica cicatriz en el pómulo izquierdo. «Me refiero a la Torre Eiffel. El Gobierno no puede seguir soportando sus gastos de mantenimiento y ha decidido venderla».

Poisson no pudo evitar una fuerte subida de su nivel de adrenalina, pero el asunto no le cogía de nuevas. Había leído en los periódicos artículos recientes al respecto. La torre había sido construida como símbolo de la Exposición Universal de 1889 sin pretensión alguna de que se convirtiera en una estructura permanente. Su falta de sintonía estética con el resto de los grandes monumentos de París había suscitado todo tipo de polémicas y desde 1909 se venía especulando con su inminente desmantelamiento y traslado. Pero el tiempo había ido pasando y el problema seguía ahí, cada vez más gravoso para el erario.

Según el Director General Adjunto, su ministro había dicho «¡basta!» y había optado por una fórmula de subasta restringida para no desatar las iras de los modernistas: el que ofreciera una cantidad mayor se quedaría con la torre y podría hacer con ella lo que quisiera. Acto seguido les invitó a que le acompañaran a examinar el género. Un lujoso automóvil con banderín oficial y circunspecto chófer uniformado les trasladó hasta el pie mismo de la gran mole de hierro. Allí el hombre de la cicatriz en el pómulo les explicó que la torre estaba compuesta de 15.000 piezas desmontables y les hizo ver el alto valor ornamental de muchas de ellas. Desde ese mismo momento Poisson se prometió a sí mismo que aquel descomunal mecano muy pronto sería suyo.

Ofreció un millón de francos y a los pocos días supo, alborozado, que había ganado la subasta. Tenía que pagar de forma anticipada una cuarta parte del total mediante un cheque bancario que el Director General Adjunto recogería en persona en el mismo Hôtel de Crillon. André Poisson se disponía ya a formalizar el trato cuando su esposa le instó a que aclarara antes algunos detalles de la operación. Llamó al alto funcionario al número incluido en la tarjeta de visita que le había entregado y como quiera que éste detectara algunas señales de recelo en sus preguntas, le propuso enseguida una nueva reunión cara a cara.

Al cabo de unos breves circunloquios el cargo ministerial comenzó a lanzarle indirectas nada equívocas sobre lo escaso de su sueldo y lo elevado de sus gastos familiares. En lugar de levantarse indignado de la mesa, André Poisson reaccionó con la seguridad de quien acaba de comprobar que pisa tierra firme: aquel hombre era un funcionario corrupto que estaba pidiéndole una comisión para engrasar mejor los goznes del negocio. O sea, lo de siempre. A partir de ahí fue muy fácil culminar el acuerdo. El comprador se sintió reafirmado en sus intenciones -no iba a ser un poco más de dinero, por muy inmoral que fuera su destino, lo que iba a impedirle cerrar el anhelado trato- y en cuestión de minutos unos cuantos miles de francos en billetes pasaban al bolsillo derecho del director general adjunto mientras el talón conformado se alojaba en el izquierdo.

Cuando al día siguiente André Poisson se puso en contacto directo con el ministerio para preparar la logística del desmontaje y traslado de la Torre Eiffel, preguntó por el Director General Adjunto y descubrió que ni siquiera existía un puesto con esa denominación. Victor Lustig, el rey de los estafadores, el hombre de la cicatriz en el pómulo izquierdo, llevaba ya unas cuantas horas en un tren rumbo hacia su Centroeuropa natal, compartiendo risas y bebidas con su habitual cómplice Dan Collins, pues no era otro el circunspecto chófer uniformado.

Esta historia pasó pronto a formar parte de la antología del timo y sirvió para construir la leyenda de Lustig, un hombre capaz de engañar al mismísimo Al Capone, aunque acabara dando con sus huesos en el penal de Alcatraz. Un libro publicado en los años 60 -The man who sold the Eiffel Tower- y múltiples relatos periodísticos han contado lo ocurrido desde su perspectiva. Pero nadie se ha preocupado hasta ahora en analizar el punto de vista de su víctima, cuando es el que compendia los elementos esenciales de la mayoría de los grandes fiascos protagonizados por empresarios y gobernantes de todas las épocas; categoría en la que, por supuesto, incluyo el proceso de negociación de Zapatero con ETA.

El primer ingrediente de la disposición de Poisson a ser engañado era la idealización del propósito. Tanto darle vueltas durante años, el asunto -¿qué hacemos con la Torre Eiffel?, ¿cómo resolvemos lo de ETA?- había alcanzado una dimensión casi sobrenatural, haciéndolo digno de los mayores empeños y los más nobles compromisos.

El segundo resorte que entra en funcionamiento es la desmesura en la autoestima, el adanismo político, el sentido de la competitividad elevado a la categoría de narcisismo y megalomanía. Espejito, espejito... ¿Quién es el industrial chatarrero con mayor visión de futuro de París? Muchos son los llamados, pero uno sólo será el elegido. Treinta años de democracia comprimidos en una especie de subasta virtual. Allí donde fracasaron nada menos que Suárez, González y Aznar, es donde ha visto Zapatero su oportunidad de alcanzar la posteridad, poniendo más carne en el asador de acuerdo con la divisa de Danton: primero la audacia, después la audacia y finalmente la audacia.

Ya tenemos a la víctima presta a picar en el anzuelo. Es el momento en el que entra en juego el espejismo de los sentidos como sucedáneo del verdadero contacto con la realidad. Los informes de Eguiguren, las confidencias de Imaz, las misivas de Otegi, las fotos «avanzadas a su tiempo» de Gemma Zabaleta con Jone Goirizelaia... Zapatero estaba tan dispuesto a fijarse sólo en lo que quería escuchar -que ETA tenía decidido renunciar al terrorismo- como el señor Poisson a descubrir oportunidades de reciclaje en su visita guiada a la Torre Eiffel. Empiezas diciendo que «el concepto de nación es algo discutido y discutible» y hasta Jack el Destripador te termina pareciendo «un hombre de paz».

Sólo quedaba el último empujón: el de la tasa de la vergüenza. El desconcierto del presidente tras el atentado de Barajas es equivalente al del atrevido inversor cuando su mujer le hace dudar de la sinceridad del alto cargo: aquí puede haber gato encerrado, tal vez las cosas no son como parecen, quizá aún estemos a tiempo de dar marcha atrás... Y en ambos casos el impasse se quiebra cuando el timador o su entorno exigen completar el precio ya acordado con la mordida, con la comisión, con el IVA de la infamia. Es la prueba del algodón de que el negocio va de veras. Nada autentifica tanto al funcionario ministerial como que sea corrupto. Es el chantaje de De Juana lo que demuestra que estamos bien cerca del corazón de ETA.

Y frente a esa coacción, la ética mediterránea y el masoquismo político han reaccionado diciendo que el que algo quiere algo le cuesta, que no hay parto sin dolor, que no se pueden hacer tortillas sin romper algún huevo y que para coger peces no hay más remedio que mojarse el culo. Ergo, mandemos al monstruo a casa.

Ante el Comité Federal del PSOE, Zapatero fundamentó su decisión sobre De Juana en «el valor supremo de la vida», pero luego bifurcó ese postulado de forma contradictoria. Por un lado desarrolló un innovador concepto de «humanitarismo» orientado a guarecer a un asesino múltiple frente a su derecho al suicidio -¿qué hacemos entonces con la eutanasia, señores progresistas?- e incluso a imponer al Estado la obligación de ceder a sus demandas, llevando hasta la más absurda paradoja ese supuesto absolutismo vitalista. Por el otro presentó la excarcelación de facto como un modo de proteger no la vida de De Juana sino la de quienes pudieran a estar en el punto de mira de ETA, dando a entender así que la única manera viable de combatir el terrorismo es plegándose a sus pretensiones.

Si en pura lógica democrática ninguno de estos dos caminos conduce a ninguna parte -luego emprendió el aún más absurdo viaje de hacer un proceso histórico a la blandura de los gobiernos de Aznar- es porque son meras ocurrencias destinadas a enmascarar el verdadero móvil del presidente. No es que Zapatero haya reanudado las negociaciones con ETA y esté cumpliendo, como aseguró ayer Rajoy, una de sus cláusulas secretas. Se trata de algo aún peor, pues lo que está pagando es un peaje a cuenta, una especie de gravamen voluntario mediante el que aspira contribuir a relanzar el proceso.

Zapatero está haciendo méritos ante ETA y, aunque transmitiera con antelación a la izquierda abertzale el contenido de su gesto explicitando sus expectativas de reciprocidad -aún no satisfechas, por cierto-, todo tiene una raíz psicológica más profunda. Como es posible que ni el propio presidente sea consciente de la gravedad de lo que le pasa, merece la pena invitarle a diseccionar el asunto a través del capítulo XV del Libro Segundo de los Ensayos de Montaigne titulado De cómo nuestro deseo se acrecienta con la dificultad.

«El precio da valor al diamante, la dificultad a la virtud, el dolor a la devoción y la acritud a la medicina», nos dice el señor del torreón lleno de libros. Enseguida pone como ejemplo unos versos de Ovidio: «Si una broncínea torre nunca hubiera/ tenido a Danae encerrada dentro,/ Júpiter no habría hecho madre a Danae». Y una reflexión de Séneca: «El placer de las cosas aumenta precisamente por el peligro que debe ahuyentarnos de ellas». Y el recuerdo de cómo «Flora, la cortesana, decía no haberse acostado jamás con Pompeyo, sin marcarle con sus mordiscos» pues «el dolor es harto más dulce cuando quema y lastima».

«Nuestro apetito desprecia y pasa por alto todo cuanto está a su alcance, para correr tras lo que no tiene», prosigue Montaigne. «Porque prohibirnos algo es hacérnoslo desear». No en vano reconoce Horacio que su amor «sobrevuela lo asequible y persigue lo que huye». Porque volviendo con Ovidio, «lo que está permitido desagrada, lo prohibido nos quema con más fuerza».

Nunca un primer ministro tuvo más fácil consensuar con el jefe de la oposición las grandes políticas de Estado. Desde su aversión congénita al conflicto, Rajoy estaba dispuesto a pactarlo casi todo: la reforma de la Constitución, por supuesto la de los Estatutos, el desarrollo del Pacto Antiterrorista, la política exterior y de defensa... Además, el trauma del 11-M proporcionaba a Zapatero la excusa perfecta para aparcar cualquier promesa electoral que implicara la confrontación y dedicar la legislatura a poner bálsamo en las heridas colectivas. ¿Qué mejor destino podía dar a su talante que comportarse como un estadista apaciguador e incluyente?

Pero enseguida vimos que ocurría lo contrario. Zapatero quería llegar adonde no lo había hecho nadie, su entusiasmo político se embravecía con el vértigo fruto de la proximidad al abismo y cualquiera diría que anhelaba los mordiscos de la fiera como credencial de haber yacido en su gruta. Mientras los acuerdos con la derecha se convirtieron enseguida para él en algo despreciable, de puro asequible, todo lo prohibido le atraía como un imán irresistible.

Zapatero pensó, sigue pensando, que con él llegaba la hora de las grandes transgresiones. Los años que vivimos peligrosamente. Cuanto más peligrosamente, mejor. Por eso ha ido subiendo la trascendencia de la apuesta en paralelo al incremento del rechazo que iba provocando en la España que él considera anticuada y Rajoy sensata. Primero fueron los pactos con Esquerra Republicana, luego la matrimonialización de la unión homosexual, después el caballo en cacharrería del Estatuto de Cataluña, por fin el proceso de paz con ETA. Y el que todo ello fuera innecesario, unilateral y por las bravas era su principal atractivo.

Zapatero identifica hasta tal extremo mérito con dificultad que la escalada de desaires que le ha ido infligiendo ETA -impuesto revolucionario, kale borroka, robo de pistolas, atentado de Barajas...- lejos de disuadirle de su empeño se ha convertido en una cadena de acicates. Y en este contexto el caso De Juana ha tenido el valor de toda prueba suprema dentro de un rito iniciático: ahora sus compañeros de viaje ya saben lo que él es capaz de hacer. A cambio espera que ellos le hagan más llevadero el trayecto que han de recorrer juntos hasta el Eldorado del fin de la violencia.

Cuando André Poisson cayó en la cuenta de que le habían engañado como a un merluzo sintió tanta vergüenza que dio por perdido su dinero y se quitó discretamente de en medio. Victor Lustig volvió poco después a las andadas e intentó venderle el monumento a otro porque, en definitiva, la simulación y la estafa estaban en su naturaleza.

Mucho me temo que ni siquiera el éxito de la espectacular manifestación de ayer, en definitiva la mayor reprobación ciudadana a un presidente en 30 años de democracia al margen de las urnas, haga rectificar a Zapatero. Al contrario, cada pancarta sujetada por un español de derechas, cada grito de un manifestante conservador, cada línea del texto leído por Rajoy supondrá para él un honroso latigazo más que poder exhibir heroicamente en el carné de penitente que presentará la próxima vez que sus delegados se reúnan con ETA y Batasuna. El caso De Juana ha sido, de hecho, su de perdidos, al río. La primera vez que un presidente del Gobierno ha pagado el impuesto revolucionario. Y lo trágico del caso no es que el precio haya sido mayor o menor, más amargo o digerible, gravemente infame o sencillamente injusto, sino que -se ponga como se ponga nuestro fantasioso presidente- la Torre Eiffel no ha estado ni estará en ningún momento en venta.

Pedro J. Ramírez, Carta del Director
El Mundo, 11-3-2007

Especial 10M: Que hablen los españoles

Cientos de miles de personas asistieron cívicamente a la mayor manifestación jamás convocada por un solo partido .

CARMEN REMIREZ DE GANUZA / EL MUNDO, 11-3-2007

Mariano Rajoy puso voz ayer a cientos de miles de personas que abarrotaron la espina dorsal de Madrid, en la mayor manifestación jamás convocada por un partido político y una de las más numerosas de toda la Democracia, para proclamar que «es hora de que los españoles hablen» y digan «no» a las cesiones de Zapatero a ETA. En un acto cargado de emotividad y teñido de fiesta, ante un oleaje de banderas españolas que se expandía por las calles adyacentes a la Plaza de Colón, Rajoy no sólo exigió un cambio en la política antiterrorista sino que se erigió en líder de una nueva mayoría.

En posición de firmes, solemne en su soledad, y a un paso por delante del grupo de concejales vascos que le acompañaban en el escenario, mientras sonó el Himno Nacional; o enredado con ellos en cadeneta, bailando en charanga el «color esperanza» que escupían con profusión los altavoces de la plaza... Las dos imágenes de Rajoy, la del empaque, y la de la celebración, resumieron los dos mensajes de un acontecimiento masivo y de precedente incierto: el patriotismo, y la fe en el cambio.

La palabra «España» fue, tanto en el discurso de Rajoy como en los eslóganes que coreó el público a lo largo de una marcha cuajada de banderas nacionales, el centro de lo que el propio presidente del PP denominó «un acto de afirmación de lo que nos une a todos los que aquí estamos: la democracia, la convivencia pacífica, el aislamiento de los violentos, las ganas de construir juntos el futuro».

Y es que, tal como afirmó en su discurso, «no estamos hablando solamente del terrorismo. Ni siquiera principalmente. Estamos hablando de España, que es lo que nos ocultan detrás de eso que se llaman negociaciones (...) España nos pertenece a todos y nadie tiene derecho a modificarla para dar gusto a ETA. No lo vamos a consentir».

España por la libertad. No más cesiones a ETA, rezaba el eslogan de la pancarta detrás de la cual habían caminado -tras el propio Rajoy y sus concejales vascos- todos los dirigentes y presidentes autonómicos del PP. Por delante de ellos, los jóvenes de Nuevas Generaciones portaban una gran pancarta de tela de barco de 30 x 15 metros con el lazo azul, elegido por los populares en recuerdo de las manifestaciones de protesta por el asesinato de Miguel Angel Blanco y por el secuestro de José Antonio Ortega Lara.

Ambas víctimas de ETA fueron, de hecho, el segundo gran emblema de la manifestación, y el referente moral en el que se apoyó un Rajoy convertido ayer en protagonista. Ortega Lara -la imagen más aplaudida del vídeo de agradecimiento a las víctimas con que el PP inauguró el acto final- optó por confundirse con el paisaje humano. La hermana y el padre del asesinado concejal de Ermua, en cambio, portaron la pancarta y fueron abrazados por Rajoy en el escenario. «Agradezco a toda España», decía el padre de Miguel Angel a este diario, «lo mucho que siempre nos ha apoyado. Si no hubiera sido por ese apoyo, con mi hijo bajo tierra, no habríamos salido adelante».

Rajoy invocó su memoria y el propio espíritu de Ermua. Pero su mensaje, abierto a la «recuperación del consenso» entre los demócratas, fue político, concreto y directo en su crítica frontal a Zapatero: «El Gobierno está cogido en una trampa», dijo, en la que él mismo se ha metido y de la que no sabe salir. Por eso se asusta cuando un terrorista no come. Y se asusta cuando se le piden explicaciones, y se asusta cuando los españoles sacamos nuestra indignación serena y democrática a la calle».

La calle no desmintió esa pretendida «serenidad». No hubo aguiluchos ni símbolos preconstitucionales, tal como preveían sus adversarios políticos. Ni siquiera proliferaron, en vísperas del tercer aniversario del 11-M, las pegatinas de «Queremos saber» que inundaban las últimas manifestaciones convocadas por las asociaciones de víctimas. Los organizadores no tuvieron dificultades en compatibilizar, así, el color rojigualdo de la marcha con ese Libertad sin ira que resonó en la plaza de Colón en dos ocasiones; una canción de Jarcha que se convirtió en el santo y seña de la Transición y que ayer hacía bailar a María San Gil como una quinceañera.

Eso sí, por encima de la crítica a ETA, lo que predominaba ayer en la calle era la denuncia contra Zapatero. Aún más, si cabe, el aplauso a Rajoy. «Mariano, amigo, España está contigo» y «España se merece otro presidente», fue lo más coreado.

El presidente del PP no habló de elecciones en su discurso. Pero su reclamación ante aquellos cientos de miles de manifestantes era un «basta ya» que excedía, como él mismo admitió, de la denuncia contra la prisión atenuada del etarra De Juana Chaos y de la propia política antiterrorista. «Les convoco», proclamó, «a defender la nación española y a sumar esfuerzos para recuperar nuestra estima como un pueblo que ha sabido dar ejemplo al mundo con su entereza frente al terrorismo».

Como dijo ayer uno de sus dirigentes en Madrid, «a base de dejarnos solos (los socialistas)», nos han convertido en la única referencia de una mayoría social en España».

Especial 10M: Los gritos de la manifestación


«ETA, escucha, ésta es mi lucha».

«Zapatero, en mi nombre, no».

«Zapatero, embustero. Zapatero, dimisión».

«Matar a la gente no es un accidente».

«Zapatero, échale cojones y convoca elecciones».

«11-M, queremos saber».

«España unida jamás será vencida».

«Qué barbaridad, dejan de comer pero no dejan de matar».

«Cobarde, gallina, la ETA te domina».

«Ahora, ahora, Mariano a La Moncloa. Rajoy, amigo, España está contigo».

«No nos da la gana que liberen a De Juana».

Especial 10M: Hasta aquí hemos llegado

Ni los más viejos del lugar recuerdan una como la que este sábado se ha montado en Cibeles, plaza de Colón y aledaños. Y se montó desde bien pronto porque en plena sobremesa, cuando el tibio sol de marzo aun calienta, las calles y callejas que van a morir a Recoletos eran un ir y venir de banderas, pancartas y bufandas con los colores de España, como las que la sufrida afición española lleva a los partidos de fútbol cuando juega la selección.

Pero lo de esta tarde no era un partido de fútbol, era un clamor. Un clamor nacional, se entiende. De los cuatro puntos cardinales de nuestra piel de toro han llegado tantos autobuses que ciertas calles, más que avenidas de una ciudad respetable, parecían estaciones improvisadas. Mil, dicen los periódicos, aunque al madrileño de a pie, poco habituado a ver tanto autocar junto fuera de la Estación Sur, nos han parecido muchos más.

De ahí que la bandera de España, la nuestra, la única que tenemos, haya estado tan bien cortejada en esta tarde de sol a las cinco en punto. No ha faltado una sola autonomía y escudos, banderines y estandartes de la más variada procedencia han aliñado la ensalada multicolor. El recolmo de la pluralidad lo he encontrado en una señora que tomaba la española con una mano, la señera catalana con la otra y había puesto una ikurriña en el carrito del niño. Sospecho que esta buena mujer no es de las que se amilanan cuando los socialistas vienen con eso de la España plural. Ella lo practica, y tan contenta.

Todos parece que quieren decirle a Zapatero que hasta aquí han llegado, que están hartos, que no se puede ser tan incapaz durante tanto tiempo y a costa de tanta gente. No me cabe ninguna duda de que esto dará que hablar, aunque a estas horas desconozco lo que dirán y cómo lo dirán. Sea lo que sea, tal cantidad de gente no puede dejar indiferente a nadie. Los que se agolpan en las vallas azules que ha dispuesto el ayuntamiento parece que son de mi opinión porque, en toda la tarde, no han parado de corear consignas. Algunas antiguas y otras inventadas para la ocasión. En esto se notan los dos años largos que esta gente sale a la calle a practicar el saludable ejercicio de decir lo que se piensa. No sería de extrañar que más de un sindicalista se haya colado de incógnito con su libreta de notas para ver si sus bases recuperan el entusiasmo perdido.

Las manifestaciones que convoca el Partido Popular, el Foro de Ermua o la Asociación del Víctimas del Terrorismo tienen fama de ser muy coloridas, algo menos ruidosas y extremadamente corteses con el mobiliario urbano. No es un mito, es una realidad que sólo quien se haya acercado a una puede constatar en primera persona. La de hoy no ha sido una excepción. Da igual que asistan 50.000 o millón y medio, los papeles terminan en las papeleras y las paredes de los edificios pueden respirar tranquilas. Quizá se deba a aquello que dicen de que la gente de derechas es gente de orden y puntual.

Rajoy lo ha sido. A las cinco ha llegado a la cabecera de la manifestación y dos horas exactas después ha comenzado una intervención tan afortunada como suelen serlo las del presidente del Partido Popular, florido parlamentario y mitinero de lujo. Rajoy es un orador en vías de extinción. Es de esos que cuando habla no lee, y eso se nota, lo notan los que escuchan, algo que los políticos de hoy, empeñados en escucharse a sí mismos, parecen haber olvidado. Tampoco gesticula robóticamente al estilo de Pepiño Blanco, y bien que lo aprecian los que están delante. Ha sabido desgranar una a una las razones por las que todos, él antes que nadie, estaban allí. Como guinda dos vivas calcadas a las que cierto prohombre de la patria pronunció en Cádiz, hace casi 200 años. ¡Viva la Libertad! y ¡Viva España! Ahí queda eso.

Fernando Díaz Villanueva
Libertad Digital, 10-3-2007

Especial 10M: Rajoy: "Queremos recuperar la España que no se rendía ante los terroristas"

El presidente del PP convocó este sábado "solemnemente" a los ciudadanos a "defender la nación española" frente a la "claudicación" ante ETA por parte del Gobierno y a "recuperar la España que no se rendía ante los terroristas" ni les pagaba "peaje" para buscar con ellos un "trato delirante". "España nos pertenece a todos y nadie tiene derecho a modificarla para dar gusto a ETA", advirtió. Además, tuvo un emotivo recuerdo para las víctimas del terrorismo que, según dijo, "representan el precio que hemos pagado por nuestra libertad".

Mariano Rajoy pronunció esas palabras durante la intervención que cerró la manifestación del PP en protesta por la decisión del Ejecutivo Zapatero de excarcelar al etarra De Juana, y que discurrió por las calles de Madrid bajo el lema "España por la libertad. No más cesiones a ETA". Su intervención, que duró unos 20 minutos, fue interrumpida en numerosas ocasiones por los aplausos y gritos de los manifestantes, que además corearon al terminar el discurso los "Viva la libertad" y "Viva España" que proclamó Rajoy desde el escenario. El acto terminó con el himno nacional y un aplauso.

Entre los gritos que interrumpieron al presidente del PP en varias ocasiones se pudo escuchar "Zapatero dimisión", el más repetido, o "España, España", "Todos a una contra Batasuna" y "España unida jamás será vencida".

Rajoy agradeció la participación en la manifestación, convocada por "la torpeza de un Gobierno que se ha dejado coaccionar por un asesino y ha cedido", e instó al Ejecutivo a que rectifique y a que se imponga la razón. Así, consideró que, hace tres años, eso era impensable, pero lamentó que Zapatero quebrase el consenso para "tener las manos libres" y, ahora haya que recuperarlo.

"Si no es posible alcanzarlo con el Gobierno, yo quiero establecerlo con la gente, con los españoles; en ese espíritu, convoco solemnemente a todos los españoles, a los que les importe España, a poner fin a esta situación; les convoco a defender la nación española y a sumar esfuerzos para recuperar nuestra autoestima como un pueblo que ha sabido dar ejemplo al mundo con su entereza frente al terrorismo", declaró.

El presidente de los populares dijo que la atenuación de la pena de De Juana ha dejado claro "por qué había que retorcer las normas", "trampear los procedimientos" y "engañar a los españoles" para excarcelar a un "terrorista insaciable". A su juicio, todo ello se debe a "compromisos previos" y al "peaje" que paga el Gobierno a los terroristas para poder negociar.

"Se ha pretendido embaucarnos con el pretexto de una paz engañosa, esa paz que lleva escrita en el rostro De Juan Chaos, la paz de Otegi, la paz de los canallas que colocaron la bomba en Barajas", prosiguió Rajoy, antes de expresar su convencimiento de que ETA no renuncia a nada, "quiere Navarra, la amnistía y la independencia, y no se conformará con menos", advirtió.

Rajoy aseguró que ETA seguirá actuando de la misma forma mientras se le consienta , y reprochó al Gobierno que haya buscado un "trato delirante". "Cuanto más obtengan, más querrán, y no se detendrán hasta obtener todo lo que piden", añadió el líder del PP, quien consideró que ETA no quiere la paz, sino la victoria ante un Gobierno "débil" que ha caído en una trampa de la que no sabe salir. "Por eso se asusta cuando un terrorista no come, cuando se le piden explicaciones y cuando los españoles sacamos nuestra indignación, serena y democrática, a la calle", dijo.

Un callejón sin salida

Rajoy afirmó que el Gobierno se ha equivocado, "está en un callejón sin salida" y debe rectificar, pero no se atreve porque lo que más le asusta es reconocer su error pese a que "millones de personas" se lo piden. Así, lamentó que el Ejecutivo haya "rechazado siempre" la mano tendida por su partido, y, por ello, dijo que "es hora de que los españoles hablen" e impidan que las cosas continúen "por este camino delirante".

En ese sentido, dijo que es necesaria una política antiterrorista seria y consideró que la manifestación de este sábado fue un acto de "afirmación y esperanza" porque "todo el mundo sabe que hay otra manera de hacer las cosas, más digna, más justa y más eficaz".

"Hemos conocido mejores días en la lucha contra el terror y queremos recuperar la España que no se rendía ante los terroristas, que no se humillaba ante el chantaje, que no premiaba a los asesinos, que no menospreciaba a las víctimas; la España que consiguió que ETA no matara porque no podía matar, porque la estábamos derrotando", aseveró.

Las víctimas de ETA

Tras expresar el "derecho" a reclamar otra forma de hacer las cosas y expresar el deseo de que "la democracia gane y ETA pierda", calificó a las víctimas del terrorismo de "el mejor estandarte" de esos valores y citó en concreto a Miguel Ángel Blanco y José Antonio Ortega Lara.

"Distinguimos muy bien y por eso no olvidamos a las víctimas. A nosotros no nos estorban. Al contrario. Son el mejor estandarte de nuestros valores, el testimonio vivo de nuestra fe en la democracia", aseguró.

Rajoy recalcó que las víctimas son la demostración de que "ni con uno ni con mil muertos logrará nadie doblegar nuestros principios" y que la "mejor" manera de honrarlas es "volver a hacer las cosas como se hacían cuando se hacían bien". "Se les honra defendiendo las ideas que sus asesinos condenan. Se les honra persiguiendo a sus perseguidores. Se les honra haciendo justicia. Nosotros les haremos justicia, ya lo creo que les haremos justicia", manifestó.

Libertad Digital, 10-3-2007

Especial 10M: Y ahora, a rescatar la soberanía

La manifestación de este sábado, por históricas que resulten sus proporciones, no tendrá el menor efecto en la política antiterrorista de José Luis Rodríguez Zapatero, tal y como el presidente ha avisado, displicente, en la víspera de la convocatoria del PP. Ignacio de Juana no volverá a la cárcel a cumplir hasta el último día de su condena a tres años de prisión, y Batasuna-ETA se presentará a las próximas elecciones locales, bajo este o cualquier otro pabellón electoral, sin haber condenado el terrorismo y sin cumplir con la Ley de Partidos. Conviene dejarlo sentado, para que la potente energía de patriotismo y libertad que ha prendido en una parte de la sociedad española se mantenga con la debida tensión cívica y no decaiga en frustración ante las nuevas e inexorables cesiones que el Gobierno hará al terrorismo en los próximos meses.

Es indispensable que el foco de resistencia pacífica nacido en el seno del movimiento de las víctimas y galvanizado por el colosal potencial movilizador y pedagógico del primer partido político de España en número de afiliados conserve viva y lúcida su heróica impugnación moral de un presidente consumido por la debilidad y desbordado por el desafío de los enemigos de la libertad y de España.

Es clave que la llamada de Mariano Rajoy a “todos los españoles a los que les importe España” para que pongan “fin a esta situación” de crisis nacional llegue al último rincón del último hogar del país; y sólo la conmovedora conjura cívica confirmada este sábado por dos millones de personas en las calles de Madrid puede propagarla.

Por eso, lo más difícil y duro de este auténtico movimiento por la independencia nacional empieza ahora. Después del vibrante clamor de unidad en la ciudad más abierta y plural de España; después de un vendaval de banderas jamás visto y de un rescate popular del himno, convertido en símbolo de la libertad, llega el verdadero desafío: un Gobierno acorralado, más rehén que nunca de la voluntad de ETA, y, por lo tanto, más despótico y dispuesto a perpetrar más injusticias que nunca para satisfacer a los terroristas.

Un presidente que llegó al poder gracias a los terroristas contrae un vínculo fáustico de por vida. Sólo los terroristas deciden cuándo saldrá del poder, y hasta cuándo les servirá desde el mismo. Este otro 11 de marzo, tres años después de aquel sangriento jueves que le hizo ganar las Elecciones contra toda evidencia, Zapatero es un presidente más débil y, por lo tanto, más peligroso para España. Un gesto de ETA, un simple comunicado, una promesa renovada de paz que reanime su proceso, su único programa político, su kit de supervivencia, sólo conseguirá precipitar la política de cesiones.

Desenmascarado incluso por sus votantes, desacreditado por la fácil y cobarde humillación de las víctimas, abominado por al menos la mitad de la nación, como ningún otro mandatario desde Fernando VII, por su ensañamiento en la traición, ¿de qué no será capaz a partir de ahora, a cambio de una prórroga otorgada por un gesto de los terroristas? Por eso, la respuesta del movimiento cívico debe ser el mantenimiento de la resistencia pacífica en la calle, y la del PP, volcarse en la batalla de las autonómicas (particularmente, en Navarra, pieza clave de la estrategia conjunta de Zapatero y ETA) y, a continuación, en el objetivo de un adelanto electoral que restituya cuanto antes a los españoles una soberanía que este presidente legal, pero ya completamente ilegítimo, ha puesto en rebajas a los terroristas.

Editorial de Libertad Digital, 11-3-2007

Especial 10M: Discurso de Mariano Rajoy, Por la libertad, por España


A continuación se reproduce íntegramente la intervención del presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, al término de la manifestación celebrada este sábado en Madrid:

Gracias a todos por venir, y por pensar que este esfuerzo merecía la pena.

Gracias por creer que las cosas no se arreglan solas, que sois necesarios y que España es responsabilidad de todos y de cada uno de nosotros. Nos ha movilizado la torpeza de un Gobierno que se ha dejado coaccionar por un asesino y ha cedido. Nos ha traído aquí la injusticia cometida —contra todos los españoles— con un terrorista que no pide perdón, que no se arrepiente, que nos desprecia y, para colmo, se ríe de nosotros con sus parodias de hospital.

Nos ha traído aquí la falta de gallardía de un Gobierno que pretende disfrazar la humillación con razones de política inteligente y la indignidad con excusas humanitarias. Hemos venido para proclamar que la mayoría de los españoles no estamos conformes; para que nadie pueda beneficiarse de nuestro silencio; para que nadie cuente con nuestra resignación. Hemos venido a decir NO a esa burla de la ambulancia y NO a todo lo que se oculta tras esta claudicación.

Porque este gesto ha desenmascarado todos los disimulos. Ha dejado todas las intenciones a la vista. Ya no es posible ocultar lo que resulta evidente. Ahora sabemos por qué se nos humilla ante los terroristas; por qué el Gobierno es tan complaciente con sus portavoces; por qué Batasuna —que es ilegal— recibe mejor trato que quienes respetamos las leyes. Ahora sabemos por qué había que retorcer las normas, trampear los procedimientos y engañar a los españoles para excarcelar a un terrorista insaciable.

Son compromisos previos, son exigencias que los terroristas imponen para que el Gobierno demuestre su buena voluntad hacia ellos. Es el peaje que paga el Gobierno para poder negociar. Se ha pretendido embaucarnos con el pretexto de una paz engañosa. Esa paz que lleva escrita en el rostro De Juana Chaos. La paz de Otegui. La paz de los canallas que colocaron la bomba en Barajas.

ETA no nos dejará en paz. No se arrepiente de nada. No renuncia a nada. Quiere Navarra, quiere la amnistía, quiere la independencia. Nunca se conformará con menos. Mientras se le consienta, seguirá y seguirá hasta lograr su propósito, hasta que renunciemos a la razón, a la justicia, a la dignidad, en definitiva, hasta que nos rindamos. Tampoco renunciará jamás a su capacidad de coacción, de chantaje, de intimidación.

Todo esto lo sabe el Gobierno. Pese a ello, siendo evidente que ETA no pensaba dejar las armas, buscó su trato. Siendo evidente que ETA pretendía obtener con el alto el fuego los mismos beneficios que reclamaba con las armas, buscó su trato. Siendo evidente que ETA se reservaba el derecho de dialogar con bombas, buscó su trato.

Un trato delirante porque pretender que los criminales se apacigüen mediante concesiones es tan absurdo como apagar un incendio con leña. Cuanto más echemos, más nos pedirá. Cuanto más obtengan, más querrán. No se detendrán hasta obtener todo lo que piden.

ETA no quiere la paz. Busca la victoria. Ha descubierto un Gobierno débil y quiere aprovechar la ocasión.

