EL encuentro, ayer, entre el PP y la comisión ministerial designada por Rodríguez Zapatero para alcanzar un pacto sobre la crisis económica puso de manifiesto la distancia que existe entre Gobierno y oposición sobre aspectos esenciales de la política económica. Desde el momento en que Elena Salgado comunicó que no habían abordado la reforma laboral, que había discrepancias con el PP en la forma de reducir el déficit público y que la subida del IVA -nociva para la recuperación económica-a partir de julio es innegociable, era evidente que la reunión había quedado totalmente devaluada. Sin embargo, en términos políticos, la jornada de ayer permitió al PP recuperar claramente la iniciativa, porque acudió a la reunión con un sólido documento de propuestas económicas, bien detalladas y argumentadas y, lo que es más importante, abordando todas las cuestiones que considera imprescindibles para el crecimiento económico y la creación de empleo. Las declaraciones del responsable económico del PP, Cristóbal Montoro, reflejaron la convicción de este partido en las medidas ofrecidas a la comisión, articulando un discurso sobre la crisis que deja sin bazas a quienes critican a Mariano Rajoy por no proponer alternativas al Gobierno.
La contundencia de las propuestas del PP sobre reforma laboral, rebaja de impuestos y reducción del gasto público ha descolocado al Gobierno, acostumbrado a mantenerse en la indefinición y la ambigüedad. El optimismo impostado que mostró la vicepresidenta Salgado sobre las posibilidades de acuerdos parciales se evidenció como una estrategia para desplazar hacia el PP la responsabilidad de que tales acuerdos no se alcancen o sean de escasa entidad. Porque lo cierto es que las coincidencias del Gobierno con el documento del PP se limitan a aspectos secundarios, pero no a las grandes líneas de reformas estructurales que defiende la oposición.
El PP dejó claro las cartas que juega en esta negociación y las condiciones mínimas para el acuerdo, que son, por otro lado, las únicas que históricamente permitieron a España superar su peor crisis económica y laboral de los noventa. Zapatero sigue apostando por el déficit y la subida de impuestos, mientras espera que el paso del tiempo dé a España alguna oportunidad de subirse al carro de la recuperación de las grandes potencias europeas. Toda la determinación que ha mostrado el PP con sus propuestas económicas es la que le falta al Gobierno socialista.
El PP dejó claro las cartas que juega en esta negociación y las condiciones mínimas para el acuerdo, que son, por otro lado, las únicas que históricamente permitieron a España superar su peor crisis económica y laboral de los noventa. Zapatero sigue apostando por el déficit y la subida de impuestos, mientras espera que el paso del tiempo dé a España alguna oportunidad de subirse al carro de la recuperación de las grandes potencias europeas. Toda la determinación que ha mostrado el PP con sus propuestas económicas es la que le falta al Gobierno socialista.
ABC - Opinión
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