Más allá de los aspectos técnicos y las responsabilidades administrativas, es inaceptable en términos políticos que la vicepresidenta del Gobierno insista en hablar de «normalidad» y «coordinación» cuando la opinión pública percibe un verdadero caos a la hora de gestionar una cuestión tan sensible. Malo es que hayan existido negligencias y fallos en los protocolos de actuación, pero mucho peor todavía es la sospecha de que hubiera una voluntad deliberada de ocultar el problema. Los vecinos de la localidad madrileña donde se ubica la Academia son los primeros perjudicados, pero todos los ciudadanos muestran una lógica inquietud y se preguntan con razón si puede haber otros casos «ocultos» que salgan a la luz cuando ya sea demasiado tarde. Está confirmado que en la noche del lunes tres soldados ingresaron en el hospital de Torrelodones y otros seis en el Gómez Ulla sin que nadie asumiera la responsabilidad de poner orden en el asunto. El PSOE es el primero en reclamar responsabilidades políticas cuando la ineficacia o la imprevisión generan situaciones de riesgo en materias cuyas competencias corresponden a administraciones gestionadas por el PP. En cambio, ahora se limita a insunuar culpas de los segundos escalones y a realizar declaraciones voluntaristas de que todo está bajo control. Es lógico que la oposición reclame explicaciones detalladas de un caso que, salvo prueba en contrario, ofrece motivos para suponer que hubo ocultación deliberada.
Rodríguez Zapatero parece identificar la coordinación y el buen funcionamiento del Ejecutivo con una sesión fotográfica de reuniones entre ministros, acompañada de una retórica optimista fuera de lugar. En este caso, los datos concluyentes desmienten esa imagen complaciente. El virus de la gripe A preocupa seriamente a la opinión pública y cualquier maniobra interesada con fines partidistas o de propaganda merece el rechazo más absoluto. Hay que investigar a fondo, rendir cuentas en el Congreso y establecer responsabilidades políticas en los niveles que corresponda.
ABC - Editorial
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