Quien cede una vez ante ellos se condena a seguir cediendo o a tener que combatirlos cuando sea demasiado tarde. Por eso es preferible tener el coraje de hacerles frente desde el principio, sin debilitar nuestra fuerza, sin fortalecer al principal enemigo de nuestra libertad.

El Gobierno está cogido en una trampa en la que él mismo se ha metido y de la que no sabe salir. Por eso se asusta cuando un terrorista no come. Y se asusta cuando se le piden explicaciones. Y se asusta cuando los españoles sacamos nuestra indignación, serena y democrática, a la calle.

Se ha equivocado. Está en un callejón sin salida y debe rectificar, pero no se atreve porque lo que más le asusta es tener que reconocer su error. Millones de personas le han pedido en la calle que rectifique, pero no hace caso. Le hemos tendido la mano muchas veces y se nos ha rechazado siempre. Hemos querido ayudar y se ha despreciado nuestra ayuda.

Por eso estamos aquí. Es hora de que los españoles hablen. Tenemos que impedir que las cosas continúen por este camino delirante. Necesitamos una política antiterrorista seria. Una política diseñada para perseguir a los terroristas, no para poner zancadillas a los españoles que no aplauden al Gobierno.

Quiero que este acto quede como testimonio de un pueblo que sabe que sólo siendo fiel a sus valores podrá construir el mejor futuro. De un pueblo que sabe que entre el terrorismo y la democracia no hay caminos de encuentro y que uno de los dos debe prevalecer a costa del otro. Y que, desde luego, quiere que prevalezca la democracia. De un pueblo que no quiere tener que contar un día que el terrorismo ganó una batalla en su país.

Este es un acto de afirmación y de esperanza. De afirmación de lo que nos une a todos los que aquí estamos y a muchos que no han podido estar: la democracia, la convivencia pacífica, el aislamiento de los violentos, las ganas de construir juntos el futuro. Todo el mundo sabe que hay otra manera de hacer las cosas, más digna, más justa, más eficaz. Hemos conocido mejores días en la lucha contra el terror.

Queremos recuperar la España que no se rendía ante los terroristas, que no se humillaba ante el chantaje, que no premiaba a los asesinos, que no menospreciaba a las víctimas. La España que consiguió que ETA no matara porque no podía matar, porque la estábamos derrotando. La España que acabó con el terrorismo callejero. ¡Claro que hay otra manera de hacer las cosas! Y tenemos derecho a reclamarla. Queremos que la democracia gane y que ETA pierda.

Queremos que Batasuna desaparezca de nuestras calles, de nuestros telediarios y que ni sueñe con volver a los ayuntamientos. Queremos que los terroristas sepan que no tienen nada que reclamarnos, que su único destino es la cárcel y que nosotros todavía sabemos distinguir con nitidez quiénes son las personas decentes y quiénes son los indeseables. Los distinguimos muy bien. Por eso no nos olvidamos de las víctimas. A nosotros no nos estorban. Al contrario:

Son el mejor estandarte de nuestros valores; el testimonio vivo de nuestra fe en la democracia; representan el precio que hemos pagado por nuestra libertad; expresan nuestra respuesta al terrorismo; hacen saber que, ni con uno ni con mil muertos, logrará nadie doblegar nuestros principios. Dos personas, entre tantas otras que permanecen en nuestro recuerdo, simbolizan de forma eminente la voluntad de este pueblo de decir que NO al chantaje y al terror.

Una de ellas, Miguel Ángel Blanco, no puede estar hoy con nosotros. Pero aún esta plaza de Colón se estremece con el recuerdo del grito de más de un millón de gargantas que clamaron “¡Basta ya!” tras su cruel asesinato. Y aún nos estremece a todos el coraje cívico de sus familiares ofreciendo su sacrificio por la derrota final del terrorismo. La otra persona, José Antonio Ortega Lara, sí está hoy entre nosotros y su ejemplo de valor y sacrificio siguen siendo el mejor estímulo para la resistencia cívica de un pueblo.

El mejor camino para honrar a las víctimas es que volvamos a hacer las cosas como se hacían cuando se hacían bien. Las flores y los aplausos nunca sobran, pero como de verdad se les honra es defendiendo la razón que da sentido a su muerte. Se les honra defendiendo las ideas que sus asesinos condenan. Se les honra persiguiendo a sus perseguidores. Se les honra haciendo justicia. Nosotros les haremos justicia. Esto es lo que queremos y esto es lo que nos ha traído aquí: que el Gobierno rectifique, que se imponga la razón, que se aplique la ley y que sea el Gobierno el primero en respetarla.

No se si se nos escuchará o nos responderán con la arrogancia habitual , pero esta es nuestra posición y a ella convocamos a los españoles. Esta es nuestra tarea. Un empeño que está por encima de diferencias ideológicas; por encima de partidos, por encima de rivalidades políticas, porque afecta al interés común. Una tarea que exige el esfuerzo de todos y merece el apoyo de todos. Porque no estamos hablando solamente del terrorismo. Ni siquiera principalmente. Estamos hablando de España, que es lo que nos ocultan detrás de eso que llaman negociaciones.

¿Con quién discute el Gobierno el futuro de Navarra, del País Vasco, de España? ¿Con los Navarros? No. ¿Con los españoles? No. ¡Lo discute con Batasuna, a escondidas, en secreto! ¿Con qué derecho? No lo vamos a consentir. España nos pertenece a todos y nadie tiene derecho a modificarla para dar gusto a ETA. No lo vamos a consentir.

Hasta hace tres años, esto era impensable porque las cosas importantes para todos los españoles estaban amparadas por un consenso. Esas cosas no se tocaban. Ese consenso que el señor Rodríguez Zapatero se apresuró a quebrar para tener las manos libres. Necesitamos recuperar el consenso. Si no es posible alcanzarlo con el Gobierno yo quiero establecerlo con la gente, con los españoles. En ese espíritu, convoco solemnemente a todos los españoles, a los que les importe España a poner fin a esta situación. Les convoco a defender la nación española y a sumar esfuerzos para recuperar nuestra autoestima como un pueblo que ha sabido dar ejemplo al mundo con su entereza frente al terrorismo.

Si alguien piensa que esta es una empresa que requiere mucho esfuerzo y mucha constancia y mucha voluntad, piensa bien. Pero si alguien piensa que vamos a cansarnos, se equivoca. Se equivoca de medio a medio y basta con venir aquí para comprobarlo.

Somos una voluntad en marcha. No nos vamos a resignar. No nos cansaremos de combatir por nuestros principios. No renunciaremos a conquistar lo que es justo. No nos rendiremos jamás. Volved a vuestras casas y contad a todo el mundo lo que ha pasado aquí, lo que habéis hecho, lo que habéis sentido. Que os vean en pie, con la cabeza alta y fuertes como yunques. Orgullosos de ser españoles que no se resignan.

Decid que estamos reclamando una deuda que el Gobierno quiere cancelar. Decid que reclamamos la libertad que nos han robado y que solamente podremos recuperar cuando se haga justicia, cuando podamos respirar hondo, cuando los terroristas no ejerzan ninguna influencia en nuestra vida, cuando ETA sea derrotada y desaparezca.

Este es nuestro empeño, esto es posible y esto, con la ayuda de todos, lo haremos realidad. Gracias otra vez por vuestra presencia, por vuestro calor y por vuestro gran ejemplo de civismo.

Y ahora, si todavía no estáis roncos, gritad conmigo:


¡Viva la libertad!

¡Viva España!

sábado, 10 de marzo de 2007

«Querido y admirado Presidente, mi Comandante"; carta de Rodríguez Zapatero

Reproduzco aquí la columna de Ansón en El Mundo. Consejo: guarden a los niños en casa...

Carta de Zapatero a Fidel Castro

LUIS MARIA ANSON

Organicé la Agencia Efe en La Habana en los 80. De aquella época conservo allí buenos amigos. Uno de ellos me ha filtrado la carta que José Luis Rodríguez Zapatero ha dirigido a Fidel Castro. La reproduzco a continuación sin quitar ni añadir una coma.


«Querido y admirado Presidente, mi Comandante:

El ministro de Asuntos Exteriores de mi Gobierno, Miguel Angel Moratinos, me da cuenta de su viaje oficial a Cuba y me informa de la evolución favorable de la salud de Vuestra Excelencia. No sabe cómo lo celebro porque mi generación se ha educado con la vista puesta en la Cuba comunista y en la figura irrepetible de Fidel Castro, centinela de la libertad, caudillo del Caribe por la gracia del destino histórico y comandantísimo de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire de la perla de las Antillas.

Las nuevas generaciones que viven en el hedonismo, no tienen conciencia clara de lo que ha supuesto para el mundo la lucha de Vuestra Excelencia por la libertad, por los Derechos Humanos y por la política social, todo ello frente a la voracidad del Imperio, frente al incalificable bloqueo impuesto por los Estados Unidos. A pesar de esa tropelía histórica, Cuba es hoy, gracias a Vuestra Excelencia, un paraíso de libertad, una nación justa en la que se respetan y acatan las leyes derivadas de la voluntad general libremente expresada, con un pueblo libre y esperanzado que disfruta de un alto nivel de vida, habiéndose sustituido en todas vuestras ciudades el caduco signo de la cruz por el de la hoz y el martillo. El ministro Moratinos se ha quedado en un pasmo ante el progreso y la dicha de la ciudadanía cubana.

Ciertamente la depravación del turista extranjero ha obligado al Gobierno de Vuestra Excelencia a mantener en las calles a las jineteras pero la inmensa mayoría de la nueva generación vive feliz, encuadrada en ese frente de juventudes admirable que es la organización de los pioneros.
Di instrucciones a mi ministro para que no abogara por los llamados «presos políticos», que no son otra cosa que mercenarios al servicio de una potencia extranjera, traidores a la patria o terroristas que pretenden socavar los cimientos de la gloriosa Revolución, el régimen establecido por Vuestra Excelencia, que es ejemplo en todo el mundo de respeto a los derechos humanos y a las libertades. Sólo la falacia del ultraderechista Aznar pudo llevar a la decadente Europa a la posición fascista de tomar medidas contra el régimen de Vuestra Excelencia. Naturalmente yo he decidido restablecer una relación privilegiada con el Gobierno democrático de Vuestra Excelencia. También di instrucciones a mi ministro para que no atendiera a los disidentes, ridículas minorías resentidas, incapaces de comprender la grandeza de la Revolución que Vuestra Excelencia, patria o muerte, ha llevado a cabo.

Dentro de dos años, mi Comandante, se cumplirán los 50 años del acceso a la jefatura del Estado de Vuestra Excelencia. Me propongo acudir a La Habana, en compañía de todo mi Gobierno para rendir a Vuestra Excelencia el homenaje que todos los demócratas del mundo le debemos. Medio siglo, 50 años, ganando una tras otra todas las elecciones ejemplarmente democráticas que se han celebrado en vuestro país, hollado un día por aquella España de infausta memoria, colonialista, católica e inquisitorial, es acontecimiento sin precedentes.

Aprovecho esta carta, mi Comandante, para implorarle que me conceda el alto honor de permitir que España se incorpore al eje Castro-Chávez-Evo, que tiene en permanente tembladera a los Estados Unidos y a su presidente fascista, el malhadado Bush.

En espera de sus gratas noticias, le reitero, mi Comandante, mi deseo y el del pueblo español de su pronto restablecimiento y quedo como siempre a la entera disposición de Vuestra Excelencia con mi renovada admiración y mi deseo permanente de seguir recibiendo vuestras enseñanzas.

José Luis Rodríguez Zapatero.

En Madrid, y en el Palacio de la Moncloa, a 7 de abril del año 2007».


Elogio del Individuo

«Querido y admirado Presidente, mi Comandante"; carta de Rodríguez Zapatero


Reproduzco aquí la columna de Ansón en El Mundo. Consejo: guarden a los niños en casa...

