miércoles, 22 de octubre de 2008

Sarkozy perdona a Zapatero tras abofetearle. Por Luis María Anson

La insólita declaración zapateresca a los empresarios norteamericanos de que España superaría económicamente a Francia en un par de años ha encontrado respuesta en un gancho de izquierda propinado por el presidente Sarkozy al líder español, al negarse a que España participe en la cumbre económica convocada en Estados Unidos. Y eso a pesar de que el primer ministro británico, el laborista Brown, se pronunció a favor de la presencia española, cosa lógica pues nuestra nación se encuentra entre las diez grandes potencias económicas del mundo y tiene mucho que aportar y decir en una cumbre que pretende enfrentarse con la crisis de las finanzas mundiales.

Zapatero fue borrado del mapa por el presidente Bush. Se refugió entonces en Francia y Alemania. Sarkozy y Merkel se han reído de él porque no se puede andar por la alta política internacional flirteando con Chávez, Castro, Ortega y Evo. A pesar de nuestra potencia económica, a pesar de que tenemos soldados jugándose la vida en zonas conflictivas, a pesar de que nuestro sistema bancario es uno de los más sólidos y rigurosos del mundo, Zapatero no encuentra sitio. Internacionalmente ha hecho el ridículo en varias y señaladas ocasiones. Su política exterior es un puro desastre.

Hay que confiar, sin embargo, en que la potencia económica de España termine imponiéndose y los aliados que desprecian a Zapatero acepten que es necesario contar con nuestra nación. Sarkozy y Bush deben reflexionar y, tas el cachete propinado a Zapatero, abrir la cumbre económica mundial a la presencia de España. Efectivamente así ha sido y tras la redacción de estas líneas el presidente francés ha anunciado su nueva actitud favorable a nuestra nación, si bien Estado Unidos permanece en sus trece.

El imparcial - 22/10/2008

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