sábado, 9 de abril de 2011

Manifestación. Rajoy no es noticia. Por Maite Nolla

No se puede tolerar que cuando lo relevante es que parte de la sociedad española se niega a que se comercie con su libertad y que eso ha empujado a medios, asociaciones y políticos a participar, la noticia sea si Rajoy sabe o no sabe si va a venir o no.

Yo no creo que se puedan discutir los motivos por los que muchas personas, políticos o medios que no apoyaron las dos manifestaciones precedentes convocadas por Alcaraz en solitario, ahora sí decidan apuntarse; todo lo contrario. Cuando la causa es justa y es noble la existencia de tipos que tiren del carro es necesaria para que luego otros se unan al asunto. Es más, a veces determinados movimientos es mejor que tengan un crecimiento sostenido. Por ejemplo, poco o muy poco queda del espíritu de Ermua, pese a que España salió masivamente a la calle. Estarán de acuerdo conmigo en que no hay ninguna diferencia moral entre lo que pasó en julio de 1997 y lo que se pide ahora. En cambio, el movimiento cívico actual, aunque sea mucho menor en número, lleva años firme en su posición y el otro se disolvió para vergüenza de todos y para satisfacción de algunos. No hablo yo en nombre de nadie, pero creo que los que estén el sábado serán muy bienvenidos, como no puede ser de otra manera. Además, si había motivo para ir a las otras dos, mucho más ahora que siete magistrados del Tribunal Supremo han puesto el fundamento jurídico y han marcado el camino correcto para eludir la Ley de Partidos y sus propias sentencias anteriores.

Los políticos son otra cosa. Estaría bien que nos expliquen no por qué motivos vienen ahora, sino por qué no acudieron las otras veces. Pero oigan, desconfiando de ellos por principio y regla general, siempre están mejor los políticos manifestándose con las víctimas que ignorándolas. Por eso, no se puede tolerar que cuando lo relevante es que parte de la sociedad española se niega a que se comercie con su libertad y que eso ha empujado a medios, asociaciones y políticos a participar, la noticia sea si Rajoy sabe o no sabe si va a venir o no. Rajoy tomó una decisión en 2008. Alguien le convenció de que a Zapatero no le pasaron factura sus negociaciones y que al PP no le benefició en exceso salir a la calle. Y desde entonces ha actuado en consecuencia. Tan en consecuencia que no ha dudado en mostrar la salida a algunos que, literalmente, se habían dejado la vida por las siglas del partido que ahora preside Rajoy. A mí, si se manifiesta, bien; y si no, fenomenal. Él no es la noticia.

Libertad Digital - Opinión

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