Carta de Zapatero a Fidel Castro

LUIS MARIA ANSON

Organicé la Agencia Efe en La Habana en los 80. De aquella época conservo allí buenos amigos. Uno de ellos me ha filtrado la carta que José Luis Rodríguez Zapatero ha dirigido a Fidel Castro. La reproduzco a continuación sin quitar ni añadir una coma.


«Querido y admirado Presidente, mi Comandante:

El ministro de Asuntos Exteriores de mi Gobierno, Miguel Angel Moratinos, me da cuenta de su viaje oficial a Cuba y me informa de la evolución favorable de la salud de Vuestra Excelencia. No sabe cómo lo celebro porque mi generación se ha educado con la vista puesta en la Cuba comunista y en la figura irrepetible de Fidel Castro, centinela de la libertad, caudillo del Caribe por la gracia del destino histórico y comandantísimo de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire de la perla de las Antillas.

Las nuevas generaciones que viven en el hedonismo, no tienen conciencia clara de lo que ha supuesto para el mundo la lucha de Vuestra Excelencia por la libertad, por los Derechos Humanos y por la política social, todo ello frente a la voracidad del Imperio, frente al incalificable bloqueo impuesto por los Estados Unidos. A pesar de esa tropelía histórica, Cuba es hoy, gracias a Vuestra Excelencia, un paraíso de libertad, una nación justa en la que se respetan y acatan las leyes derivadas de la voluntad general libremente expresada, con un pueblo libre y esperanzado que disfruta de un alto nivel de vida, habiéndose sustituido en todas vuestras ciudades el caduco signo de la cruz por el de la hoz y el martillo. El ministro Moratinos se ha quedado en un pasmo ante el progreso y la dicha de la ciudadanía cubana.

Ciertamente la depravación del turista extranjero ha obligado al Gobierno de Vuestra Excelencia a mantener en las calles a las jineteras pero la inmensa mayoría de la nueva generación vive feliz, encuadrada en ese frente de juventudes admirable que es la organización de los pioneros.
Di instrucciones a mi ministro para que no abogara por los llamados «presos políticos», que no son otra cosa que mercenarios al servicio de una potencia extranjera, traidores a la patria o terroristas que pretenden socavar los cimientos de la gloriosa Revolución, el régimen establecido por Vuestra Excelencia, que es ejemplo en todo el mundo de respeto a los derechos humanos y a las libertades. Sólo la falacia del ultraderechista Aznar pudo llevar a la decadente Europa a la posición fascista de tomar medidas contra el régimen de Vuestra Excelencia. Naturalmente yo he decidido restablecer una relación privilegiada con el Gobierno democrático de Vuestra Excelencia. También di instrucciones a mi ministro para que no atendiera a los disidentes, ridículas minorías resentidas, incapaces de comprender la grandeza de la Revolución que Vuestra Excelencia, patria o muerte, ha llevado a cabo.

Dentro de dos años, mi Comandante, se cumplirán los 50 años del acceso a la jefatura del Estado de Vuestra Excelencia. Me propongo acudir a La Habana, en compañía de todo mi Gobierno para rendir a Vuestra Excelencia el homenaje que todos los demócratas del mundo le debemos. Medio siglo, 50 años, ganando una tras otra todas las elecciones ejemplarmente democráticas que se han celebrado en vuestro país, hollado un día por aquella España de infausta memoria, colonialista, católica e inquisitorial, es acontecimiento sin precedentes.

Aprovecho esta carta, mi Comandante, para implorarle que me conceda el alto honor de permitir que España se incorpore al eje Castro-Chávez-Evo, que tiene en permanente tembladera a los Estados Unidos y a su presidente fascista, el malhadado Bush.

En espera de sus gratas noticias, le reitero, mi Comandante, mi deseo y el del pueblo español de su pronto restablecimiento y quedo como siempre a la entera disposición de Vuestra Excelencia con mi renovada admiración y mi deseo permanente de seguir recibiendo vuestras enseñanzas.

José Luis Rodríguez Zapatero.

En Madrid, y en el Palacio de la Moncloa, a 7 de abril del año 2007».


Elogio del Individuo

«Querido y admirado Presidente, mi Comandante"; carta de Rodríguez Zapatero


Reproduzco aquí la columna de Ansón en El Mundo. Consejo: guarden a los niños en casa...

Carta de Zapatero a Fidel Castro

LUIS MARIA ANSON

Organicé la Agencia Efe en La Habana en los 80. De aquella época conservo allí buenos amigos. Uno de ellos me ha filtrado la carta que José Luis Rodríguez Zapatero ha dirigido a Fidel Castro. La reproduzco a continuación sin quitar ni añadir una coma.


«Querido y admirado Presidente, mi Comandante:

El ministro de Asuntos Exteriores de mi Gobierno, Miguel Angel Moratinos, me da cuenta de su viaje oficial a Cuba y me informa de la evolución favorable de la salud de Vuestra Excelencia. No sabe cómo lo celebro porque mi generación se ha educado con la vista puesta en la Cuba comunista y en la figura irrepetible de Fidel Castro, centinela de la libertad, caudillo del Caribe por la gracia del destino histórico y comandantísimo de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire de la perla de las Antillas.

Las nuevas generaciones que viven en el hedonismo, no tienen conciencia clara de lo que ha supuesto para el mundo la lucha de Vuestra Excelencia por la libertad, por los Derechos Humanos y por la política social, todo ello frente a la voracidad del Imperio, frente al incalificable bloqueo impuesto por los Estados Unidos. A pesar de esa tropelía histórica, Cuba es hoy, gracias a Vuestra Excelencia, un paraíso de libertad, una nación justa en la que se respetan y acatan las leyes derivadas de la voluntad general libremente expresada, con un pueblo libre y esperanzado que disfruta de un alto nivel de vida, habiéndose sustituido en todas vuestras ciudades el caduco signo de la cruz por el de la hoz y el martillo. El ministro Moratinos se ha quedado en un pasmo ante el progreso y la dicha de la ciudadanía cubana.

Ciertamente la depravación del turista extranjero ha obligado al Gobierno de Vuestra Excelencia a mantener en las calles a las jineteras pero la inmensa mayoría de la nueva generación vive feliz, encuadrada en ese frente de juventudes admirable que es la organización de los pioneros.
Di instrucciones a mi ministro para que no abogara por los llamados «presos políticos», que no son otra cosa que mercenarios al servicio de una potencia extranjera, traidores a la patria o terroristas que pretenden socavar los cimientos de la gloriosa Revolución, el régimen establecido por Vuestra Excelencia, que es ejemplo en todo el mundo de respeto a los derechos humanos y a las libertades. Sólo la falacia del ultraderechista Aznar pudo llevar a la decadente Europa a la posición fascista de tomar medidas contra el régimen de Vuestra Excelencia. Naturalmente yo he decidido restablecer una relación privilegiada con el Gobierno democrático de Vuestra Excelencia. También di instrucciones a mi ministro para que no atendiera a los disidentes, ridículas minorías resentidas, incapaces de comprender la grandeza de la Revolución que Vuestra Excelencia, patria o muerte, ha llevado a cabo.

Dentro de dos años, mi Comandante, se cumplirán los 50 años del acceso a la jefatura del Estado de Vuestra Excelencia. Me propongo acudir a La Habana, en compañía de todo mi Gobierno para rendir a Vuestra Excelencia el homenaje que todos los demócratas del mundo le debemos. Medio siglo, 50 años, ganando una tras otra todas las elecciones ejemplarmente democráticas que se han celebrado en vuestro país, hollado un día por aquella España de infausta memoria, colonialista, católica e inquisitorial, es acontecimiento sin precedentes.

Aprovecho esta carta, mi Comandante, para implorarle que me conceda el alto honor de permitir que España se incorpore al eje Castro-Chávez-Evo, que tiene en permanente tembladera a los Estados Unidos y a su presidente fascista, el malhadado Bush.

En espera de sus gratas noticias, le reitero, mi Comandante, mi deseo y el del pueblo español de su pronto restablecimiento y quedo como siempre a la entera disposición de Vuestra Excelencia con mi renovada admiración y mi deseo permanente de seguir recibiendo vuestras enseñanzas.

José Luis Rodríguez Zapatero.

En Madrid, y en el Palacio de la Moncloa, a 7 de abril del año 2007».


Elogio del Individuo

Especial 10M: Por España y por la Libertad

Todas las razones expuestas una y otra con motivo de todas y cada una de las manifestaciones que han formado la rebelión cívica contra el proceso de rendición del Gobierno del 14-M siguen siendo más válidas que nunca. Desde aquel 22 de enero de 2005, que hoy se nos antoja lejanísimo, en que la AVT organizó la primera manifestación, precisamente con el objetivo de evitar que De Juana Chaos saliera de prisión, los ciudadanos españoles les han mostrado su respaldo. Las concentraciones de este viernes auguran que, de nuevo, las calles de Madrid se llenarán con quienes se niegan a ceder ni un milímetro ante los asesinos de ETA.

Quienes no puedan acudir a la mayor manifestación de la historia de la democracia, podrán seguirla en directo por Radio Cope, Libertad digital TV ,(TNT o en diferido por internet) o Tele Madrid.

El lema escogido en esta ocasión no podía ser más acertado, pues une España y libertad y lo contrapone con las cesiones a ETA. Ni España ni la libertad son compatibles con la rendición ante el terrorismo nacionalista vasco. Por eso todos los españoles que se saben libres están saliendo a la calle. Da lo mismo que Zapatero no vaya a cambiar de opinión aunque la riada humana excediera todas las previsiones, por más que se jactara de "escuchar a la calle" cuando ésta se mostraba de acuerdo con él. Lo sabíamos antes de que lo anunciara. Pero los manifestantes del viernes y del sábado necesitan sentirse unidos y saber que no están solos. Que aunque el Gobierno los haya traicionado, España no.

Para los jerarcas del partido que se quiere único y del imperio mediático, ese sí, único en toda Europa, el pueblo unido se manifestó contra la guerra de Irak, pero quienes acudan a la manifestación contra la liberación del mayor asesino en serie de la historia reciente de España no son más que la despreciable plebe. Si antes y después de todas las manifestaciones convocadas por la AVT y el Foro Ermua, PSOE y Prisa, tanto monta, monta tanto, habían intentado deslegitimarlas, la ofensiva llevada a cabo estos días ha superado a todas las anteriores con creces, si exceptuamos la detención ilegal de dos militantes del PP por estar demasiado cerca de un ministro demasiado arrogante.

Durante estos días, los socialistas han acusado al PP, por supuesto sin prueba ni indicio alguno, de estar alentando al ejército a un golpe de Estado y de organizar un "atentado suicida contra las instituciones democráticas". El SUP ha intentado escupir sobre Teresa Jiménez Becerril, sin darse cuenta de que ella está tan por encima de los defensores de las habitaciones sin Estado de Derecho que la ley de la gravedad les devolverá todo lo que le intenten echar encima. Y los medios afines no han hecho sino lanzar la propaganda de que manifestarse contra el Gobierno es antidemocrático, siempre que el Gobierno sea socialista, claro.

También han intentado avivar la polémica de las banderas, insinuando la pertenencia a la extrema derecha de todos los manifestantes por unas cuantas banderas de la época de Franco. Cuando el PSOE y los suyos monten un servicio de orden para retirar banderas de la Segunda República y de la Unión Soviética (equivalentes moralmente éstas últimas a la esvástica nazi), que son las únicas que ondean en sus manifestaciones, nos creeremos que su preocupación por la bandera con el escudo de San Juan es honrada. Mientras tanto, pensaremos que lo primero que debe hacerse cuando alguien lleva una es preguntarle por su carnet del PSOE. Que ya nos vamos conociendo todos.

