domingo, 22 de febrero de 2009

Maleni y los gansos . Por Alfonso Ussía

Que a la ministra de Fomento, Maleni Álvarez, le gusta volar, es por todos conocido. En esta ocasión se ha adelantado a los gansos, que comparten con ella la afición al vuelo. A pocas semanas de que se abra la primavera, los gansos salvajes, los ánsares, preparan su vuelta a los nortes gélidos de Europa. En otoño llegan de vacaciones a España, como los noruegos a Mijas y Benidorm, y se hospedan en nuestros humedales hasta que los hielos y nieves de los países nórdicos se derriten. No son tontos. Para ellos, todo el año es primavera. Cuando se van a Siberia, como Maleni, nos vienen las aves de África, que escapan del verano tórrido del continente negro.

España, por su situación y clima, es el intercambiador de aves más activo del mundo. Se van los gansos y los porrones moñudos, y nos visitan los abejarucos, las oropéndolas, las golondrinas y las cigüeñas. Con todos mantiene Maleni una estrecha amistad. En esta ocasión ha viajado a Siberia, adelantándose a los gansos, para comprobar cuáles son los protocolos siberianos de actuación ante las extremas condiciones meteorológicas habituales en aquella inmensa región. No quiere que vuelvan a repetirse las situaciones caóticas que las nevadas de ocho centímetros han originado en España. Maleni desea saber qué hacen las autoridades siberianas para que el tráfico no se paralice, las ciudades mantengan su ritmo de vida y los aviones despeguen y aterricen con los hielos y las nieves. Ha elegido bien. El clima más parecido al de Moratalaz es el de Siberia. En Siberia nieva doscientos días al año, como en Fuenlabrada, y las temperaturas pueden descender hasta los cuarenta grados bajo cero, como en Somosierra. Para eliminar, mediante paladas de sal, el hielo de Siberia, sería necesario desecar todo el Océano Pacífico, empresa un tanto complicada incluso para los rusos. Lo que nadie pone en duda es que en Siberia se vive, como en Finlandia, Noruega y Dinamarca. El Neva que transcurre por San Petersburgo, permanece helado durante cinco meses al año, como el Manzanares o el Duero. Maleni se ha largado a Siberia a estudiar las actuaciones que allí se llevan a cabo para que no se atasquen las carreteras con cinco centímetros de nieve, como sucede en la Nacional I, la Nacional II, la Nacional III y todas las que dependen de su Ministerio. Por ello y para ello, reunió a sus más inmediatos colaboradores y les preguntó: -¿Uztede creen que Ziberia ze parece a Ezpaña en ezo de laz nevadaz?-. Los más inmediatos colaboradores, que la conocen muy bien, asintieron todos, porque de no asentir, Maleni los despachaba a la calle, y dicho y hecho, hasta Siberia voló, sin tener el detalle de preguntar a los gansos si querían algo para los familiares que por edad, enfermedad o cualquier otro motivo, no pueden volar a España cuando los fríos aprietan. En cuestiones de climatología, Siberia es, en efecto, lo más parecido a España, si bien allí, la temporada taurina se ciñe al mes de julio. En agosto ya no hay toros, porque los picadores, además del castoreño, tienen que llevar pasamontañas y queda feo. En Siberia hay decenas de miles de osos, como en Madrid. Ha hecho bien Maleni en documentarse en nieves siberianas. Podría haberlo hecho también preguntando a los franceses qué hacen para combatir la nieve, pero no se le ocurrió. Y quedaba más a mano. Gansos que vienen, gansos que van.

La Razón - Opinión

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