viernes, 24 de abril de 2009

ZAPATERO, A POR LOS 177. Por Fernándo Jáuregui

Tras pasar la mañana de este miércoles contemplando en la Cámara Baja el debate parlamentario y la posterior sesión de control parlamentario, he llegado a la conclusión de que Zapatero piensa que tiene ya en el bolsillo 177 escaños para controlar las Cortes. Es decir, que contaría con una mayoría absoluta para sacar adelante sus planes, incluyendo los próximos Presupuestos Generales para 2010, la ley del aborto, la de libertad religiosa, las reformas en la Judicatura y un conjunto de medidas económicas de urgencia que eventualmente pudieran ponerse en marcha.

Fue muy diferente el tono empleado por el presidente del Gobierno con unos y otros portavoces parlamentarios. Con el del PP, Mariano Rajoy, está claro que no hay ni habrá más entente que la imprescindible: ahora se busca el acuerdo en torno a la estabilidad de las instituciones financieras, y poco más. Tampoco parece esperar el presidente nada de los nacionalismos; ni con el vasco, por razones obvias, ni con los catalanes, que están en la oposición a la Generalitat. Incluso yo diría que está distanciándose voluntariamente de Esquerra Republicana, un "socio" que gusta poco a los votantes de fuera de Cataluña.

Pero corteja claramente a otros: a los pequeños. Comenzando por Izquierda Unida. Y siguiendo con el Bloque Nacionalista Galego, Unión del Pueblo Navarro, Coalición Canaria y Nafarroa Bai. Ocho escaños entre todos, valiosísimos para, en unión de los 169 que tiene el Grupo Socialista, alcanzar una cómoda mayoría absoluta que permita al Gobierno central sacar adelante sus proyectos.

No resulta extraña la confianza que mostraba en el hemiciclo un desenvuelto Zapatero: le bastaría incluso con que algunos de los "pequeños" se abstuviesen para sacar adelante las votaciones que él quiera. Nada de pactos generalizados con la derecha, nada de grandes coaliciones: cada día más, Zapatero confirma que el giro no es a la izquierda, como, a mi juicio erróneamente, han interpretado algunos comentaristas: el giro es en torno a sí mismo. A veces da la impresión de que Zapatero, cueste lo que cueste, intenta la cuadratura del círculo en esta legislatura: reinventarse cada día, aislando y arrinconando a la oposición y sustituyendo a los nacionalismos en su propio terreno (ya veremos si no trata de fagocitar también a Rosa Díez).

Es decir, ZP quiere quedarse con la izquierda, con el centro y con los planteamientos nacionalistas, dejando al Partido Popular nuevamente solo y, si puede, fraccionado. Lo dicho: la cuadratura del círculo.

Periodista Digital - Opinión

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