domingo, 12 de abril de 2009

El presidente Zapatero sí que descansó y tomó vacaciones

Veinticuatro horas después de que la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunciara que el Ejecutivo se quedaba sin vacaciones de Semana Santa y se ponía a trabajar estos cuatro días «a pleno rendimiento, poniendo especial hincapié en el empleo», el presidente Zapatero llegó a la finca de Quintos de Mora, en Toledo, para pasar unos días de descanso.

Acompañado por su mujer, Sonsoles Espinosa, y por sus hijas, Alba y Laura, el jefe del Ejecutivo se trasladó a la finca toledana, adscrita al Ministerio de Medio Ambiente, el pasado Viernes Santo de la forma más discreta posible, mientras sus ministros escenificaban en Madrid el frenético nuevo ritmo de trabajo que desde Moncloa se han empeñado en transmitir.


Explica J.A. en ABC que, tras las vallas de la finca, Zapatero contaba con la seguridad de que ningún reportero inoportuno le aguaría las vacaciones, como le ocurrió el pasado jueves al nuevo vicepresidente territorial, Manuel Chaves, a quien sorprendieron en una playa de Huelva cuando se suponía que estaba trabajando en su recién estrenado despacho de Madrid.

Donde cazaba Bermejo
Sin embargo, lo que no pudo evitar el jefe del Ejecutivo fueron las sospechas que provocó entre los vecinos de la zona el despliegue de guardias civiles en las cercanías de Quintos de Mora.

Y eso que los lugareños ya están acostumbrados a la presencia de miembros de Gobierno en esta finca con coto de caza, en la que el ex ministro de Justicia Mariano Bermejo, el cazador cazado, reconoció que participaba en descastes de fauna mayor.

Pero Quintos de Mora también es rincón preferido de descanso para presidentes del Gobierno cuando no acuden hasta Doñana. Agotado después de su participación en la cumbre del G-20, la entrevista con Obama, su presencia en el Foro de la Alianza de Civilizaciones de Estambul y tras cocinar la crisis de Gobierno el presidente se trasladó a la finca toledana.

Mientras, los miembros de su gabinete cumplen en Madrid la consigna del jefe de aparentar frenética actividad pese a las vacaciones de Semana Santa. Ayer les tocó el turno a Carme Chacón, Manuel Chaves, Miguel Sebastián y Elena Salgado.

Atrás quedan las palabras pronunciadas por Fernández de la Vega tras el Consejo de Ministros del pasado miércoles: «Todos los ministros estos cuatro días vamos a trabajar, porque, precisamente, vamos a aprovechar el tiempo en el que no hay la presión del despacho, del día a día, para poder planificar un poquito».

La «nueva etapa», dijo, que se abre tras la remodelación del Ejecutivo, exige un «mayor esfuerzo» de todos.

A continuación, fuentes de Moncloa apuntaron que en estos días Zapatero podría aprovechar también para despachar con los nuevos miembros de su Ejecutivo. Pero, al final, se lo debió pensar y prefirió cargar las pilas en Quintos de Mora.

Periodista Digital

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