lunes, 15 de noviembre de 2010

Manifestación. El PP y los saharauis. Por Agapito Maestre

No entiendo, pues, qué pintaba allí este dirigente del PP, sobre todo si tenemos en cuenta que la manifestación era una cosa de la izquierda con mala conciencia. ¿O es que acaso también tiene González Pons mala conciencia?

¿Qué decir de la manifestación de los Bardem y compañía contra Marruecos? Mucho y nada. He aquí un poco de ruido para lavar conciencias sucias. Malo, amigos, si ven a los sindicalistas y actores de la zeta cogiditos del bracete. Malo, en efecto, será para los perjudicados y perseguidos por la dictadura de Marruecos; pero, por el contrario, bueno, muy bueno, será para tapar las malas conciencias de gentes que prestaron favorcitos a Zapatero. Pero peor todavía es, en mi opinión, la contemplación de ver gentes revueltas de diferentes posiciones ideológicas y morales por una causa política inexistente. No hablo de una causa moral, ojo, sino política. ¿O es acaso posible un Estado saharaui en el Sahara Occidental? Sospecho que nadie respondería afirmativamente. Nadie, naturalmente, con un poco de sesera; pues que los descerebrados de la revolución pendiente, o de la causa comunista en la zona, dirían lo contrario.

Pues bien, si es inviable ese Estado sarahui, entonces, ¿qué pintaba allí un tipo como Esteban González Pons? Este hombre del PP aparecía en un extremo de la fotografía de portada de El Mundo del domingo. Estaba como de tapadillo. He ahí toda una declaración balbuciente de la triste manera de hacer política el PP. Por favor, señor Pons, a una manifestación de ese cariz el PP sólo puede asistir como reina-madre o no asiste. Su cabecita perdida al lado de la señora Sardá componía una imagen patética. Para olvidar. La foto del representante del "gran" partido, del otro gran agente político, de España estaba diluida. Borrosa. Era tan inexistente como el Estado saharaui.

Pons era en esa foto el vivo retrato de la doctrina de Arístegui sobre el Sahara Occidental: no tenemos que comprometernos ni con unos ni con otros. Bravo, amiguitos peperos, es un buen camino para llegar a ser futuros ministros de Asuntos Exteriores. O sea para seguir a pies juntillas a Moratinos. En todo caso, si no hay que comprometerse, entonces, ¿a qué fue Pons a la manifestación de los Bardem y compañía? Quizá fue sólo a conquistar unos pocos votos. Pobre. Ingenuo. ¿Quién de la izquierda le dará el voto al PP por haber visto a González Pons en una manifestación contra Marruecos? Sospecho que nadie.

No entiendo, pues, qué pintaba allí este dirigente del PP, sobre todo si tenemos en cuenta que la manifestación era una cosa de la izquierda con mala conciencia. ¿O es que acaso también tiene González Pons mala conciencia? Creo que el PP no sabe hacer política. O mejor, rara vez consigue sacar provecho partidista de una manifestación. Cuando tenía todas las cartas en la mano para dejar que los Barden deslegitimaran un poco más al Gobierno, van y se meten en el charco.

Insisto: Patético era Pons en un extremo de la pancarta. Tenía tanta visibilidad como Rosa Díez, de UPyD, que estaba en el otro extremo de la foto pancartera.


Libertad Digital - Opinión

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