lunes, 1 de febrero de 2010

Vamos a contar mentiras

«NOS sentimos responsables del futuro de España, de nuestros hijos y de nuestros nietos, de las pensiones de 2020 y de 2030», dijo al anunciar el retraso de la edad de jubilación a 67 años. Pero ¿se siente responsable del presente de España, del desempleo que avanza como un tsunami? Es lo que preocupa hoy a los españoles. Y lo que debería preocupar a su presidente, pues con los padres en paro, malamente habrá pensión para ellos ni para sus hijos, por no hablar ya de los nietos.

Estamos ante otra de esas «huidas hacia adelante» de José Luis Rodríguez Zapatero, que en realidad son huidas hacia ningún sitio. Ante un problema que en buena parte él mismo ha creado, aborda otro tan grande o mayor. Solucionar las pensiones de dentro de veinte años, por ejemplo. ¿Por qué no las de dentro de un siglo, cuando todos estemos calvos y a buen recaudo? O la educación actual, con un nuevo plan a años vista. O la ordenación territorial de España, con nuevos estatutos, que la están dejando más dividida y enfrentada que nunca. O la paz internacional, con la alianza de civilizaciones, que se excluyen mutuamente. A este hombre, le dan una colmena y la convierte en un avispero.


Lo de la crisis económica es una antología de disparates. Empezó negándola. Luego dijo que si existía, no nos afectaría. Cuando nos afectó, tomó medidas a cual más equivocada, con lo que la crisis no hizo más que agravarse. Y cuando estamos en el pelotón de los torpes, se atreve a decir, «una recuperación está a punto de empezar». ¿Se refiere a la misma recuperación que ya nos anunció para la primavera del pasado año o a una nueva?

Y ahora nos sale dispuesto a salvar las pensiones de 2030. ¿No sería más prudente salvar los salarios de 2010? Porque, según todos los analistas, como España no tome medidas drásticas e inmediatas para sanear su economía, lo que le espera es un largo periodo de estancamiento, con la consiguiente pérdida de puestos en el ranking mundial. Algo que no hace perder el sueño a nuestro presidente que hincha el pecho y dice «A pesar de la crisis, España sigue siendo la octava economía del mundo». ¿Por cuánto tiempo, ya que nadie le cree será capaz de rebajar el déficit público del 11,4 por ciento al 3 por ciento en el 2013, como anuncia, presumiendo además de que no recortará las políticas sociales, ni las becas, ni la inversión en I+D, ni la ayuda al desarrollo ni tantas otras baladronadas?

Si de verdad quisiera salvar las pensiones del 2030, lo primero que tendría que hacer era enterarse de que existe una enorme diferencia en trabajos y profesiones, y que mientras un investigador, un catedrático, un médico, puede estar en la cima de su actividad con 70 años, un obrero puede estar agotado a los 60. Pero ¿cómo hacen entender esto a alguien que no ha trabajado de verdad en toda su vida?


ABC - Opinión


Vamos a contar mentiras. Por José María Carrascal

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