lunes, 4 de enero de 2010

Zapatero dobla el gasto en misiones en el exterior, que en 2010 llegará a 800 millones

El Gobierno lleva invertidos en la guerra de Afganistán 1.550 millones y multiplica por tres el número de soldados en la zona.

El año que empieza marcará un hito en la política exterior del Gobierno de Zapatero. Después de llegar al poder como adalid del pacifismo en 2004 y estrenarse en el cargo con la orden inmediata, y sin consultar a los aliados, de retirar las tropas españolas de la guerra de Irak, el jefe del Ejecutivo alcanzará el ecuador de su segundo mandato multiplicando por tres la presencia de nuestras Fuerzas Armadas en la guerra de Afganistán y duplicando el gasto en el conjunto de misiones en el exterior que desempeñaba España el último año del gobierno de Aznar. De los 380 millones invertidos hace seis años, pasamos en 2009 a 713 y para este ejercicio la cifra alcanzará o puede superar los 800, según evolucionen los conflictos.


Las variables fijas que amenazan con disparar el gasto son: el aumento comprometido ya, a requerimiento de Barack Obama, de un 50 por ciento de las fuerzas desplegadas en Afganistán; el incremento de otro 20 o 25 por ciento de los militares destinados en El Líbano -donde Zapatero aspira a adquirir más protagonismo con el contingente de la ONU mandado por un general español en frontera árabe-israelí-, y el coste añadido de la «Operación Atalanta» contra la piratería en aguas del Océano Indico que supondrá la decisión del Gobierno de enviar unidades militares y de la Guardia Civil a formar fuerzas de seguridad en Somalia, aunque sea un «Estado fallido».

En ese panorama de escalada de gastos, el único alivio económico con respecto al último ejercicio viene dado por el fin de la misión en Kosovo, de donde salieron este otoño los últimos militares españoles. En 2009 la operación todavía costó 65 millones de euros y, después de 10 años de presencia, el Estado se dejó en la hoy autoproclamada república independiente un total de 852 millones.

Pero donde el Gobierno hace el mayor esfuerzo militar y económico es en Afganistán. A partir de julio de 2004, Zapatero tuvo que compensar la salida de Irak con el envío a Afganistán de continuos refuerzos, el último hace dos meses. La factura total se eleva hasta los 1.550 millones de euros en los 8 años de presencia española en el país asiático. La misión de nuestras Fuerzas Armadas en Irak después de la guerra había costado 94 millones.

El objetivo en Afganistán sigue siendo combatir a los talibanes en sus bases y poner en pie un Estado que se haga cargo de la seguridad de la población y, al tiempo, evite que en su territorio se preparen los ataques del terrorismo islamista sobre occidente.

Sólo en el último año, el gasto en Afganistán fue de 365 millones, según los datos aportados por la ministra de Defensa, Carme Chacón, en la Comisión de Defensa del Congreso al hacer balance en diciembre pasado. Es la mitad de la suma total invertida en las distintas misiones en el exterior y a esa cifra se añaden los 210 millones de euros aportados para la Conferencia de Donantes como aportación civil para el sostenimiento y estabilización del Estado que gobierna Karzai.

La misión favorita

La misión favorita de Zapatero es la de ONU en El Líbano, a la que se presentó de los primeros y a la que contribuyó hace tres años como primera potencia: 1.100 militares. Es una clara misión de interposición de la paz entre bandos y se corresponde con su imagen más pacifista. De hecho, el jefe del Ejecutivo visita al contingente español sin problemas una vez al año -la última en octubre pasado-, mientras que por el Afganistán en guerra no pisa desde diciembre de 2005, cuando estuvo acompañado por su primer ministro de Defensa, José Bono.
La contribución española a la Fuerza Interina de la ONU en El Líbano suma ya un gasto para las arcas públicas de 618 millones de euros.

La Operación Atalanta de lucha contra la piratería en aguas del Índico ha costado ya 57 millones de euros en menos de un año de vigencia y para el ejercicio que empieza el Gobierno español propone entrenar a unos dos mil soldados somalíes para que puedan trabajar desde tierra en la prevención de la delincuencia, e incluso «sirvan para crear un embrión de seguridad naval somalí». Bosnia, con un gasto de 40 millones, es ya una misión menor pero que lleva acumulados unos gastos de 1.860 millones en sus 18 años de existencia.


ABC - Nacional

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