miércoles, 23 de enero de 2008

Rabat espera que las condiciones estén maduras para negociar la cosoberanía

El Palacio Real marroquí espera que Rodríguez Zapatero gane las elecciones del 9 de marzo para abrir una negociación sobre Ceuta y Melilla que conduzca a la cesión de la sobernía española. Así lo corroboran los dos grandes partidos del vecino país, nacionalistas del Istiqlal y socialistas de la USFP, que apoyan la estrategia de Mohamed VI de iniciar el diálogo. Larbi Messari, destacado dirigente nacionalista, considera que la llamada a consultas del embajador en Madrid forma parte de la estrategia diseñada en la "hoja de ruta" y no supone una ruptura "sino una invitación a la reflexión". El PP de Ceuta ha afirmado que, casualmente, Marruecos intenta negociar la cosoberanía cuando gobierna el PSOE. La información de EL IMPARCIAL ha provocado preocupación en las dos ciudades y desatado las críticas socialistas bajo el argumento de que a Zapatero no se le ha pasado por la cabeza negociar con Marruecos.

Los dos grandes partidos históricos de Marruecos, que proceden del Movimiento nacional que afianzó la legitimidad a la monarquía alauí después de la Segunda Guerra Mundial, el nacionalista Istiqlal y la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), quieren iniciar el diálogo con España sobre el futuro de Ceuta y Melilla. Mientras tanto, el Palacio Real espera a que "las condiciones estén maduras", lo que se verá favorecido si el PSOE gana las elecciones del 9 de marzo para poner en marcha la "hoja de ruta" que El IMPARCIAL publicó ayer.

Mohamed Larbi Messari, responsable de relaciones Exteriores de la Ejecutiva del Istiqlal, el partido nacionalista del primer ministro Abbas el Fassi, considera que "la ocupación de Ceuta y Melilla, la roca de Neckor, el Peñón de Vélez de la Gomera o los tres islotes de las Chafarinas es un vestigio de otros tiempos y de una relaciones arcaicas".

Para el partido nacionalista Ceuta y Melilla deben ser "puentes" entre España y Marruecos, y no fronteras. De hecho, Larbi Messari considera que la llamada a consultas del embajador Omar Azziman por el rey Mohamed VI "no ha sido una ruptura, sino una invitación a la reflexión".

El dirigente del Istiqlal, que recuerda que el General Primo de Rivera evocó la posibilidad de intercambiar Ceuta por Gibraltar en los años 20, declara que "la propuesta más indicada en este momento es la de poner en marcha una célula de reflexión como la planteada por el Rey Hassan II desde 1987". Para Messari, este mecanismo "ayudaría a tratar diversos aspectos de los problemas de las dos ciudades y su zona de influencia, y preconizar todo tipo de soluciones que tienen que ver con el presente y el futuro de la dos ciudades".

En efecto, desde el partido Istiqlal, que simboliza para la historia reciente de Marruecos la recuperación de su independencia de la colonización francesa, se insiste en "activar la imaginación y buscar en común una salida negociada". Messari es conciente de que "este tipo de razonamiento genera repudio" entre los españoles. Messari está convencido de que "cuando entre en funcionamiento el enlace fijo a través del Estrecho de Gibraltar, el compacto tejido de intereses comunes creados alrededor de toda la región, (península de Tánger y el Campo de Gibraltar) nos condenará a ver el caso de Ceuta y Melilla no como un litigio territorial, sino como localidades de un mismo conjunto, cuyos límites administrativos sólo indicarán donde se pagará una multa o un impuesto urbano".

Por su parte, el dirigente socialista y periodista hispanista El Attar Boughaleb, autor de dos voluminosos libros sobre el contencioso hispano-marroquí, ha manifestado en declaraciones a EL IMPARCIAL, que "la llamada a consultas del embajador Omar Azziman se ha tratado de un impulso que fructificó, dando como resultado la apertura de negociaciones entre España y Marruecos sobre el contencioso de Ceuta y Melilla".

Para el exdiputado de la USFP, "teniendo en cuenta la experiencia pasada sobre la idea propuesta por Hassan II en los años 90 al Gobierno
presidido por Felipe González y trasmitida por el entonces ministro del Interior José Barrionuevo, se llega a la conclusión de que cualquier
propuesta destinada a arreglar una situación conflictiva de tipo colonial no podrá fructificar si no cuenta con el apoyo de la sociedad, de organizaciones civiles, de medios de comunicación, de sindicatos, de movimientos corporativos como abogados, intelectuales, artistas, etc.".

Boughaleb, considerado muy cercano al veterano líder socialista Abderramán Yussufi que dirigió el último gobierno de Hassan II, señala que "esta metodología política para abordar el asunto de Ceuta y Melilla, no debe unirse a los resultados electorales del 9 de Marzo, ya que las necesidades de encontrar una solución al conflicto que satisfaga ambas partes, trasciende las diferencias de izquierda o derecha en España. Cualquiera sea el gobierno que salga de las elecciones, el contencioso seguirá en pie".

Conviene recordar que cuando en los años 80 y 90, el PSOE y la USFP se reunían, a la hora de redactar el comunicado final de los encuentros siempre se obviava el tema de Ceuta y Melilla, a pesar de haber sido abordado en las reuniones, porque los socialistas españoles estimaban que la sociedad no estaba aún madura para aceptarlo.

Los islamistas moderados del Partido de la Justicia y Desarrollo (PJD), por su parte, ven el diálogo más difícil con España sobre este asunto. Por ello optan por "medidas de presión". Durante la reciente crisis diplomática, tras la visita de los Reyes a Ceuta y Melilla, los seguidores de Saad Edin el Othmani pidieron manifestarse frente a la embajada, los consulados y los centros culturales diseminados por todo Marruecos. Además demandaron el "boicot" a los productos españoles. Sin embargo, El Othmani sigue siendo, al igual que el resto de dirigentes políticos marroquíes, partidario del diálogo para solucionar "amistosamente, esta reliquia del pasado".

El Imparcial

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