Hay quien dice que existe una izquierda que no apoya a Zapatero, que está con las víctimas, es decir, lejos de los verdugos. Que está con los asesinados por De Juana Chaos, no con el terrorista. Es posible que así sea. Algunos nombres, como Rosa Díez o Antonio Aguirre, a los que han marginado y aislado, vienen a la mente. Si no acuden mañana a las cinco de la tarde, habrá que pensar que prefieren la secta y la obediencia a seguir su conciencia. Si lo hacen, serán bienvenidos. Nunca es tarde para unirse a la rebelión cívica.

Editorial de Libertad Digital, 10-3-2007

Especial 10M: Concentraciones en Londres, Zúrich, Miami y Buenos Aires por el 'caso De Juana'

Cuatro países, además de España, acogerán también el sábado manifestaciones promovidas por el PP como la convocada en Madrid contra la prisión atenuada concedida al etarra Iñaki de Juana Chaos. Además, el miércoles próximo se realizará otra concentración en Bruselas.

Londres (Gran Bretaña), Zúrich (Suiza), Miami (Estados Unidos) y Buenos Aires (Argentina) serán escenario de concentraciones bajo el lema 'España, por la libertad. No más cesiones a ETA'.

El PP ha convocado las manifestaciones ante las sedes de las embajadas y consulados españoles en Londres (16.00 horas), Zúrich (12.00 horas), Miami (11.00 horas) y Buenos Aires (17.00 horas).

Además, el miércoles se celebrará otra concentración en Bruselas, a partir de las 17.00 horas, en la que estarán presentes numerosos dirigentes y eurodiputados del Partido Popular.

Al igual que en la manifestación de Madrid, el PP repartirá entre los ciudadanos que acudan a estas manifestaciones banderas de España y lazos azules para protestar contra la medida adoptada por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero.

Tras conocer la convocatoria de estas manifestaciones, el ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, acusó al PP de "tener poco sentido de Estado" y dijo que se trata de un comportamiento "insólito".

El Mundo digital, 10-3-2007

Especial 10M: ¡A la m... los complejos!

"La convocatoria de la manifestación puede tener efectos curativos fulminantes para este trauma psicológico-arriolano. Mucha gente harta de ZP acudirá a Madrid sin importarle que los eternos detentadores de las esencias democráticas le acusen de ser fachas".
Manifestación 10M

Si hay algo enervante en la derecha política española es su tendencia instintiva a programar sus acciones en función de lo que pensará el adversario político. Es muy común escuchar a los dirigentes del PP frases como "imagine usted lo que diría la izquierda si nosotros hiciéramos tal o cual cosa". Es un complejo absurdo y una tendencia suicida. Absurdo porque, haga lo que haga, la izquierda siempre les va a tachar de ser un peligro para la democracia. Suicida porque de tanto pedir perdón a su adversario, al final acaban creyendo que tienen algo de que disculparse.

Todo parecía indicar que esa anomalía espiritual estaba demasiado incrustada en la mentalidad de los políticos de derechas, como para confiar en que algún día pudieran desembarazarse de ella. Pero cuán brutal no será la ofensiva de ZP en contra de los principios morales que comparte la mayoría de la nación española, que hasta ese complejo ancestral de los conservadores está a punto de hacerse añicos.

En esta tesitura, la convocatoria de la manifestación de este sábado puede tener efectos curativos fulminantes para este trauma psicológico-arriolano. Mucha gente harta de ZP acudirá a Madrid sin importarle que los eternos detentadores de las esencias democráticas le acusen de ser fachas. Por otra parte, los argumentos en que la progresía basa esa imputación no pueden ser más necios, es decir, lo suyo viniendo de donde provienen.

Los dirigentes del PSOE no pueden, sin caer en el ridículo, denunciar que en las manifestaciones que apoya el PP aparecen enseñas preconstitucionales, sencillamente porque lo que en las convocatorias a las que acude la derecha es un suceso marginal, en las algaradas de la izquierda es la norma. Repásese el archivo fotográfico de cualquier manifestación organizada por la izquierda, con los políticos del PSOE en primera fila, y si alguien consigue detectar una bandera constitucional de España que lo diga para inscribirlo en el Libro Guinness por su agudeza visual sobrehumana. Tiene gracia también que José Blanco ponga el grito en el cielo porque algún grupúsculo friki cante el Cara al Sol, cuando su partido acaba sus reuniones tarareando La Internacional (la izquierda progre actual ya no se sabe la letra), que no es tampoco una oda a los valores democráticos ni a la libertad precisamente.

Las personas que van a acudir a Madrid este sábado a manifestarse contra el Gobierno (sí, sí, contra el Gobierno, ¿pasa algo?), lo hacen por una cuestión elemental de responsabilidad cívica en pleno ejercicio de sus derechos constitucionales. Con su actitud demuestran, además, que no les importa lo que opine la izquierda al respecto. El lunes tendremos al equipo progre habitual hablando de derecha extrema o de fascismo callejero, siguiendo la tesis añeja del hermano de Juan Guerra cuando denunciaba a los que aireaban la industria del "cafelito" de estar provocando un "vendaval antidemocrático". Que no cunda el pánico. Mucha tranquilidad y a disfrutar del espectáculo. Hagan como nosotros en Libertad Digital. Nos llaman de todo y cada día somos más felices, comemos con más apetito y dormimos a pierna suelta. Y de "lo otro" ni les cuento.

Pablo Molina, Instituto Juan de Mariana
Libertad Digital, 9-3-2007

Especial 10M: Llega el libertinaje

"Manos brutales, con callos como indicio sospechosísimo de haber trabajado alguna vez, sin estar liberados por el sindicato ni nada, se crisparán al viento en la capital de España, sin respeto por la autoridad que nunca lo dejó de ser."

Este sábado, la horda facciosa se echará a la calle, amenazando a la gente de orden de toda la vida. No sabemos dónde iremos a parar. Mucha mano dura es lo que hace falta.

Los señores de "loden" y bigotillo lópezgarridesco y las señoras de visón acrílico y acorde a la vez con los mandatos de la asociación contra el maltrato animal y el protocolo de Kyoto podrán ser insultadas y zarandeadas por los exaltados sólo por aparentar ser ricas por su casa debido a una subvención ex divinis del Ministerio de Cultura, o por el mero hecho de asistir a misa laicacantana de ocho en el Círculo de Bellas Artes. O por esconder una talla de la Virgen del Contrapasmo en el armario, de mucha devoción entre el marianismo despendolado del "ambiente".

Algunos observadores plurales han apuntado que podrá haber quema generalizada de asadores vascos, en venganza por el chuletón que espera a todos los hombres de paz que por sus travesuras y "accidentes", antes asesinatos, aún están en la cárcel. Banderas antiestatutarias, es decir, estatales agraviarán los ojos de las gentes de bien que sólo quieren "la paz y punto" y leer los artículos de Manuel Hidalgo, alias "Azuceno", que llaman abiertamente al bromuro colectivo y a un domingo interminable sin sentir ni padecer, siguiendo las sabias recomendaciones del equipo médico habitual de sedación del doctor Montes, con pasaporte sólo de ida.

Funcionarios de las fuerzas de seguridad conscientes de su papel fundamental en el mantenimiento de la "absoluta tranquilidad" que acuñara Arias Navarro –alias "carnicerito de Málaga" senior y fundador de la famosa dinastía continuada por su pequeño saltamontes en los informativos de TVE, el hoy académico Juan Luis Cebrián– se verán obligados a reabrir (a circunstancias extraordinarias, soluciones extraordinarias) las oxigenantes habitaciones donde no reine el Estado de Derecho, para ingresar en ellas a los que amenazan las instituciones y, como diría un guión de Quentin Tarantino, "llamar a un par de negros colocados de crack con un soplete y practicar el medievo con su culo". La democrática y sanadora medida será aplaudida por la jefatura de Comunicación del Ayuntamiento de Vaciamadrid, cuyo programa de gobierno consiste en hacerse los dedos huéspedes fantaseando con llevar a la práctica, por procedimientos sumarísimos, el inquietante nombre de la localidad.

Manos brutales, con callos como indicio sospechosísimo de haber trabajado alguna vez, sin estar liberados por el sindicato ni nada, se crisparán al viento en la capital de España, sin respeto por la autoridad que nunca lo dejó de ser, la fe en el progreso lineal del decurso histórico, el chantaje considerado como opción moral avanzada y las tradiciones heredadas de los mayores en el "discurso feminista del amor", que incluyen echar a patadas a las chachas gallegas porque cómo está el servicio en casa de los progresistas, hombre. Este sábado llega el libertinaje de la democracia y los buenos se echan a temblar.

José Antonio Martínez Abarca
Libertad Digital, 10-3-2007

Especial 10M: Gran éxito en las concentraciones del viernes


Según los datos recopilados por Libertad Digital, las movilizaciones del PP este viernes frente a los ayuntamientos españoles han sido un éxito rotundo. Más de cien mil españoles han salido a la calle por segunda vez en siete días para expresar el rechazo mayoritario de la sociedad española a la cesión del Gobierno de Zapatero ante el chantaje del terrorista De Juana.

La concentraciones se han celebrado en todas la capitales de España, a excepción de Madrid, ya que en esta ciudad se celebrará la gran manifestación de este sábado, que se presume multitudinaria tras el las protestas de este viernes y el pasado. En total se han celebrado 65 actos en toda la nación.
Casi la totalidad de los líderes regionales, provinciales y locales del PP ha asistido a unos actos, que se han desarrollado sin incidentes, excepto en Gerona.

BARCELONA: En la Plaza de Sant Jaume se ha llenado de ciudadanos, unos 2.500, indignados por la excarcelación del terrorista De Juana. Multitud de banderas españolas y banderolas del PP, además de alguna catalana, cubrieron el espacio de la plaza que separa las dos fachadas del Ayuntamiento de Barcelona y la Generalidad de Cataluña. A falta de una pancarta unitaria, se podían ver multitud de pequeñas cartulinas con lemas como "No más cesiones a ETA", "Cataluña y España por la libertad", "Barcelona por la libertad" y nombres de algunas de las víctima del terrorista De Juana. Los lazos azules contra el terrorismo estuvieron también muy presentes en la concentración, en la que los gritos más coreados fueron los de "Zapatero dimisión", "Libertad", y, en menor grado, "Zapatero, coge la maleta y vete con la ETA". La concentración dio comienzo a las 19 horas, cuando la presidenta del PP en la provincia de Barcelona, Dolors Montserrat, pidió un minuto de silencio, que fue cumplido a excepción de algún grito aislado a la voz de "Zapatero dimisión" y "Asesinos".

CÓRDOBA: 35.000 personas han acudido a la concentración en Córdoba, en una acto que transcurrido sin incidentes. El candidato del PP a la alcaldía de esta ciudad, ha leído el manifiesto entre gritos de "España, España" y "Zapatero dimisión".

TARRAGONA: Convocados por el PP bajo el lema España por la libertad: No más cesiones a ETA, en Tarragona también se ha llenado la plaza frente al consistorio. Cerca de un millar de personas entre los que estaba además de los dirigentes del partido en la provincia, el presidente del Foro de Ermua Miguel Buesa. El concejal popular en el consistorio de Tarragona Alejandro Fernández fue el encargado de leer el manifiesto. Portando una pancarta y banderas del PP, de España y alguna bandera catalana, la manifestación en esta ciudad se desarrolló con total normalidad, a excepción de unos breves enfrentamientos verbales con jóvenes independentistas que, a su paso por la plaza, increparon a los manifestantes, sin más consecuencias.

PALMA DE MALLORCA: Fueron unos 5.000 los asistentes a la manifestación de la ciudad balear.

GERONA: Lamentablemente un grupo de radicales ha intentado reventar el acto de cívico convocado por el PP, lo que ha provocado algunos incidentes que han obligado a la candidata del PP a la alcaldía de esta localidad catalana, Concepción Veray Camp, a abandonar la concentración escoltada por las fuerzas del orden. Frente a decenas de manifestantes del PP se situaron, más o menos el mismo número de miembros de movimientos radicales independentistas, separados de los populares y también entre ellos por dos cordones policiales.

