sábado, 12 de diciembre de 2009

El entorno. Por Alfonso Ussía

Aminatu Haidar es víctima del «Síndrome del Entorno». Si en un momento de debilidad decidiera dar por finalizada su huelga de hambre, la decepción de sus rodeantes sería tan profunda, que terminaría por persistir en el empeño. La que se muere es ella, no Pilar Bardem, ni Almodóvar, ni los juanes diegos, ni Guillermo Toledo, ni Aitana Sánchez Gijón, ni el resto de los viajeros de «Air Ceja». La debilidad física aumenta la timidez. Si Aminatu acaba por entender que sus peticiones, hoy por hoy, son técnicamente imposibles, y concede un margen de tiempo a la solución de su problema, los de la «Air Ceja» podrían armarle una buena. Se han unido a los pesebristas los líderes sindicales, que es pleonasmo, por cuanto también son beneficiados del pesebre sin fondo que les ofrece Zapatero. Curiosa la petición de que el Rey actúe. El que tiene que actuar es el Gobierno, que para eso está y atesora todas las competencias. Los sindicalistas, con cinco millones de parados, han convocado una manifestación contra los empresarios, no contra el responsable de la catástrofe económica. Comen de él. Y los saltimbanquis de la Ceja le piden al Rey que arregle lo que corresponde a Zapatero. Comen de él. Y en el medio del lío, la pobre Aminatu Haidar, que vive su debilidad y su agobio entre un grupo de personas, el entorno, que van y vienen, que se fotografían con ella, que le dan la murga, que explotan su figura y que aprovechan su huelga de hambre para seguir comiendo a costa de los contribuyentes.

Aminatu Haidar sabe que no puede conseguir un pasaporte saharaui para volver a su tierra. No existe, por desgracia, ese documento. Aminatu Haidar no quiere ser refugiada en España. Aminatu Haidar no acepta ese pasaporte marroquí que le ofrecen a cambio de pedir perdón al intolerable Mohamed. Aminatu Haidar no puede engañarse. Busca la solución con su huelga de hambre, y está mal aconsejada. Su muerte es la solución. Para Marruecos y para el Gobierno de Zapatero. Ignoro si se halla en condiciones de pensar con lucidez. Su lucha ha trascendido, y en todas partes se habla de ella. Que aproveche el momento. Que renuncie a la huelga de hambre y prepare su estrategia de mañana. Morir a cambio de lo imposible es heroico, pero necio. ¿Es ella la responsable de su empecinamiento, o la víctima del circo que se ha montado alrededor de su tragedia? Llega Alberto Sanjuán, se marcha Aitana, la Bardem cena en el hotel, Guillermo Toledo vuelve pasado mañana, Lola Dueñas manifiesta que hay que arreglar el asunto, Juan Diego Botto le susurra memeces argentinas y Juan Diego no Botto le recomienda mantenerse firme. ¿Para qué? ¿Para que muera a cambio de ser la nueva mártir de la izquierda? ¿Una mártir de la Izquierda martirizada por la propia Izquierda del Gobierno de España? –Resiste, Aminatu–. ¿Creen los viajeros de «Air Ceja» que al Rey de Marruecos le importa algo la vida de Aminatu? Menos que un higo o que un dátil. Pero ella se mantiene ahí, víctima del entorno, firme y valiente, sin nadie que le diga que su vida vale mucho más que una huelga de hambre para obtener por la fuerza lo que hoy es imposible. El «Síndrome del Entorno».

La Razón - Opinión

0 comentarios: