lunes, 10 de noviembre de 2008

Exito Mendicante. Por Luis María Anson

El pordiosero Zapatero se ha acercado a todas las puertas para implorar la limosna del G-20. Ha sido duro y humillante lo que ha hecho. Pero ha tenido éxito. Y sería absurdo negarlo. No era fácil que en las postrimerías de su imperio, el César Bush aceptara junto a él la presencia de quien le había abofeteado. Pero la diplomacia española se ha tragado las vejaciones norteamericanas de los últimos cuatro años y ha ganado la partida.

Inicialmente Sarkozy devolvió a Zapatero su pueril petulancia en Estados Unidos cuando afirmó que, tras adelantar a Italia, íbamos a por Francia. Después del cachete, el presidente francés perdonó al líder socialista español para robustecer su propia posición en Washington.

El éxito mendicante de Zapatero permitirá a España hacer oír su voz en una reunión global en la que se pueden decidir las líneas maestras para que no vuelva a suceder lo que ha ocurrido en el mundo. El presidente español disimulará así sus propios embustes. Dijo que vivíamos en Jauja en el otoño pasado cuando la crisis que se avecinaba era evidente. Pero no quería presentarse a las elecciones generales bajo el peso de semejante fardo. Así es que se ha tardado un año en tomar medidas que, a tiempo, hubieran hecho más soportable la situación.

Se negó Zapatero a aceptar la palabra crisis hasta que la recesión golpeó los portones de la economía española. En sólo cuatro años, Zapatero dilapidó la herencia de Aznar y ahora, mal y tarde, empieza a tomar medidas. Pero la triste realidad de una política tórpida, no es obstáculo para el reconocimiento del éxito personal zapateresco al conseguir que España está presente en la reunión del G-20.

El Imparcial - Opinión - 10/11/2008

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