En todo momento, los manifestantes del PP fueron increpados al grito de "Vosotros, fascistas, sois los terroristas" y "Fuera el PP de Girona". Banderas independentistas y una pancarta presidía esta movilización paralela, con el lema "El españolismo es fascismo", situada a unos veinte metros de los manifestantes populares y separados de ellos por un cordón policial. Al finalizar la protesta, se produjo un pequeño enfrentamiento entre ambos grupos, cuando los manifestantes populares cruzaron por en medio de los independentistas para salir de la plaza. La intervención de los Mossos fue determinante para resolver el conflicto.

SEVILLA: Unas 15.000 personas se han concentrado frente al ayuntamiento sevillano.

TOLEDO: Cerca de 15.000 personas se han manifestado en esta localidad en contra de la excarcelación de De Juana, con la presencia de la líder del PP en Castilla la Mancha, María Dolores de Cospedal.

VIGO: Según informa nuestra colaboradora Cristina Losada, unas 2.500 personas se concentraron este viernes en Vigo a las ocho y media de la tarde, convocados por el Partido Popular vigués en protesta por la excarcelación del terrorista De Juana Chaos. Ha sido la concentración más numerosa de cuantas se han celebrado en la ciudad en contra de la negociación del gobierno con ETA. El acto se celebró en la confluencia de las calles Príncipe y Urzáiz, en torno a un gran lazo azul que fue colocado sobre el pavimento. Militantes del PP y de Nuevas Generaciones repartieron pequeños lazos azules entre los asistentes así como carteles con textos como “Negociar es claudicar” y “ETA asesina”, entre otros. Los asistentes portaban banderas españolas y gallegas. La convocatoria contaba con la adhesión de las asociaciones Vigueses por la Libertad, AVT y Peones Negros. Vigueses por la Libertad desplegó una pancarta con el texto: “Por la libertad. Derrotemos juntos a ETA. No a la negociación.” Los gritos más coreados fueron “Libertad”, “ETA asesina”, “Zapatero dimisión”, “Zapatero embustero” y “España se merece otro presidente”. Una militante de Nuevas Generaciones fue la encargada de leer el comunicado. Asistieron a la concentración los dirigentes del PP vigués, entre ellos, la alcaldesa de la ciudad, Corina Porro.

LOGROÑO: Varios miles de personas se han manifestado en la capital riojana.

ALMERÍA: Entre 4.500 y 5.000 personas se han manifestado en la capital almeriense, según las estimaciones de la policía local. El presidente provincial del PP, Gabriel Amat, y el alcalde de la ciudad, Luis Rogelio Rodríguez, han leído sendos manifiestos donde han exigido al Gobierno de Zapatero que acabe con la política de cesiones a ETA y vuelva al Pacto Antiterrorista. "Los españoles no merecemos un Gobierno que cede al chantaje de ETA y reclamamos a Zapatero que está a la altura de España y los españoles. No se puede pagar un precio político por la libertad", han destacado. La concentración ha transcurrido con total normalidad y ha concluido con un aplauso y gritos de "Zapatero, dimisión"".

LOGROÑO: Se estima que unas 3.000 personas se reunieron en la capital riojana.

LÉRIDA: Un centenar de personas se reunieron en la plaza de la Paeria donde coreaban también "Zapatero dimisión" y otros lemas como "España unida, jamás será vencida". En esta ciudad, los manifestantes mantuvieron un pequeño enfrentamiento con una decena de jóvenes nacionalista que se acercaron a la plaza con una pancarta que rezaba "Para una solución democrática en Euskadi" y que les gritaron "Libertad en Euskalherria" y "PP terrorista". La intervención de los Mossos d'Esquadra para separar a ambos grupos evitó que se produjeran incidentes. Sin ninguna pancarta visible, los manifestantes portaban sólo banderolas del PP y banderas de España. El candidato el PP a la alcaldía, Ismael Zapater, fue el encargado de leer el manifiesto.

VITORIA: Unos 700 ciudadanos se han vuelto a concentrar por segunda semana consecutiva contra la política gubernamental de cesión ante ETA.

BILBAO: Este mediodía varios cientos de personas se concentraron en la Plaza de Moyúa de Bilbao. Asistieron Carmelo Barrio, secretario general del PP en el País Vasco, y el portavoz de este partido, Leopoldo Barreda, quienes junto a otros dirigentes y militantes de esta formación portaban una pancarta con el lema de la manifestación de mañana en Madrid, "España, por la libertad, No más cesiones a ETA".

ALICANTE: Alrededor de 10.000 ciudadanos se reunieron en esta capital de provincias, según informa la Policía Local.

JAEN: Entre los asistentes de la concentración celebrada en esta localidad andaluza se encontraba el presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, Francisco José Alcaraz, quien afirmó que la "rebelión cívica" no se para ni con las protestas de este viernes ni con la manifestación del sábado en Madrid, sino que debe mantenerse "viva" hasta que el Gobierno rectifique su política antiterrorista. Valoró, también, muy positivamente la oleada de manifestaciones en los municipios españoles y aseguró sentirse "muy satisfecho". "La ciudadanía ha sabido responder ante lo que creemos que ha sido una cesión al chantaje del terrorista De Juana Chaos" apostilló.

Para Alcaraz, la participación "masiva" evidencia que "los ciudadanos se encuentran realmente indignados" porque el Gobierno "por primera vez en España ha cedido al chantaje de la banda terrorista ETA". "Lo de hoy (este viernes) es un pequeño ejemplo de lo que va a ser mañana en las calles de Madrid", adelantó.

OVIEDO: Frente al Ayuntamiento de la capital del Principado de Asturias, varios miles de personas han exigido al Gobierno que no haya más cesiones a ETA.

SANTANDER: 15.000 es la cifra registrada, aproximadamente, en la capital cántabra.

VALENCIA: Unas 25.000 personas se han congregado frente a la sede de la Delegación del Gobierno; coreando lemas como "Zapatero, embustero"; "España merece otro presidente"; "Haz las maletas y vete con la ETA". Los datos los ha facilitado el Ayuntamiento de Valencia.

BENAVENTE: En la segunda localidad de Zamora se manifestaron al rededor 500 personas y corearon gritos de "Zapatero dimisión". La concentración fue espontánea pues no estaba registrada en la lista de municipios emplazados por el Partido Popular.

VALLADOLID: Unas 10.000 personas, entre ellas el alcalde, Francisco Javier León de la Riva, han abarrotado la Plaza Mayor de Valladolid, la más grande todas las plazas españolas, con numerosas banderas de España y pancartas en contra de la negociación y la cesión al chantaje de ETA.

SANTIAGO DE COMPOSTELA: Unas mil personas se congregaron en la Plaza del Obradoiro frente a la catedral compostelana y la sede del ayuntamiento. El manifiesto fue leído por una víctima gallega del terrorismo y por el líder del PP de Galicia, Alberto Niñez Feijoo. Entre los asistentes también estaba el candidato del PP a la alcaldía de la ciudad, Gerardo Conde Roa.

LA CORUÑA: Más de 4.000 asistentes se reúnen en la ciudad gallega. Es la convocatoria más mayoritaria de las celebradas en Galicia, región en la que se estima que se reunieron 20.000 personas, según EFE.

MURCIA: Unas 10.000 personas se han concentrado en la plaza del consistorio murciano, informa EFE.

CASTELLÓN: La manifestación de Castellón consiguió un aforo de 450 personas. El secretario de Libertades Públicas, Seguridad y Justicia del PP, Ignacio Astarloa, leyó el comunicado en el que solicitó al Gobierno que no negocie con "pistoleros encapuchados".

TENERIFE: Más de 1.500 se reunieron en el municipio de las Islas Canarias.

ZARAGOZA: Miles de personas se unieron en la emblemática la plaza del Pilar para rechazar la concesión de la prisión atenuada al terrorista De Juana Chaos y protestar en contra de la política antiterrorista del Ejecutivo. El acto finalizó con el himno nacional.

En el resto de capitales españolas miles de personas también se han concentrado en repulsa por la cesión del Gobierno al chantaje etarra.

viernes, 9 de marzo de 2007

Especial 10M : De ayer a hoy

Cuando se haga la historia de estos años de oprobio y traición, de obtuso y porfiado crimen contra la nación española, es más que probable que la manifestación convocada por el PP para mañana sábado ocupe un lugar significativo. La prueba de la importancia que tiene es que durante este minucioso proceso de demolición del régimen constitucional del 78 y de la nación que lo sustenta -que es España-, es la primera y única vez que el gran partido de la derecha española ha convocado a la gente a salir a la calle.

Han pasado tres años desde que, manipulando del modo más artero una masacre que ahora se niega a investigar, Zapatero y su cuadrilla llegaron al poder; tres años ya desde que pusieron en marcha un proyecto de destrucción nacional a cuyo lado la «vasta empresa de demoliciones» con que acunaba su letal ingenio Azaña es una epopeya constructiva, algo así como la empresa inmobiliaria de las pirámides de Egipto.

Muchas de las atrocidades perpetradas por este Gobierno progre no tienen fácil remedio. Vamos, ni fácil ni difícil: no tienen remedio. El nuevo Estatuto de Cataluña supone el fin de la nación española como sujeto político, y basta cotejarlo con el de 1932, votado en las Cortes más que constituyentes del nuevo régimen republicano, nacido el año anterior, para ver cómo aquellas izquierdas eran criminalmente sectarias, pero no habían llevado su odio a España hasta el extremo de destruirla. Al menos, no toda y no todo.

Trataron de liquidar a la media España de derechas, de quemar en una pira la tradición romana y cristiana de nuestra nación, en un empeño típicamente dictatorial, con el anticlericalismo del XIX y la técnica genocida del siglo de Lenin, pero no era o no se pensaba como un plan secesionista, troceador y carnicero. La Guerra Civil que tanto buscó el PSOE de Largo Caballero y que, pese a la formidable oposición de Besteiro y un tercio del PSOE, finalmente consiguió para desgracia suya y nuestra era un proyecto de dictadura en nombre del proletariado, pero no de liquidación de España.

Esto, sí. La manifestación del 10 de marzo de 2007 será probablemente la más grande convocada por ningún partido político desde que nuestra Constitución de Cádiz garantizara el derecho de reunirse para hacer política con la protección de la Ley. Lo que ha ido a peor de aquella heroica España a esta cosa penosa gestionada por sus enemigos es evidente.

La razón para que la gente se eche mañana a la calle es que no sólo se está triturando la libertad política y la dignidad ciudadana, sino también el ámbito nacional que las hace legítimas y posibles. Hay muchas razones para manifestarse mañana. Las más nobles, España y la Libertad. La más triste, ay, contemplar lo que va de ayer a hoy.

Federico Jiménez Losantos
El Mundo, 9-3-2007

Especial 10M: ¡Preparados, listos!


Nadie va a poder evitar que el PSOE envíe a la Gran Manifa alguna piara subcontratada. Extrema izquierda que se hará pasar por una colección de devotos marianistas de extrema derecha. Sólo pueden venir de Ferraz. El grupo a simular no existe ni ha existido nunca en el mundo real; lo debemos a la fértil imaginación de la progresía de Cueto, que acuñó también la voz “ciberfachas” para referirse a los que aquí escribimos. ¡Cuántas ideítas, Cueto, cuánta creatividad malograda! Ondearán los farsantes banderas inoportunas, brazo en alto y cantando el Cara al sol: “¡Miren, miren, señores periodistas, fíjense bien, somos fascistas del PP! ¡Aquí, fotógrafo, aquí!”

