martes, 9 de febrero de 2010

Una conspiración de la derecha planetaria contra el pobre Zapatero. Por Federico Quevedo

Así, como lo oyen, o como lo leen, esa es la última ocurrencia made in Ferraz para explicar porqué España ha caído en el pozo del descrédito internacional: las fuerzas planetarias de la derecha, es decir, medios de comunicación al servicio de los intereses de los poderosos y capitalistas que manejan los mercados financieros, se han unido con el único objetivo de hundir al pobre Rodríguez y anular sus intenciones de salvar al mundo de esta orgía de intercambios lujuriosos de acciones, bonos y futuros y, de paso, aupar a Rajoy al poder para que sirva mejor a sus fines malintencionados y perversos. Así, sin anestesia, inyectado en vena, ese fue el argumento que ayer utilizaron al alimón Leire Pijín y José Blanco para explicar porqué el Gobierno lo está pasando tan mal estos días. Y, lo peor de todo, es que por desgracia habrá unos cuantos pazguatos que se lo crean a pies juntillas. Y si no lean el foro, lean, que se van a quedar a cuadros.

Hombre, puestos a buscar excusas increíbles, justificaciones estratosféricas, de la incompetencia gubernamental, casi habría tenido algo más de crédito acusar a Silvio Berlusconi de haber contratado a una bruja para que le echara el mal de ojo a Rodríguez, ¿no? Lo del mal de ojo, como que tiene más gracia, porque a mi la conjura me recuerda a esa otra judeo-masónica que se sacó otro de la manga para explicar porqué a España se la aislaba internacionalmente. El mal de ojo, sin embargo, tiene hasta cura y podemos encargar a Elena Salgado que compre unos ramilletes de tomillo de esos que venden las gitanas en los semáforos para conjurar la amenaza. Claro que, también podría el Gobierno y el partido que lo apoya dejarse de chorradas y por una vez en su vida aceptar sus errores e intentar enmendarlos. Menos mal que, esta vez, la oposición parece decidida a tomarle la medida a Rodríguez Zapatero y se han puesto casi todos de acuerdo en obligarle a comparecer en el Parlamento para que de explicaciones, no sobre la conjura, sino sobre los hechos que nos han llevado a esta situación.

Porque no creo que sea fruto de ninguna conjura planetaria contra ZP el hecho de que fuera antes de ayer cuando el Gobierno aprobaba unos presupuestos con una previsión de déficit del 9,5% para 2010, y ayer cuando reconocía ya un déficit del 11,4%. Ni es fruto de conjura alguna el que hayamos llegado ya a los más de cuatro millones de parados –casi cuatro y medio según Eurostat- cuando hace menos de un año el ministro Corbacho decía que ni de coña España tendría cuatro millones de desempleados. Ni será consecuencia de una conjura internacional el hecho de que el Gobierno presente un día en Bruselas una cosa, al día siguiente otra, luego la contraria de la última y después la corrección de la corrección de la tercera derivada de una propuesta sin compromiso que solo era un ejemplo de lo que se podría hacer pero no una medida que el Gobierno estuviera a dispuesto a llevar a cabo, salvo amenaza.

Esta situación, en general, no es fruto de conjura alguna, sino de la incompetencia de un Gobierno que primero negó hasta la saciedad lo que todo el mundo veía como inevitable, y luego se ha hartado de contarnos milongas sobre que nunca afectaría la crisis al gasto social. Ni al social, ni a ninguno, por eso tampoco es creíble que ahora venga con la tijera para sacar 50.000 millones sabe Dios de donde porque ni siquiera nos lo han dicho. Pero, en lugar de asumir responsabilidades y tomar decisiones, el Gobierno sigue instalado en la misma ineptitud y en buscar responsables en cualquier sitio menos donde tiene que mirar, que es de puertas para adentro del Palacio de La Moncloa. No es de extrañar que los chicos del FT, ante los que ayer se presentaba una Elena Salgado totalmente desbordada por los acontecimientos, acusara al Gobierno español de paranoico. Es que lo está, y no saben hasta que punto. Y lo que nos queda por aguantar.


El Confidencial

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