lunes, 11 de junio de 2007

Un sector de Ciutadans perfila una alternativa a Albert Rivera

De cara al congreso de Ciutadans el 30 de junio, y tras el fiasco del 27-M el partido de la Ciudadanía prepara su Congreso y surgen voces que piden apartar a su joven líder por ejercer una presidencia muy personalista.


Las aguas bajan revueltas en el seno de Ciutadans-partido de la Ciudadanía. Este 30 de junio el partido presidido por Albert Rivera celebrará un congreso extraordinario en el que se renovarán los órganos de dirección. El propio Rivera se presenta a la reelección, pero al menos un sector crítico con el actual equipo directivo planea pugnar con él para hacerse con el control de la formación.

Tras un infructuoso intento de retrasar el cónclave al mes de septiembre, extremo que los más descontentos han venido barajando en la sombra en las últimas semanas, parece un hecho que este próximo 30 de junio se presentará una candidatura para disputarle la dirección a Albert Rivera. Según ha podido confirmar Elsemanaldigital.com en fuentes solventes, "estos días se está sondeando a numerosos miembros con el ánimo de montar una lista alternativa" y, tal vez, no sea la única. "Es difícil saber cuantos críticos hay pero se está trabajando para que den un paso al frente", advierte uno de los consultados.

Y es que empieza a tomar cuerpo la idea de que el líder de Ciutadans–partido de la Ciudadanía deba enfrentarse también a otro sector crítico próximo a la Asociación de Ciutadans de Cataluña, la plataforma que en el año 2005 agrupó a los 15 intelectuales que firmaron el manifiesto que se materializó en el actual partido político. Oficialmente piden el apoyo para Rivera, pero en su seno crecen los reproches al joven político. Y no pocos ponen sus expectativas en la presidenta de la citada asociación, Teresa Giménez Barbat.

Hasta ahora, el sector más abiertamente beligerante con Albert Rivera se agrupaba entorno al secretario general del partido, Antonio Robles, pero han empezado a surgir con fuerza distintas voces críticas, incluso fuera de la propia Cataluña, en federaciones todavía por asentarse como la de Madrid o la de Andalucía. Y todos ellos coinciden en denunciar una y otra vez el "estilo presidencialista" de Rivera.

El hecho de que algún sector arrebate el control de la formación a Rivera dependerá de los apoyos que puedan recabar en los próximos días dentro del partido. Aunque nadie olvida -al menos así debería ser-, que después del fiasco el 27-M, un espectáculo público como consecuencia de la división interna del partido podría suponer su práctica desaparición, y que además del tirón mediático de Rivera es fundamental para consolidar el proyecto.

El Semanal Digital, 11-06-2007

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