Tampoco habrá modo de impedir que se reedite la más cansina injusticia de la prensa doméstica y domesticada, consecuencia de un exceso de bilis, de una carencia de lecturas o de una inmersión sectaria de aquí te espero. O de todo a la vez. Hablo de la omnipresencia de los comediantes de Blanco en las ilustraciones, compartiendo página con cronistas y columnistas programados. Esos que, sin importar lo que tengan delante, sólo ven abrigos de visón, pradas y guccis.

No sólo las becarias padecen ese grave sesgo perceptivo, querido Arcadi. El mal aqueja a redacciones enteras, corresponsalías, sección gráfica, máquinas, colaboradores externos, consejo editorial y firmas invitadas. Lo que le pasa al periodismo de aquí con “la derecha” habría interesado enormemente a la Gestalt.

– ¿Qué ve usted, señor periodista? – preguntaría el circunspecto psicólogo alemán sujetándose las gafas sin montura con el dedo índice sobre la nariz. Y mostraría la fotografía de unos muchachos normales y corrientes, sin identificación de clase social, sentados en el suelo frente al ministerio del Interior, entre velas encendidas y fotocopias de un retrato de Miguel Ángel Blanco.
– Veo un grupo exclusivísimo de pijos. Ostentan de su posición. Visten marcas de lujo. Son gente despectiva e insolidaria. Merecen un escarmiento, espero que la policía los haya dispersado.
– ¡En efecto, lo ha hecho! – constataría asombrado el alemán.

Y la psicología de la percepción venga a avanzar, y la credibilidad de la prensa española y la imparcialidad de la policía de Rubalcaba, como Tom Waits: Going down, down, down. Concluyo: si se topa usted, amigo, con fascistas conspicuos en las manifestaciones de viernes y sábado, no olvide darles recuerdos para Blanco y Rubalcaba, sus mandantes.

Juan Carlos Girauta
Libertad Digital, 9-3-2007

Feminismo cursi y demagogo

Cuando un político habla de "amor", lo más recomendable es llevarse inmediatamente la mano a la cartera. Posiblemente no haya nada más característico de las democracias inmaduras y los regímenes populistas que el continuo uso de los sentimientos por parte de los responsables políticos. El Estado es, por definición, el monopolio de la violencia legítima sobre un determinado territorio. Nada más alejado, por tanto, de ese "amor" que Zapatero echa tanto de menos en los populares que el ejercicio de la política. Cuando regulan nuestro comportamiento, al estilo Salgado, o nos cobran impuestos lo hacen mediante la amenaza del uso de la fuerza policial. No es mucho pedir que, al menos, no intenten enmascarar este hecho mediante una maraña de palabras cursi y demagógica de esas con las que el presidente del Gobierno tanto disfruta.

La izquierda populista no sólo no ha abandonado nunca esa perversión de usar los sentimientos como arma política, sino que lo han convertido en su principal argumento. Es la única manera que tienen de defender sus posiciones políticas pues, evaluada éstas con el frío termómetro de la realidad, no superan la prueba. En el ámbito de la mujer, trabajadora o no, las medidas de este Gobierno han resultado ser inútiles, cuando no contraproducentes.

Si a los hechos nos remitimos, la tan cacareada ley contra la violencia de género, que debía reducir brutalmente el número de agresiones y asesinatos cometidos por hombres contra sus parejas femeninas, ha sido lo que sus críticos augurábamos que sería: un completo fiasco. El número de mujeres asesinadas ha crecido, aunque no a la misma velocidad que las denuncias falsas, incentivadas por un engendro legal que destruye de un plumazo uno de los principios más básicos del Estado de Derecho, la igualdad de todos ante la ley.

No tendrá mucho mejor futuro la llamada ley de igualdad recientemente aprobada en el Senado, que impone la paridad en las listas electorales y pone un plazo de ocho años para que los consejos de administración de las empresas tengan un 40% de mujeres. Que la paridad entre hombres y mujeres no es una buena idea lo demuestra el mismo Ejecutivo de Zapatero, repleto de ministras incompetentes y con un porcentaje bien escaso de féminas en los escalones inmediatamente inferiores en la jerarquía. Las mujeres que acaben beneficiándose de esta norma, incluso las que hubieran podido acceder a esos puestos por sus propios méritos, serán miradas con sospecha y desdén, y su posición asignada a una obligación legal, jamás a sus capacidades.

Además, la retórica feminista suele estar acompañada, con notable frecuencia, de una completa hipocresía de quienes defienden a "la mujer" en abstracto mientras perjudican a mujeres de carne y hueso. Lo acabamos de ver con el caso de Anton Losada, ardiente defensor de campañas a favor del reconocimiento del trabajo en el hogar mientras su antigua asistenta lo denuncia por haber servido en su casa durante ocho años sin Seguridad Social para verse despedida en cuanto le pidió un aumento. Es la misma hipocresía que padece el "justiciero de las mujeres", que de boquilla condena la violencia "de género" con la mayor de las energías pero luego confía el asunto de mayor envergadura de esta legislatura, la negociación con ETA, al socialista vasco Jesús Eguiguren, condenado por maltratar a su esposa. Según la sentencia, "golpeó a su mujer con manos, paraguas y un zapato". No se sabe de ninguna feminista de cuota que haya exigido su expulsión del partido socialista.

Editorial de Libertad Digital, 9-3-2007

Acercamientos

El presidente del Gobierno es un libro abierto. No sólo respondió el miércoles a la bronca cerril y pendenciera de los senadores del Partido Popular con estas palabras inequívocas: «No es la primera vez que un Gobierno cede a un chantaje de ETA», dando a entender que otros gobiernos habían cedido al chantaje, sin que la hipótesis la desmintiera esta afirmación correlativa: «Es la primera vez que un partido responsable dice que el Gobierno ha cedido a un chantaje de ETA». No sólo. Sino que también basa su réplica en el acercamiento de presos decidido por el Gobierno de Aznar durante el secuestro de Ortega Lara.

Aunque sería preciso vincular nítidamente los traslados de presos con el secuestro del funcionario de prisiones, algo que ayer no hizo el presidente, supongamos que, en efecto, hubo un relación causa/efecto entre las dos maniobras. En ese caso el interés del Gobierno de Aznar habría sido evidente. Discutible, en razón de la razón de Estado, pero evidente: se trataba de salvar a uno de los nuestros. Aparentemente, poco tiene que ver el asunto con el caso De Juana. Creo que no es uno de los nuestros. Es más: el presidente ha dicho, una y mil, que el Gobierno ha actuado por razones humanitarias. ¿A qué, entonces, la invocación de los antiguos acercamientos?

A que el presidente es un libro abierto, sin más. También él ha querido salvar a alguno de los nuestros, decidiendo la excarcelación del terrorista. Es verdad que por la sofisticada persona interpuesta del terrorista; pero así ha sido y así se ha encargado de reafirmarlo en su intervención parlamentaria. Evitando la muerte del terrorista, el Gobierno cree que se evitarán otras muertes. Está en su derecho, y no es mi intención discutir ahora esa estrategia. Sí lo es, por el contrario, subrayar la pésima interpretación presidencial. ¡Zapatero habrá llegado a la ansiada política de la claridad, bien que por oblicuos y enrevesados caminos! Equiparando la política penitenciaria del Partido Popular y la suya propia y atribuyendo a las dos la misma raíz de cesión, el presidente dice en voz alta lo único que tenía que callar. Es decir, que sigue negociando con los terroristas, a pesar de Estacio y Palate y del derrumbamiento de la T-4. Y que, en consecuencia, su proclamada política de firmeza hasta que ETA no abandone total y definitivamente las armas es, una vez más, una muestra de «wishful thinking». Lo intenta, trata de hacerlo, pero a la hora de la verdad Zapatero no puede con su talante.

(Coda: «¡Oh!... ¡Si el señor C.... quisiese descender a ese terreno!... Pero el señor C. no descenderá, porque sería empequeñecer su misión, sería incurrir en el eterno 'más eres tú' de nuestros políticos clásicos». Wenceslao Fernández Flórez, Impresiones de un hombre de buena fe.)

Arcadi Espada
El Mundo, 9-3-2007

Especial 10 M: Silvia hoy tendría once años


Carta al Sr. Rodríguez Zapatero:

Quiero dirigirme a ustedes, ya que siento la necesidad de contar y transmitir a aquellas personas de bien, que puedan o quieran leer este artículo, como me siento en estos tristes momentos que estamos viviendo en nuestro país.

Soy Toñi Santiago, madre de Silvia, asesinada en Santa Pola (Alicante) el día 4 de agosto de 2002 por la banda terrorista ETA.


Sr. Zapatero, quiero que sepa que con su cobardía,
con su desvergüenza, con su indignidad, con su
maldito talante, con su pacto con los etarras, con
su declaración del día 29 de junio para iniciar el
proceso de dialogo, usted, transcurridos casi cuatro
años, ha vuelto a asesinar a Silvia. Usted sólo ha
conseguido que los sentimientos que tuve que vivir
aquella tarde del atentado, vuelvan a resurgir hoy
en mí. Sentimientos que todavía trato de canalizar,
después de casi tres años de ayuda psicológica y de
un tratamiento médico contra la
ansiedad. Con su gestión en la política
antiterrorista, ha conseguido que tenga el mismo
desprecio por usted que siento por los asesinos de
mi hija, de sus colaboradores y de quienes aplauden
y festejan los atentados y que, para mí, son tan
asesinos como aquellos que colocaron el coche bomba,
cargado con 50 Kg. de explosivo, debajo del balcón
de mi casa. Usted se ha puesto de rodillas ante esos
asesinos, usted y su gobierno han
claudicado ante esos canallas, pero por favor no nos
pida a las víctimas comprensión.


Sr. Zapatero, usted no cuenta con mi autorización
para negociar con la sangre de mi hija. Usted que
fue tan cobarde el pasado día 28 de junio de no
querer mirarme a los ojos en el Congreso de los
Diputados, usted que dio las ordenes oportunas para
impedir que accediéramos a las proximidades del
recinto con una corona de
flores, humillándonos y tratándonos como si fuésemos
delincuentes, usted no conseguirá silenciar mi voz.
En su anuncio de negociación, tan esperado por la
banda terrorista ETA, usted nombra a las víctimas
del terrorismo, a su memoria, a su dignidad y a su
honor.


Casualmente siempre olvida usted mencionar la
palabra "justicia".

En los dos años y medio que lleva en el poder, nunca
le he escuchado mencionar esta palabra cuando se
refiere a las víctimas. Justicia es lo que espero
conseguir contra los miserables que asesinaron a mi
hija, aunque pacte usted con ellos o con el
mismísimo demonio ... Por último le rogaría que no
hable usted tan alegremente del dolor de las
personas que hemos sufrido un atentado terrorista. A
mí, como madre de Silvia, me ha demostrado que no le
importa lo más mínimo el asesinato de una niña
inocente.


Sr. Zapatero, desgraciadamente para mí, todos los
días 4 de agosto que me queden por vivir tengo que
recordar que, ese fatídico día mi hija fue
brutalmente asesinada. En mi memoria quedará, que
mientras usted celebra alegremente su cumpleaños ese
día, en unión de sus dos hijas y de su esposa; a mi
hija, con seis añitos no le permitieron cumplir
ninguno más esos individuos con lo que usted ahora
negocia. A Ella y a todas las personas que fueron
asesinadas les va a tener que agradecer su
continuidad en el gobierno. No me queda la menor
duda de que esas ansias de poder es lo que le lleva
a usted a traicionar la memoria de las víctimas
inocentes.


Señor Zapatero, "NEGOCIACION EN MI NOMBRE NO".



Ciudadanos en la Red, se solidariza con Toñi, la mamá de Silvia, y contribuye a difundir su desgarradora carta; quién escribe estas líneas, tiene una hija de once años, como tendría Silvia, si estuviera entre nosotros. NEGOCIACION NUNCA, LA PAZ NO DEVUELVE LA VIDA A LOS NIÑOS, NI A LOS DEMAS