viernes, 24 de septiembre de 2010

¿Bueno para España? Por José María Carrascal

El acuerdo alcanzado salva a ambos. Zapatero agotará la legislatura y el PNV vuelve a adquirir protagonismo.

ESTABA cantado. Que PNV y Zapatero iban a entenderse era tan seguro como que el sol saldrá mañana. Para ambos era de vida o muerte. Sin los seis votos del PNV, Zapatero no podría pasar los presupuestos de 2011, y tendría que convocar elecciones. Si el PP las ganara, como mucho apunta, el PNV tendría que despedirse del poder por mucho tiempo en Euskadi. El acuerdo alcanzado salva a ambos. Zapatero podrá agotar la legislatura y el PNV vuelve a adquirir protagonismo en su tierra. Es, desde luego, el más favorecido en el canje. Los 472 millones de euros obtenidos casi duplica lo ofrecido por el Gobierno inicialmente y las transferencias de las políticas de empleo, con las bonificaciones de las cuotas empresariales según la norma del Cupo vasco y no según la usada con las demás autonomías, permite al PNV presentarse como el partido que más obtiene de Madrid, incluso cuando no gobierna su comunidad. Algo con impacto, tanto entre el ciudadano de la calle como entre el siempre importante empresariado vasco.

El gran perdedor en este trueque ha sido Patxi López y su gobierno apoyado por el PPV, que, para mayor inri, han tenido que aplaudirlo, para no ser tachados de antivascos. Pero ha tenido que ser muy triste para ellos ver cómo los rivales políticos que intentan desalojarles del poder reciben del Gobierno central lo que a ellos no les había dado. Con lo que el único éxito de la legislatura Zapatero, el inicio de una nueva era en el País Vasco fundada en la libertad, la igualdad y la justicia, peligra. ¿Acabará también? Sólo el futuro podrá decírnoslo, pero una vez más ha quedado demostrado que, para continuar en el poder, Zapatero, es capaz de vender a todo el mundo, incluido su propio partido. Pues el acuerdo que ha suscrito puede ser bueno para él, para el PNV y para los vascos, pero difícilmente lo sea para España. Y eso sin saber si rompe la caja común de la Seguridad Social, como muchos temen.

Por otra parte, ¡qué gran ocasión ha desperdiciado el PP! Sabiendo que los presupuestos iban a pasar de un modo u otro, ¿por qué no tuvo el gesto de decir al presidente: «Aquí tiene seis de nuestros votos, para que no tenga que pagar el exorbitante precio que le piden los nacionalistas vascos. Y se los ofrecemos gratis, sin pedir nada a cambio. Es más, sabiendo que esos presupuestos que ha presentado, como los anteriores, no van a servir para nada. Pero siempre será mejor que el indigno trato que está a punto de consumar. Nosotros pensamos antes en el bien de España que en el de nuestro partido, porque, a la postre, es el mismo».

Sería interesente saber la respuesta de Zapatero a esa oferta. Por desgracia, nos quedaremos sin conocerla.


ABC - Opinión

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